Trillo comunicó en 2004 al PSOE el despido del agente del CNI acusado ahora de traición

El PP comunicó al PSOE el despido del CNI de Roberto Flórez, el agente encarcelado ayer bajo la acusación de pasar secretos a Rusia. Así lo aseguran fuentes del entorno del entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, que añaden que esta transmisión de información se produjo en febrero de ese año, en el seno de la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, el órgano encargado de los asuntos de Estado. Allí el PP explicó lo que sabía del agente y los motivos por los cuales había sido “invitado” a abandonar los servicios secretos.

Al parecer, el equipo directivo del CNI de entonces, encabezado por Jorge Dezcallar, tenía sospechas sobre la integridad del espía, por lo que se optó por forzar su salida de La Casa. El detonante del despido fue un “incidente de seguridad” del que las personas consultadas se niegan a aclararlo. En el entorno de Trillo añaden que ese altercado fue trasladado a la Fiscalía y “puesto a disposición judicial”, al tiempo que desconocen lo que ocurrió con el caso dado que un mes después perdieron las elecciones y el PSOE llegó al poder.

La carrera profesional de Flórez se complicó en el año 2000, cuando el agente resultó quemado después de que se descubriera su infiltración en el equipo de campaña de un partido político de Perú, y el diputado del PSOE, Rafael Estrella, preguntara en el Congreso a Trillo sobre este incidente. Además, su relación con sus superiores se agravó debido a que el espía llegó a amenazar de muerte a la persona que lo había descubierto. Fue relevado del servicio de Operaciones Exteriores.

A su regreso a Madrid, Flórez fue destinado como instructor de la Escuela del CNI, situada en la carretera de La Coruña y, entre 2001 y 2004, se convirtió en un agente doble al vender información esencial del CNI a Rusia. En enero de 2004, consiguió su traslado a la División de Contrainteligencia, que se ocupa de los espías que operan en España. Fue ahí donde se produjo el incidente de seguridad y, un mes más tarde, recibió la invitación de darse de baja del servicio.

En la insólita rueda de prensa del martes, el actual director del CNI, Alberto Saiz, deslizó la idea de que la administración anterior no había actuado con la debida diligencia en este asunto y que sólo las investigaciones posteriores, iniciadas en 2005, han permitido confirmar que Flórez era un topo ruso.

Sin embargo, Rusia considera que ha sido Gran Bretaña la que ha presionado a España para revelar el caso de su antiguo agente dentro de la escalada de tensión que mantienen ambos países tras el envenenamiento de un ex agente ruso en Londres. De la expulsión mutua de diplomáticos, en lotes de a cuatro, se habría pasado al levantamiento de topos.

El embajador ruso, Alexander Kuznetsov, está molesto con el Gobierno de España, por cuanto no fue avisado con antelación del bombazo que iba a soltar Saiz. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se limitó a decir ayer que "por el momento", no hay "elementos" que justifiquen la adopción de acciones diplomáticas contra Rusia.

Lenta comparecencia en el Congreso