Duran no se habla con Artur Mas desde hace meses: “Está harto de que tome decisiones sin consultarle”

La arena política catalana es una clase magistral donde se están dando lecciones de comunicación, de física, de informática e incluso de anatomía. “¿Has visto alguna vez que Unió Democràtica haya hecho un comunicado oficial quejándose de Convergència?”, dice un cargo de UDC cercano al líder de este partido, Josep Antoni Duran i Lleida. Y eso es precisamente lo que hizo Convergència Democràtica, liderada por Artur Mas, el pasado lunes: difundir un comunicado público pidiendo a sus socios democristianos que no hablasen sobre problemas internos de la coalición y que se dedicasen a trabajar de cara a la campaña electoral.

Poco le faltó a Duran para responder con contundencia: “Eso es como decirnos que nos tocamos los cataplines. Me da la sensación de que es una falta de respeto tremenda, porque aquí se trabaja, y mucho, desde hace tiempo”.

La acusación de los convergentes se había hecho mediante comunicado oficial de Convergència. La respuesta del democristiano llegó por las ondas, a través de los medios de comunicación. Porque ambos no se hablan a la cara desde hace días. “¡Con lo fácil que es coger un teléfono para decir ‘voy a presentar un proyecto’, por ejemplo! Lo que está haciendo Artur Mas es desleal”, exclama un dirigente democristiano. Así, si el diálogo nunca había sido fluido y este año estuvieron varios meses sin dirigirse la palabra, ahora la situación ya ha llegado a un extremo que las cúpulas de los dos partidos que forman la federación nacionalista consideran peligroso.

Gradualmente, la situación ha ido tensándose. Las juventudes de Convergència pidieron públicamente la ruptura de la federación. Luego, una plataforma liderada por un dirigente de CDC hizo lo mismo. Y desde el círculo más próximo a Artur Mas no se salió en ningún momento en defensa de sus tradicionales socios de Unió; es más, rieron “las gracias”. Ahora, la situación ha dejado de ser “anecdótica” y ya salpica a los principales dirigentes.

“Una relación peculiar”

“Duran está harto de que Mas tome decisiones unilaterales sin consultar con nadie, como la refundación del catalanismo o el pacto con el BNG y el PNV para poner o quitar presidente en la Moncloa -dice un alto dirigente de Unió-. ¿Cómo vamos a coaligarnos con los gallegos y los vascos si están en contra de que Zapatero comparezca en el Congreso para hablar del caos catalán? Ellos juegan a sus intereses”. Por ello, el líder de Unió quiere saber “con quién va y a dónde va, como ha dicho ya públicamente”.

Desde los dos partidos se admite que entre ambos “existe una relación peculiar” y que éste es un momento “delicado”, ya que la comunicación entre los máximos dirigentes está muy deteriorada y estamos en puertas de unas elecciones. El último órdago de Duran i Lleida ha sido congelar su nominación oficial como candidato de CiU en las legislativas hasta después de que Mas explique en una conferencia su “refundación del catalanismo”, prevista para el 20 de noviembre. “Necesitamos un poco de tranquilidad y queremos reconducir la situación. Esperamos que en unos pocos días podamos hacer que las aguas vuelvan a su cauce. No podemos aguantar esta situación dos meses, que son los que faltan para la conferencia convocada por Mas. Nos jugamos mucho”, señalan fuentes de CiU.

Los ciudadanos, de momento, han aprendido varias cosas: que Duran i Lleida y Artur Mas no se hablan. Que el primero tiene cataplines. Y que no se los toca, pero para eso ya tiene a Mas, que sí se los toca, aunque sea a través de la banda de Wifii.