“Española, no has aprendido la lección, te vamos a matar”

Ha sufrido cinco agresiones desde septiembre. A la candidata vasca del PP, que iba de relleno en las listas de un pueblo en las pasadas elecciones, se le ocurrió matricularse en la Universidad del País Vasco. Desde entonces, su vida es una pesadilla. Encapuchados radicales, siempre diferentes, siempre de noche, la atacan en el campus a la salida de clase. Por mucho que ella extreme la vigilancia, aparecen de repente en la oscuridad y se lanzan en su caza. “Española, no has aprendido la lección, te vamos a matar”, le gritaron el lunes mientras la zarandeaban y escupían, al tiempo que ella huía aterrorizada hacia su coche. “Siento impotencia y rabia porque la gente mira para otro lado, porque la sociedad está narcotizada ante la falta de libertad que tenemos y no reacciona”, se lamenta esta mujer que sólo pide una cosa: preservar su intimidad.

La segunda agresión fue terrorífica. “Aparecieron de la nada”, eran cinco hombres. Le empezaron a empujar e insultar, llamándola “facha de mierda”, “española”. “Eché a correr. Cuando llegué al aparcamiento vi que debajo de mi coche había una caja blanca como si fuera una bomba. ¿Qué podía hacer? Pero mientras corría pensé: ‘soy tan poca cosa que van a gastar una bomba conmigo’, así que cogí la caja, la saqué y me encerré en el coche con un ataque de nervios”. La caja estaba llena de heces y de piedras de gran tamaño. Simulaba un explosivo.

La conversación con El Confidencial es telefónica bajo la condición de no revelar detalles que puedan identificarla. Entre otras cosas porque su familia no sabía hasta ayer que había dado su nombre para rellenar la lista del PP en Leioa (Vizcaya). En su entorno están asustados y ella intercala las lágrimas con un relato tajante y claro sobre las agresiones que sufre. Y el miedo. El lunes, tras interponer la segunda denuncia, accedió a que el PP vasco revelara su caso, pero sin aportar su nombre.

La víctima es una mujer trabajadora que cursa por las tardes Relaciones Laborales en el campus de Leioa, una formación muy demandada por simpatizantes del sindicato proetarra LAB. Las agresiones comenzaron a las dos semanas de iniciados los estudios. Cinco encapuchados se abalanzaron sobre ella cuando cruzaba un puente peatonal del recinto universitario. “Facha de mierda”, “sabemos quién eres”, “te vamos a matar”, “vete a tu país”… “Lo que más me asustó fue que me llamaban por mi nombre”. La mujer escapó a la carrera y logró refugiarse en su coche. Temblaba. Lo agresores comenzaron a zarandear el vehículo. “Lo movían tanto que no podía meter la llave”. Ella tocaba la bocina. “Toqué el claxon como una loca durante cinco minutos, pero nadie me ayudó. Podía estar siendo asesinada o violada, pero nadie vino a ayudarme”.

Las agresiones contra esta candidata del PP van en aumento desde entonces. “Otro día también me zarandearon el coche a lo bestia. No conseguía meter la llave en la cerradura, se me calaba el coche constantemente. Yo gritaba aterrorizada”. Ella siempre se dirige con cuidado hacia el aparcamiento del campus, vigilando que nadie le aceche, deja el coche en un lugar luminoso, mira por debajo del coche al salir del aula… Pero surgen de improviso, entre las sombras.

La última agresión fue la del lunes, cuando seis encapuchados la asaltaron a las siete y media de la tarde. “No sé de dónde aparecieron. Me rodearon, empezaron a escupirme, a gritar ‘facha’, ‘pepera’, ‘española’, ‘no has aprendido la lección’, ‘te vamos a matar’, ‘te vamos a limpiar el forro’… No sé cómo, pero les empujé, me metí en el coche, arranqué y di marcha atrás. A uno le pisé el pie. Conduje como un zombie, llamé al 112 y me fui a la comisaría de la Ertzaintza a poner la denuncia”.

“Es increíble que la sociedad no reaccione”