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Unidos frente al terrorismo

Lo nunca visto. Todos unidos frente al terrorismo para "derrotar a ETA" con la fuerza del Estado de Derecho. Nunca antes se habían juntado partidos, patronal

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Unidos frente al terrorismo

Lo nunca visto. Todos unidos frente al terrorismo para "derrotar a ETA" con la fuerza del Estado de Derecho. Nunca antes se habían juntado partidos, patronal y sindicatos para escenificar la condena de un atentado terrorista, el ocurrido el sábado en Francia cuando un comando acabó con la vida del guardia civil Raúl Centeno Pallón, 24 años, mientras su compañero Fernando Trapero Blázquez, 23 años, permanece en coma profundo, sin actividad cerebral, en un hospital de Bayona. Habría que remontarse a la década pasada, a la época de Ajuria Enea, para encontrar un gesto político similar, donde se busque lo que une en lugar de lo que separa. PSOE, PP, CiU, ERC, PNV, IU, BNG. Hasta 17 organizaciones convocaron a una concentración para el próximo martes, en Madrid, bajo el lema: "Por la libertad y para la derrota de ETA".

Todos estaba algo descolocado con el nuevo papel. El portavoz socialista, Diego López Garrido, insistía en resaltar lo que les une al PP, un comunicado conjunto como elemento que "contribuye a fortalecer esta unidad de ahora en adelante". Mientras, el secretario general del PP, Ángel Acebes, se defendía de alguna pregunta e iba a lo básico: que ellos apoyan cualquier iniciativa que contribuya a la derrota de ETA, en especial en un día tan dolosoro como el sábado. De oficio, los populares dejaron constancia en la reunión que reclaman la ilegalización de ANV y del PCTV-EHAK, al ser brazos políticos de la banda terrorista. Luego, López Garrido envió un mensaje de largo alcance: sigue vigente la ley de partidos, osea, sigue abierta la puerta de las ilegalizaciones a las formaciones que no condenen la violencia.

En el ambiente había un cierto vértigo ante el salto cualitativo de ETA: por primera vez en treinta y un años se atrevía a asesinar a quemarropa en Francia, allí donde se refugia. Era una posibilidad que auguraban los especialistas. Pero la república gala no se anda con chiquitas y lleva tiempo acumulando razones para actuar con más fuerza contra la banda y su mundo, no en vano este verano se llevaban registrados más de treinta ataques anónimos con artefactos incendiarios contra inmobiliarias, oficinas de turismo y casas de jubilados de Aquitania, bajo la bandera de una presunta lucha contra la especulación inmobiliaria y con el lema: "Euskal Herria no está en venta". Premeditado o no, el atentado de ETA es visto como suicida por los expertos.

El primero en reaccionar ante el atentado fue el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien resaltó desde La Moncloa la juventud de ambos funcionarios, que entregaron su vida "por nosotros y por nuestra libertad", sacrificio del que "permanecerá para siempre" el reconocimiento y el dolor por esta pérdida. Solemne, vestido de oscuro, Zapatero resaltó la unión de los demócratas: "Defenderemos nuestra libertad frente a cualquier tipo de coacción", frente a unos etarras que "jamás conseguirán nada con la violencia".

"Pagarán por ello". Es de destacar que, en su declaración, el presidente se comprometió a que el Gobierno perseguirá a los autores del atentado "y a quienes les apoyan" y cumplirán íntegramente la condena que establezca la justicia. El Código Penal incluye el cumplimiento íntegro de las penas para los terroristas, pero el hecho de que Zapatero lo quisiera resaltar implica que, en teoría, el presidente cierra la puerta a rebajar las penas a estos asesinos en una ulterior negociación con ETA. En dos ocasiones hizo un reconocimiento explícito a la labor de la Guardia Civil y del resto de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Un gesto para la historia. Por primera vez en 40 años de terrorismo, el embajador de Francia asistió a una condena de un atentado de ETA junto a un presidente español. Con el rostro muy serio, Bruno Delaye, que así se llama el diplomático, estuvo sentado en la primera fila de la sala de prensa de La Moncloa. No quiso hacer declaraciones, pero reconoció dos motivos para su presencia: el atentado ocurrió en suelo francés y trabajan codo con codo con los españoles en el combate frente a ETA. "Somos solidarios en esta lucha".

El presidente canceló su agenda del fin de semana. Incluido el acto donde el PSOE iba a celebrar el XXV aniversario de su famoso triunfo, con la asistencia de Felipe González y Alfonso Guerra juntos, por primera vez desde que hace más de diez años rompieran toda relación. En el acto, el presidente del partido, Manuel Chaves, leyó un comunicado de condena y toda la plana mayor del PSOE guardó un minuto de silencio.

Y Zapatero llamó a Rajoy... para leerle un teletipo

El atentado terrorista cogió al líder del PP, Mariano Rajoy, en pleno acto de clausura de la Conferencia Política sobre el modelo de Estado organizada por su partido. Por primera vez en muchos meses, el presidente del Gobierno se puso en contacto telefónico con el líder del principal partido de la oposición.

Poco antes de las once de la mañana, cuando intervenía en el acto el coordinador del Programa Electoral, Juan Costa, el líder del PP recibió una llamada en su móvil de Zapatero. La conversación fue escueta, Es más, según fuentes del PP consultadas por este diario, no pasó de una mera información de los hechos por parte del presidente del Ejecutivo al líder del PP, tan somera que, según estas fuentes, “prácticamente estaba calcada de los teletipos”.

Ningún detalle adicional. Ni siquiera una invitación a tratar el asunto personalmente. Ni mucho menos información sobre la reunión que, al mismo tiempo, desde Ferraz se estaba convocando para la tarde en el Congreso de los Diputados. Fue José Blanco, secretario de Organización del PSOE, quien a renglón seguido de la llamada de Zapatero a Rajoy se puso en contacto con el secretario general del PP, Ángel Acebes, para informarle de la misma.

Rajoy subió a la tribuna con evidente gesto de gravedad. Interrumpido por vivas a la Guardia Civil, transmitió el pesar del PP por esta muerte a la familia del agente asesinado y a todo el Cuerpo del que dijo que trabaja con “empuje, coraje y determinación” en la defensa de las libertades de todos los españoles. Rajoy expresó su apoyo al Gobierno en la lucha contra ETA y antes de continuar el acto todos los asistentes guardaron un minuto de silencio.

Posteriormente, Rajoy emitió una declaración de condena en la que recuerda que España es una nación de 45 millones de habitantes, la nación más vieja de Europa y que ha pasado "por muchos avatares a lo largo de su historia" y "un grupo terrorista no va a ganar jamás esta batalla”. Y concluyó solemne: “Derrotaremos a ETA y recuperaremos los derechos de los ciudadanos, que lo sepan todos los españoles, vamos a derrotarlos”.

Lo nunca visto. Todos unidos frente al terrorismo para "derrotar a ETA" con la fuerza del Estado de Derecho. Nunca antes se habían juntado partidos, patronal y sindicatos para escenificar la condena de un atentado terrorista, el ocurrido el sábado en Francia cuando un comando acabó con la vida del guardia civil Raúl Centeno Pallón, 24 años, mientras su compañero Fernando Trapero Blázquez, 23 años, permanece en coma profundo, sin actividad cerebral, en un hospital de Bayona. Habría que remontarse a la década pasada, a la época de Ajuria Enea, para encontrar un gesto político similar, donde se busque lo que une en lugar de lo que separa. PSOE, PP, CiU, ERC, PNV, IU, BNG. Hasta 17 organizaciones convocaron a una concentración para el próximo martes, en Madrid, bajo el lema: "Por la libertad y para la derrota de ETA".