El Gobierno salva a la ministra Álvarez gracias al apoyo de dos tránsfugas

Por los pelos. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, logró salvar la reprobación a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, con el apoyo de los dos tránsfugas, Joaquín Calomarde (ex del PP) y el escindido de CC, Román Rodríguez, que hay en el Congreso. El resultado de la votación fue de 170 votos a favor de la censura de la ministra –los diputados del PP, CiU, ERC, IU y CC- y 173 en contra (PSOE, PNV, BNGA y los dos tránsfugas), mientras que faltaron siete parlamentarios.

Los nacionalistas de PNV y BNGA contribuyeron a salvar a Álvarez. Medió la chequera del dinero público. El PNV sacó tres proyectos industriales, a incluir en los Presupuestos Generales del Estado para 2008, lo que se suma al intercambio de apoyos para las cuentas del Ejecutivo vasco y el nuevo Cupo. Mientras, los nacionalistas gallegos apoyaron a los socialistas por ser socios ambos del Gobierno gallego. Los votos de sus portavoces fueron recibidos por el resto de los diputados con exclamaciones jocosas, al tiempo que el impulsor de la reprobación, Joan Herrera (ICV) reconocía que el BNGA le había prometido la abstención. Habrá que esperar, dijo, a ver qué han sacado de los Presupuestos, que se dirimen en el Senado.

La ministra salió del Hemiciclo contenta y “agradecida a los que me han apoyado”. Tres votos la separaron de la censura del Congreso. Zapatero decía con sorna que “esta era la votación que iba a ganar Eduardo Zaplana”, mientras que el portavoz del PP respondía que le halagaba que le diera importancia, pero “no esperaba que salvara la votación con dos tránsfugas”.

Los que más sufrieron fueron los socialistas catalanes. El PSC anunció su apoyo a la ministra porque, en palabras de su portavoz, Daniel Fernández, después de que Zapatero haya asumido personalmente la responsabilidad del caos ferroviaria, a tres semanas del fin de la legislatura y en plena campaña, la reprobación “solo se explica desde una perspectiva claramente electoralista”.

Todos los grupos tocaron a rebato a sus diputados. María Salom (PP), que acaba de dar a luz, fue la primera en votar, por deferencia del presidente, Manuel Marín. También estaba Rogelio Baón (PP) gravemente enfermo, mientras que se notó la ausencia de Begoña Lasagabaster (EA) y Uxue Barkos (Na-Bai) que, al menos la segunda, hubiera podido decantar el resultado.

Abucheos en la cámara

Fue una de las votaciones más reñidas de la legislatura: salvada por tres votos. Hasta la propia Álvarez se levantó para votarse a sí misma, en una escena en la que no libró de un sonoro abucheo. La misma suerte corrieron los dos tránsfugas y los portavoces nacionalistas.

Durante el debate, Joan Herrera defendió que con la ministra el Gobierno está atrapado en la “no asunción de error alguno" y "en la prepotencia y arrogancia". En un juego de palabras con el lema de la precampaña del PSOE, el ecosocialista se dirigió a un Zapatero ausente para reprocharle que “el tiempo no te cambia cuando te equivocas y rectificas”. Herrera reclama desde el inicio de la legislatura un cambio de prioridades en el modelo ferroviario a favor de las Cercanías, que utilizan la mayoría de los catalanes. Y enfatizó que los problemas no surgieron de los recientes socavones de las obras, sino de los más de 500 incidentes detectados en los trenes de cercanías.