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Varapalo de Rajoy a Solbes, al que acusa de ser un “pusilánime” y de tener poco peso en el Gobierno
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Varapalo de Rajoy a Solbes, al que acusa de ser un “pusilánime” y de tener poco peso en el Gobierno

Fue, sin duda, lo más notorio de la intervención del líder del PP, Mariano Rajoy, quien defendió por la mañana la enmienda a la totalidad de

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Varapalo de Rajoy a Solbes, al que acusa de ser un “pusilánime” y de tener poco peso en el Gobierno

Fue, sin duda, lo más notorio de la intervención del líder del PP, Mariano Rajoy, quien defendió por la mañana la enmienda a la totalidad de los Presupuestos presentada por su grupo: Rajoy cargó con inusitada dureza contra un Pedro Solbes que acusó el golpe, quizá porque no esperaba que el líder del PP se fuera a por él en lugar de a por Zapatero, que es lo que hace habitualmente. Rajoy quería minar la credibilidad de Solbes y su equipo había diseñado una estrategia en esa dirección.

Tras una dura crítica a las cuentas del estado para 2008, que calificó en repetidas ocasiones de “electoralistas”, Rajoy se dirigió al vicepresidente económico para recordarle cómo en varias ocasiones el Gobierno le había dejado a los pies de los caballos: “Está muy claro que los grandes anuncios electoralistas que están jalonando la aprobación de estos presupuestos no eran de su agrado”, dijo Rajoy. Y puso el ejemplo del anuncio de las ayudas directas por alquileres y cómo Solbes lo desautorizó.

“Después, desde la escalinata de La Moncloa, el presidente del Gobierno y la ministra le dejaron bien claro que su opinión era irrelevante”. Lo mismo ocurrió con el plan bucodental o la anunciada subida del Salario Mínimo: “Viene bien un ministro de Hacienda que se resiste, eso da una cierta buena imagen, pero al final se pliega y el presidente se queda tan contento”, afirmó Rajoy. Para el líder del PP, el ministro ha perdido todas sus batallas.

Por eso añadió que “a estas alturas de legislatura ya nadie sabe quién decide en el Gobierno las cuestiones económicas, si los otros ministros que le dictan medidas fiscales, si la Oficina Económica del Presidente –y menos mal que se fue el señor Sebastián, aunque siga por ahí-, o si los socios parlamentarios del Gobierno”. La conclusión, para Rajoy, es que este “proceder ciertamente pusilánime por su parte ha sido la mejor contribución a la falta de confianza que hoy reina en la economía española”.

Del tancredismo al ‘aquí no pasa nada’

Y es que, sin duda, si había algo que se percibía en la intervención de Rajoy, aunque no lo llegó a expresar así, era un reproche de fondo, un ya lo dije yo, propio de quien venía advirtiendo de que en economía no se estaban haciendo los deberes y ahora se pagan las consecuencias. Durante los primeros compases de esta legislatura, señaló Rajoy, “como el dinero era abundante y había crédito, se practicó el tancredismo y no se hizo nada por corregir” los principales desequilibrios de nuestra economía, sobre todo el exterior.

Ahora la situación económica amenaza tormentas, razón por la que Rajoy reprochó al Gobierno que “más les habría valido hacer unos presupuestos adecuados a la realidad que andar por ahí diciendo aquí no pasa nada y mostrando una visión rosácea de la situación”. Por ello, el líder del PP acusó al Ejecutivo de no transmitir confianza y, al contrario, “la política del Gobierno se centra en el abandono del interés general, en los intereses partidistas, en el electoralismo y en la visión sectaria de la sociedad”.

En esa misma línea, el líder del PP dijo que el Gobierno “tira de chequera para ocultar su fracaso político”, razón por la que estos Presupuestos “en lo económico son un freno; en lo político un retroceso; y, en lo moral, por uso partidista del dinero de todos los españoles, una indecencia”. Rajoy huyó del descenso a los temas sectoriales, en los que Solbes se defiende mejor que el líder del PP, y se fue a la cuestión de fondo, las malas perspectivas para nuestra economía.

Fue, sin duda, lo más notorio de la intervención del líder del PP, Mariano Rajoy, quien defendió por la mañana la enmienda a la totalidad de los Presupuestos presentada por su grupo: Rajoy cargó con inusitada dureza contra un Pedro Solbes que acusó el golpe, quizá porque no esperaba que el líder del PP se fuera a por él en lugar de a por Zapatero, que es lo que hace habitualmente. Rajoy quería minar la credibilidad de Solbes y su equipo había diseñado una estrategia en esa dirección.

Mariano Rajoy Pedro Solbes