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Zapatero, en la presentación de su hagiografía: "pienso invitar a Aznar a comer"
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Zapatero, en la presentación de su hagiografía: "pienso invitar a Aznar a comer"

El español más optimista a este lado del Atlántico saca una lección positiva de la Cumbre Iberoamericana: la llamada de José María Aznar agradeciéndole que lo

Foto: Zapatero, en la presentación de su hagiografía: "pienso invitar a Aznar a comer"
Zapatero, en la presentación de su hagiografía: "pienso invitar a Aznar a comer"

El español más optimista a este lado del Atlántico saca una lección positiva de la Cumbre Iberoamericana: la llamada de José María Aznar agradeciéndole que lo defendiera ante Hugo Chávez. Relajado y zumbón, José Luis Rodríguez Zapatero relató ayer su conversación telefónica con el ex presidente del Gobierno, con el que no hablaba desde 2004, durante la presentación de su hagiografía titulada Madera de Zapatero. Retrato de un presidente. En el cóctel posterior, reconoció a un grupo de periodistas que piensa invitar a Aznar a comer, "no va a ser ahora y no os enteraréis cuándo será".

Estaba contento, se ve que los idus demoscópicos le son favorables, y agradecido por introducir normalidad en su relación con su antecesor. "Era imposible que un presidente saliente no se hablara con el entrante. Es distinto del jefe de la oposición, porque el aspirante tiene que golpear al líder", destacó en símil pugilístico ante los periodistas. ¿Y quién golpea más? "Aznar me arrea más que [Mariano] Rajoy".

Su ocurrente relato del diálogo con Aznar despertó las carcajadas del público. Tan impactado estaba de la llamada de su antecesor que pidió que comprobaran antes su autenticidad. Esperó en el coche hasta que sonó el teléfono:

Zapatero.- ¿Qué tal... Aznar? (carcajadas de la audiencia)

ZP.- Lo he hecho porque son esos mis principios y porque no es aceptable que en un acto oficial de esta naturaleza se produzca esta circunstancia.

"La verdad es que la conversación fue agradable", reconoció Zapatero. Pensó que no podía cortar ahí su diálogo con Aznar, "debía predicar con el ejemplo del talante y le dije que a ver si un día nos veíamos". Más carcajadas. "Y él me dijo que por supuesto, tú eres el presidente, me llamas cuando quieras". (escuchar el relato). También explicó que, en su intervención final en la Cumbre, el rey saltó como un resorte para que Chávez "dejara hablar a España".

Zapatero no pierde oportunidad para golpear al contrario, y menos en la presentación de un elogio a su persona del grosor de 235 páginas obra de Suso de Toro, un escritor que vio la luz y la fama con sus crónicas en El País del accidente del Prestige. El libro compara al presidente con el mito del rey Arturo, por extraer la espada -la secretaría general- de la piedra socialista. Tanto admira el autor a su biografiado que ayer recurrió a más escenarios para situar al personaje: le comparó con una estrella del rock y con un campeón mundial de boxeo. ¿Es Zapatero perfecto? Su hagiógrafo responde que no del todo: "se droga con cacahuetes y pepsi-cola" y "es algo chulo".

"He leído con agrado las cosas que dicen de mi los amigos", talanteó Zapatero a la concurrencia. ¿Para qué mostrarse pudoroso? "Es mejor decir la verdad" y esperar que el lector entienda "algunas exageraciones".

El español más optimista a este lado del Atlántico saca una lección positiva de la Cumbre Iberoamericana: la llamada de José María Aznar agradeciéndole que lo defendiera ante Hugo Chávez. Relajado y zumbón, José Luis Rodríguez Zapatero relató ayer su conversación telefónica con el ex presidente del Gobierno, con el que no hablaba desde 2004, durante la presentación de su hagiografía titulada Madera de Zapatero. Retrato de un presidente. En el cóctel posterior, reconoció a un grupo de periodistas que piensa invitar a Aznar a comer, "no va a ser ahora y no os enteraréis cuándo será".