Madrid se adelanta y rebaja en un punto el Impuesto sobre el Patrimonio para suprimirlo en 2010

La Comunidad de Madrid adoptó ayer una medida inédita hasta ahora en la historia fiscal española: reducir en un punto el Impuesto sobre el Patrimonio para suprimirlo en el año 2010 y rebajar en otro punto el Impuesto sobre la Renta (IRPF) en la parte que le corresponde, que es el tramo autonómico. La decisión, que entrará en vigor el 1 de enero de 2008, se adopta en consonancia con la soberanía que establece el actual sistema de financiación y augura el inicio de una carrera de rebajas fiscales entre las comunidades.

La reducción del Impuesto sobre el Patrimonio adoptada por Esperanza Aguirre supone 700 euros de ahorro medio para los 170.000 madrileños que pagan esta carga tributaria e implicará que Madrid dejará de recaudar 130 millones de euros. El tipo máximo quedará en el 1,5% (actualmente está en el 2,5%) y en el 0,18% el tipo mínimo, casi su práctica eliminación. Este impuesto se simplifica, al reducirse a seis tramos, aunque mantiene su progresividad.

Por su parte, la rebaja de un punto en el tramo IRPF equivale a una reducción media de 80 euros para las 2.700.000 personas que cotizan en la región. La medida adoptada por Madrid implica 50 euros de media, mientras que los otros 30 es fruto de aplicar en la parte autonómica la última reforma del impuesto adoptada por el Gobierno de España. Las dos rebajas están contempladas en el anteproyecto de ley de medidas fiscales que fue enviado ayer para su consulta al Consejo Económico y Social.

El Impuesto sobre el Patrimonio es una figura tributaria cedida por el Estado a las comunidades autónomas y que afecta en España a quienes tengan una propiedad que valga más de 108.182,18 euros (excluídas las deudas hipotecarias) o siempre que sus bienes superen los 601.012,10 euros. Sin embargo, la Comunidad de Madrid elevó el umbral del mínimo exento, por lo que allí tributan aquellos cuya propiedad tenga un valor superior a los 112.000 euros (150.000 en el caso de la vivienda habitual).

El Impuesto sobre el Patrimonio lo pagan en España cerca de un millón de personas y supone unos ingresos totales para las arcas autonómicas de 1.400 millones de euros, concepto que para Madrid equivale a unos ingresos anuales de 430 millones (cerca del 2% del presupuesto total de este año).

El objetivo de Aguirre es suprimirlo en el año 2010. Dos son sus principales argumentos. El primero, que de toda la Unión Europea, sólo está vigente en Francia, España y Suecia, país este último que lo suprimirá el próximo año. El segundo, que supone una doble imposición sobre la propiedad, que también se grava en el IRPF.

El conjunto de beneficios asociados a las medidas fiscales aprobadas por el Gobierno regional afectarán a cerca de tres millones de madrileños y supondrá un ahorro a los contribuyentes de más de 1.400 millones de euros, según la nota de prensa difundida por el Ejecutivo madrileño. Los principales beneficiaros serán las familias, los jóvenes y los trabajadores madrileños.

Creadores de riqueza vs. mileuristas

Aguirre aspira a difundir una imagen de Madrid como la de una comunidad 'business friendly', atractiva para los inversores "que quiere que vengan aquí los creadores de riqueza, prosperidad, bienestar y empleo y vamos a remover todos los obstáculos que lo dificultan".

El Ejecutivo madrileño baraja la hipótesis de que la rebaja del Impuesto sobre el Patrimonio estimulará la actividad económica y aumentarán sus cotizantes, que pasarán de 170.000 a 200.000 personas. Como prueban esgrime lo ocurrido con la rebaja del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, adoptada en 2006. El número de contribuyentes se multiplicó por seis, aunque la recaudación total se redujo (de 370 millones en 2006 a 291 millones para este año).