Moratinos reconoce a un señor de la guerra de Somalia su intermediación para la liberación de las cooperantes

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, desmintió ayer que se haya pagado rescate alguno a los secuestradores de la cooperante española Mercedes García y de la argentina Pilar Bouza, liberadas ayer en Somalia. Al mismo tiempo, expresó su agradecimiento a un señor de la guerra somalí, líder de un grupo que tiene en su haber un largo historial de presuntos secuestros, entre ellos el de un atunero español y de dos barcos coreanos, así como el intento de secuestro de otros dos buques españoles.

Ese señor de la guerra, general Mohamud Muse Hersi (Adde Muse), 'preside' la autoproclamada república somalí de Puntland, que nunca ha sido reconocida por ningún organismo internacional incluida la Unión Africana. Sin embargo, Moratinos reconoció ayer implícitamente este ente político al expresar en rueda de prensa su “satisfacción y agradecimiento a las autoridades de Somalia, especialmente a su primer ministro, y al presidente de la región de Puntland".

Moratinos negó que se haya pagado el rescate exigido por los secuestradores, 250.000 dólares. Por el contrario, explicó que éstos buscaban “el protagonismo social y político” en Somalia y destacó la “movilización ciudadana” somalí contra el secuestro de las cooperantes, ocurrido el día 26 de diciembre.

Sus declaraciones han causado asombro en fuentes empresariales ya que la flota española desplegada en el Océano Índico y dedicada a la captura de atún claro ha sufrido durante años los intentos de secuestro de los piratas de Puntland. Estas fuentes sostienen que el secuestro es la principal fuente de ingresos de la región y señalan como caudillo de los asaltantes a Adde Muse. En cambio, este general ha responsabilizado de la retención de las dos cooperantes a un ex 'ministro' suyo de Pesca, del subclan Warsangeli.

Comandos con lanzagranadas y ex militares británicos

Crueles e implacables, el señor de la guerra de Puntland y sus piratas han montado todo un negocio de secuestros de personas y de buques incluso en aguas internacionales. Poseen una flota de barcos, dotados de alta tecnología y de lanchas rápidas, y asaltan a los barcos de pesca o de pasajeros con lanzagranadas y metralletas.

A la cabeza de estos comandos de somalíes se ha llegado a detectar a mercenarios británicos, antiguos militares de la Primera Guerra del Golfo, que han encontrado todo un negocio en el secuestro de barcos y en la captura de la carga, según fuentes de los servicios de información occidentales conocedoras de estos asaltos. Somalia es un estado fallido que carece de gobierno efectivo desde 1991.

En el historial de los piratas de Puntland se encuentra el secuestro de un barco congelador gallego y de sus 30 tripulantes, en el año 2001, que fue liberado tres días más tarde tras el pago de un rescate. Y el intento de secuestro, en 2006, de otros dos barcos españoles (Playa de Aritzatxu y Albacora IV) que lograron huir después de una persecución de lanchas rápidas piratas.

Los comandos de Puntland han protagonizado numerosos secuestros de barcos de otros países. Por ejemplo, retuvieron durante cinco meses, en 2007, a dos palangreros de propiedad coreana con 24 tripulantes a bordo. Se da la circunstancia de que dos fragatas de EEUU y de Holanda acudieron en ayuda de uno de estos buques durante el asalto, pero se retiraron porque los secuestradores cortaron la pierna de un marinero a machetazos y amenazaron con asesinar a la tripulación. Los barcos (Mavuno 1 y Mavuno 2, registrados en Tanzania) fueron liberados tras la intervención del Gobierno de Corea del Sur y el pago de un millón de dólares.

Los pescadores españoles pidieron una fragata