Zapatero recibe una llamada de Aznar por primera vez en tres años de silencio: “Ha estado casi cariñoso”

Por fin conversaron. José Luis Rodríguez Zapatero y José María Aznar no sienten precisamente simpatía mutua; entre ellos fluye el desprecio y el rencor desde la tragedia de 2004. Pero ayer obró el milagro. El ex dirigente popular llamó al Rey Juan Carlos y después al presidente socialista para agradecerles su defensa ante el presidente venezolano, Hugo Chávez, que lo tildó de “fascista”. “Ha estado casi cariñoso”, resumió el presidente del Gobierno a su entorno al colgar el teléfono.

Han pasado cerca de cuatro años desde la última vez que Aznar llamó por teléfono a Zapatero. Ocurrió en la noche electoral del 14 de marzo de 2004, cuando el aún presidente del Gobierno telefoneó al dirigente socialista para felicitarle por los resultados: el PP había perdido las elecciones, tres días después de los atentados del 11-M. Tras aquella llamada de rigor, ni una conversación telefónica más hasta la efectuada ayer, que duró unos diez minutos.

Por lo que ha trascendido del contenido de la conversación, ambos han hecho gala de (casi) un buen rollo inédito en su relación como políticos en los últimos tres años. Mientras el líder socialista acababa de depositar una ofenda floral ante las víctimas de la dictadura argentina le llegó la llamada de su antecesor en La Moncloa.

- “He actuado de acuerdo a mis principios y al respeto que se merece cualquier persona que sea elegida democráticamente por los ciudadanos para la presidencia de nuestro país”, respondió Zapatero a un Aznar agradecido.

- “Lo cortés no quita lo valiente”, contestó Aznar con cariño.

A Zapatero no le dolió en prendas reconocer ante la prensa el gesto de Aznar. En público agradeció su llamada telefónica, mientras los medios de todo el mundo y las webs de Internet repicaban ad infinutum los insultos del presidente venezolano, el discurso de Zapatero interrumpido por el ex militar y el monarca espetando: "¿Por qué no te callas?"

Ocurrió al término de una tensa Cumbre Iberoamericana en la que colisionaron dos modelos de continente. Las democracias de corte occidental (abiertas a EEUU) frente al populismo de Chávez, Daniel Ortega (Nicaragua) o Evo Morales (Bolivia), que basan su política en la creación de un enemigo exterior común: España, que protagoniza presuntas maniobras contra ellos y se ha embarcado en una segunda conquista porque las empresas españolas tienen adjudicados los servicios básicos (luz, agua, teléfono…).

Ortega y Fenosa

Una vez terminada la Cumbre, Daniel Ortega se acercó a la delegación española para pedir excusas por si se había excedido con sus palabras, ya que su intención era referirse a una sola empresa, Unión Fenosa (la llamó "mafiosa"). La eléctrica gallega corta durante unas horas la luz en la zona comercial de Managua por la acumulación de impagos de los comerciantes, lo que origina algaradas callejeras en la capital.

Hugo Chávez, lejos de callarse, replicó ayer a don Juan Carlos que "el Rey será Rey, pero no me puede hacer callar". Y recordó que él había sido elegido por los venezolanos por tres veces. "Allá él, pero reclamo respeto, porque yo soy también un jefe de Estado y electo democráticamente", destacó mientras reiteraba todo lo que había dicho sobre Aznar. A saber: “fascista” en sus múltiples variables, sin olvidar sus tradicionales insultos como que es “la calaña de Adolfo Hitler” o representante “de la extrema derecha fascista mundial”.