El PSOE expulsó el martes oficialmente a Antonio Aguirre por denunciar las conversaciones entre Patxi López y Batasuna

La Comisión de Ética y Garantías del PSOE expulsó el martes definitivamente del partido al ex dirigente socialista vasco Antonio Aguirre por el hecho de denunciar las conversaciones entre Patxi López y la ilegal Batasuna durante el fracasado 'proceso de paz' de José Luis Rodriguez Zapatero. Aguirre anunció que recurrirá a la justicia al entender que la dirección del PSOE ha violado su derecho fundamental a la libertad de expresión.

Aguirre realizó sus declaraciones críticas contra el secretario general de los socialistas vascos como portavoz del Foro de Ermua y cuando explicaba la denuncia interpuesta por este movimiento cívico contra las reuniones de López con la ilegalizalizada Batasuna. Los estatutos del PSE-PSOE incluyen que no se pueden realizar críticas públicas contra las decisiones adoptadas por la dirección del partido, pero Aguirre defiende que antes que nada está el ejercicio de sus derechos fundamentales, que deben primar sobre las normas internas de un partido político, y sostiene la Comisión de Ética se negó a aceptar la mayoría de las pruebas que él había presentado. El proceso de expulsión se inició el año pasado, nada más realizar sus declaraciones.

Este ex dirigente vasco fue agredido por un militante del PNV cuando acudió al Palacio de Justicia de Bilbao como uno de los autores de la denuncia contra el lehendakari del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, por reunirse con los líderes de la ilegal Batasuna Arnaldo Otegi y Rufi Etxebarria. (ver noticia).

Su intención es utilizar ante la Justicia el precedente de Marcos Merino, ex vicesecretario general del PSE que tuvo que ser readmitido el año pasado junto con 17 militantes más después de una resolución judicial firme y de que el partido pagara una multa de 601.000 euros (cien millones de pesetas) por incumplir la sentencia, tal y como reveló este diario. Al regresar, el grupo volvió a ser mayoría en la agrupación de Sestao y hoy Merino es el alcalde de la localidad vizcaína, municipio que el PSE estuvo en la oposición durante el tiempo que este dirigente estuvo expulsado.