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El Manhattan de Cullera: de un campo de naranjos a una treintena de rascacielos
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El Manhattan de Cullera: de un campo de naranjos a una treintena de rascacielos

Treinta y tres rascacielos de 25 alturas más dos torres de 40 pisos al borde del mar. No es Manhattan, es Cullera, una localidad valenciana de

Foto: El Manhattan de Cullera: de un campo de naranjos a una treintena de rascacielos
El Manhattan de Cullera: de un campo de naranjos a una treintena de rascacielos

Treinta y tres rascacielos de 25 alturas más dos torres de 40 pisos al borde del mar. No es Manhattan, es Cullera, una localidad valenciana de 23.200 habitantes sita en la desembocadura del río Júcar que ha visto cómo la Generalitat daba la semana pasada luz verde al plan que permitirá levantar 4.883 viviendas en altura donde hoy tan sólo hay naranjos. Al proyecto le acompaña la polémica: no tiene garantizados ni el agua ni las carreteras de acceso.

Y es que el Plan de la Vega, que no cuenta con el visto bueno ni del Gobierno ni de la Confederación del Júcar, se ha aprobado bajo condiciones. Una de ellas es que el Ayuntamiento de Cullera no podrá conceder licencias de ocupación de las casi 5.000 viviendas (de ellas, 1.171 protegidas) hasta que estén listos los accesos de agua y viales. Esto podría derivar en la tesitura de que las casas estén construidas pero no las infraestructuras, con lo que no podrían ser ocupadas.

Hoy por hoy, Cullera no disfruta de la concesión de aguas subterráneas porque la Confederación Hidrográfica del Júcar aún no ha resuelto los expedientes. Además, Cullera soporta un tráfico de 18.000 vehículos diarios, y con el Manhattan serán 35.000.

El diseño urbanístico del megaproyecto, que ha corrido a cargo del Instituto Valenciano de Vivienda (Ivvsa), contempla una densidad de edificabilidad de hasta 111 pisos por hectárea sobre los 610.340 metros cuadrados que contempla el plan, informa el diario Levante.

El Manhattan de Cullera se enmarca en un contexto de reactivación de planes inmobiliarios por parte de la Generalitat valenciana. De hecho, el conseller de Medio Ambiente, José Ramón García Antón, ha anunciado su intención de dar salida al más de centenar de PAIs que se agolpan en esta comunidad, para tranquilizar a los promotores urbanísticos de la zona, ante el parón que sufre el sector.

Treinta y tres rascacielos de 25 alturas más dos torres de 40 pisos al borde del mar. No es Manhattan, es Cullera, una localidad valenciana de 23.200 habitantes sita en la desembocadura del río Júcar que ha visto cómo la Generalitat daba la semana pasada luz verde al plan que permitirá levantar 4.883 viviendas en altura donde hoy tan sólo hay naranjos. Al proyecto le acompaña la polémica: no tiene garantizados ni el agua ni las carreteras de acceso.