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Almunia apoya a Solbes frente a los anuncios electorales de Zapatero a 'golpe de chequera'
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Almunia apoya a Solbes frente a los anuncios electorales de Zapatero a 'golpe de chequera'

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, llegó ayer a Madrid y dejó dos asuntos claros. El primero, que no está disponible para sustituir a

Foto: Almunia apoya a Solbes frente a los anuncios electorales de Zapatero a 'golpe de chequera'
Almunia apoya a Solbes frente a los anuncios electorales de Zapatero a 'golpe de chequera'

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, llegó ayer a Madrid y dejó dos asuntos claros. El primero, que no está disponible para sustituir a Pedro Solbes como ministro de Economía en el caso de que éste abandone el cargo tras las próximas elecciones, como así se especulaba en los mentideros políticos; es más, si José Luis Rodríguez Zapatero se lo propusiera, lo rechazaría. El segundo, que apoya a Solbes en su defensa del superávit de las cuentas públicas frente a las tentaciones gastadoras del presidente y del PSOE, enfrascados en anunciar promesas para ganar las próximas elecciones generales a costa del presupuesto del estado. En realidad, a costa del ahorro público, una tarta que hasta julio superaba los 8.000 millones de euros.

Solbes defiende que siempre haya superávit para afrontar el periodo de vacas flacas, cuando éstas lleguen. Frente a él, se alzan seis meses de dura precampaña electoral y las presiones de sectores como el de Jesús Caldera, redactor del programa del PSOE y partidario de abrir la chequera pública. Así, Zapatero anunció en julio una paga de 2.500 euros para cada niño que nazca en España y, ya el pasado fin de semana, la subida de las pensiones mínimas. Por ahora no son anuncios de elevado coste -el primero supondrá 6.000 millones en total y las pensiones mínimas se cubren en su mayoría con las cotizaciones a la Seguridad Social-, pero Almunia optó por el cortafuegos, como lo advierte a otros países europeos cuando atraviesan un periodo electoral.

“Tener superávit no es un lujo, sino una necesidad”, sentenció Almunia en la inauguración del curso político del Foro de Nueva Economía. Es más, consideró que se cometería un “enorme error si, por razones electorales o por otras”, los políticos rompen con esta filosofía. El comisario solicitó a los partidos políticos "que expliquen muy bien cómo van a financiar sus promesas electorales y cuáles van a ser sus consecuencias" para la economía española. Almunia defendió mantener el superávit y pidió que el "calentamiento" de las posibles promesas, no suponga un "calentamiento" de la economía española que de al traste con las promesas electorales “y con la economía en sí misma”.

El ex secretario general del PSOE también esgrimió su capacidad para el estoque diplomático. Porque resaltó la importancia “de debatir cuáles son los instrumentos mejores” para fomentar la natalidad en España, pero no entró a valorar esos 2.500 euros que realizó el presidente del Gobierno en julio. En suma, Almunia defiende el debate y la posterior definición de una política de familia para España, en lugar de recurrir a los anuncios-estrella a los que es tan aficionado Zapatero.

La turbulencia financiera afectará ‘unas décimas’

Respecto al impacto en la UE de la turbulencia financiera surgida con la crisis de mercado hipotecario estadounidense, Almunia consideró que podría hacer bajar "unas décimas" el crecimiento de la zona euro en 2008, aunque el de este año no se verá afectado.

El comisario defendió en varios momentos la independencia del Banco Central Europeo para afrontar esta crisis, frente a las presiones políticas como la pretendida por el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Almunia puso el dedo en la llaga sobre el auténtico problema internacional surgido con la subprime norteamericanas: la incógnita reside en la confianza entre los agentes económicos y los inversores.

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, llegó ayer a Madrid y dejó dos asuntos claros. El primero, que no está disponible para sustituir a Pedro Solbes como ministro de Economía en el caso de que éste abandone el cargo tras las próximas elecciones, como así se especulaba en los mentideros políticos; es más, si José Luis Rodríguez Zapatero se lo propusiera, lo rechazaría. El segundo, que apoya a Solbes en su defensa del superávit de las cuentas públicas frente a las tentaciones gastadoras del presidente y del PSOE, enfrascados en anunciar promesas para ganar las próximas elecciones generales a costa del presupuesto del estado. En realidad, a costa del ahorro público, una tarta que hasta julio superaba los 8.000 millones de euros.

Pedro Solbes