Es noticia
'Totana Connection': Núñez Arias, el abogado gallego que quiso construirse una ciudad de vacaciones en Murcia
  1. España

'Totana Connection': Núñez Arias, el abogado gallego que quiso construirse una ciudad de vacaciones en Murcia

De Pontevedra a Murcia. De letrado laboralista a empresario imputado en un caso de corrupción urbanística y blanqueo de capitales. La historia del gallego Manuel Núñez

Foto: 'Totana Connection': Núñez Arias, el abogado gallego que quiso construirse una ciudad de vacaciones en Murcia
'Totana Connection': Núñez Arias, el abogado gallego que quiso construirse una ciudad de vacaciones en Murcia

De Pontevedra a Murcia. De letrado laboralista a empresario imputado en un caso de corrupción urbanística y blanqueo de capitales. La historia del gallego Manuel Núñez Arias, conocido abogado en Galicia que llegó a ser socio del despacho de Garrigues Walker, se truncó en Totana, precisamente la tierra de los conocidos juristas, donde este selfmade man pretendía pegar su propio pelotazo urbanístico para construirse su ciudad de vacaciones en Murcia.

En Galicia se preguntan cómo es posible que a este hombre le recalificaran 2,2 millones de metros cuadrados en la huerta murciana. Anteayer, agentes de la Guardia Civil le detenían junto a su socio como dueños de la inmobiliaria Nuaria y registraban su impresionante chalet de A Ramallosa. Los otros detenidos fueron dos intermediarios, un miembro del ‘clan de los Recoveros’ de Totana y una sexta persona cuya identidad no ha trascendido. En la trama están involucrados asimismo el ex alcalde de la localidad, su ex mujer y su amante brasileña.

Núñez Arias comenzó su carrera como letrado sindical. En los 80 abrió su propio bufete, desde el que intervino en numerosas suspensiones de pagos en Galicia. Una década más tarde comenzó su despegue profesional. En esa época llegó a defender como abogado los intereses de los hijos del empresario David Fernández, tras el asesinato en Nigrán en 1994 a manos de dos policías. También representó a Segundo Rodríguez, en la batalla judicial que inició contra su hermano Francisco y que acabó destapando el caso de la adjudicación del Puerto de Sada.

Ruina y reflote gracias a un socio canario

A principios del 2000, comenzaron los problemas. Sus oficinas fueron embargadas por Bankinter para atender las deudas que había contraído por créditos impagados. Sus impresionantes propiedades en A Ramallosa, en el concello de Nigrán, fueron intervenidas por el Banco Pastor y por el Juzgado a instancias de uno de sus antiguos socios. Hacienda investigó asimismo algunas de las actividades que desarrollaba. Por aquel entonces, ya había comenzado su actividad empresarial.

"En el año 2002 estaba totalmente arruinado. Le habían embargado la casa y las cosas le iban fatal", publica Faro de Vigo, que cita a uno de sus colaboradores más próximos de aquellos años. Pero la suerte le volvió a sonreir cuando, junto a un socio canario, se hace con Transportes de Tenerife, compañía que tenía en propiedad importantes solares en aquella Isla. Ahí se produce el gran despegue económico de Manuel Núñez.

El espaldarazo de Tenerife le sirvió para crear el Grupo Nuaria, actualmente integrado por siete empresas, cuya actividad principal se centra en el sector inmobiliario, de la construcción y de la comercialización, aunque también participa en negocios del sector de la alimentación.

Nuaria lo conforman A&UGA (Arquitectura, Ingeniería y Urbanismo de Galicia), dedicada a la redacción de proyectos urbanísticos, así como la dirección de obras; Inmonuar, sociedad inmobiliaria; Parking Nuar o Conycase -tal como figura en el Registro Mercantil- , que gestiona aparcamientos vigueses; Perconiza, dedicada a la venta de materiales para la construcción; Hogarhotel, que distribuye diversos productos en venta directa; Autesa (Autocares de Tenerife); y Senga, dedicada a la alimentación.

De Pontevedra a Murcia. De letrado laboralista a empresario imputado en un caso de corrupción urbanística y blanqueo de capitales. La historia del gallego Manuel Núñez Arias, conocido abogado en Galicia que llegó a ser socio del despacho de Garrigues Walker, se truncó en Totana, precisamente la tierra de los conocidos juristas, donde este selfmade man pretendía pegar su propio pelotazo urbanístico para construirse su ciudad de vacaciones en Murcia.