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Insólito vaticinio: Zapatero se la juega y pone hora a la llegada del AVE a Barcelona
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Insólito vaticinio: Zapatero se la juega y pone hora a la llegada del AVE a Barcelona

Más que sorpresa causó ayer en los pasillos de Renfe el anuncio del presidente del Gobierno de poner día y hasta casi hora a la llegada

Foto: Insólito vaticinio: Zapatero se la juega y pone hora a la llegada del AVE a Barcelona
Insólito vaticinio: Zapatero se la juega y pone hora a la llegada del AVE a Barcelona

Más que sorpresa causó ayer en los pasillos de Renfe el anuncio del presidente del Gobierno de poner día y hasta casi hora a la llegada del AVE a Barcelona: el 21 de diciembre. “Es raro, porque cualquier retraso puede costarle muchas críticas y cualquier retraso no es descartable en una obra de este calibre”, aseguraba ayer a este periódico un directivo de la empresa. El encargado de las obras, Adif, señaló en cambio que se están cumpliendo los plazos previstos.

Pero las palabras pronunciadas ayer por Zapatero, a su visita por Barcelona, no dejan de ser una fuerte apuesta política. En la mente de todos están los quebraderos de cabeza que le dieron las obras del AVE a Francisco Álvarez Cascos cuando era ministro de Fomento, en 2003, llegando incluso a suspender los viajes promocionales que ya habían empezado y a destituir a varios miembros de su ministerio por los retrasos.

Algo así podría producirse ahora, lo que dejaría en mal lugar al presidente. Con un agravante: si finalmente el AVE a Barcelona no llega el 21 de diciembre, Zapatero habrá incumplido una promesa a falta sólo de tres meses para las elecciones generales en un tradicional feudo de votos socialistas y en unos comicios que además se prevén muy igualados. En las elecciones de 2003, el PSOE ganó al PP por 1,3 millones de votos y la diferencia en Cataluña a favor de los socialistas fue de 900.000 papeletas. Por eso, la apuesta es especialmente arriesgada.

500 millones para El Prat

La fecha de la llegada del AVE no ha sido la única buena noticia que ayer dio Zapatero a los catalanes en su primera visita a la ciudad después de que Barcelona se quedara hace diez días a oscuras durante 48 horas. El presidente también prometió adelantar la inversión de 500 millones de euros para la ampliación del aeropuerto de El Prat a este mismo año pese a que estaba prevista para 2010. Además, Zapatero recordó que el Estado ha invertido ya 800.000 millones en Cataluña, lo que supone un “incremento sustancial” respecto a la legislatura anterior.

La lluvia de millones para Cataluña no acabó ahí. El presidente anunció también mejoras en infraestructuras de transporte por carretera y la liberalización de los peajes. Para vigilar que estas inversiones se produzcan realmente dentro de los plazos previstos, Zapatero hará un seguimiento trimestral de las mismas.

Como suele ser habitual, esto ya ha provocado las primeras quejas del resto de las autonomías. Vicente Rambla, consejero de la Presidencia de la Generalitat valenciana, pidió a Zapatero que “adelante” también a Valencia las inversiones comprometidas “como ha hecho con Cataluña”. Rambla le recordó a Zapatero que Valencia es la comunidad que más crece en población y que necesita de ayuda del Estado para desarrollar las infraestructuras.

Más que sorpresa causó ayer en los pasillos de Renfe el anuncio del presidente del Gobierno de poner día y hasta casi hora a la llegada del AVE a Barcelona: el 21 de diciembre. “Es raro, porque cualquier retraso puede costarle muchas críticas y cualquier retraso no es descartable en una obra de este calibre”, aseguraba ayer a este periódico un directivo de la empresa. El encargado de las obras, Adif, señaló en cambio que se están cumpliendo los plazos previstos.