El PP recobra aliento tras la detención del ex alcalde socialista de Los Alcázares

El escándalo de la Operación Ninette en Los Alcázares (Mar Menor, Murcia) y la detención de su ex alcalde socialista ha tenido un efecto balsámico en el PP murciano tras el anterior estallido de la Operación Tótem, en Totana, cuyo alcalde popular sigue en prisión incondicional y el ex alcalde del mismo partido a la espera de ser o no procesado.

La Operación Ninette ha hecho recuperar el aliento al PP, que boqueaba políticamente. La detención de Juan Escudero, ex alcalde socialista de Los Alcázares, “equipara” a ambos partidos momentáneamente y en un análisis somero. Si se hace recuento judicial, no obstante, el PP sigue teniendo muchos más cargos implicados en investigaciones por presunta corrupción urbanística o medioambiental: una veintena en total.

Pero el caso de Escudero es de los que hacen daño a un partido, en este caso el PSOE, a pesar de que fue diligentemente expulsado el miércoles por la noche, horas después de ser detenido, cosa que no ocurrió en diciembre con el alcalde del PP en Totana, que sigue siendo primer edil desde la cárcel provincial de Sangonera.

Porque relacionado con Los Alcázares y con Juan Escudero y su cohorte ahora también bajo sospecha fundada, está el capo marbellí Juan Antonio Roca y “su” Operación Malaya, que se investiga en Marbella, pero que tiene ramificaciones en Murcia a través de Los Alcázares, precisamente.

Así, aunque la denuncia del PP que dio origen hace año y medio a la investigación judicial que ha originado la Operación Ninette no tiene nada que ver inicialmente con la Operación Malaya, los populares destacan la coincidencia de ambas cosas: obviamente la repercusión mediática y política de lo de Los Alcázares es mucho mayor si aparece unido al asunto marbellí.

La Operación Ninette tiene además una característica que la distingue sobre otras investigaciones en curso sobre cargos del PP y no es que el principal sospechoso sea socialista. En Los Alcázares, a tenor del número de personas llamadas a declarar y/o detenidas entre el miércoles y el jueves, la trama clientelar de posibles irregularidades estaba extendida.

¿Cómo, si no, se explica que superen ampliamente la veintena las personas que han pasado por la Comisaría de la Policía Nacional donde se presta declaración a instancias del juzgado número dos de San Javier que instruye el caso.?

Revelador resulta que tres empleados bancarios corren el riesgo cierto de ser imputados por haberse tomado la molestia de avisar a algunos de los sospechosos de que sus cuentan estaban bajo escrutinio judicial.

Con el calendario en la mano y las investigaciones ya iniciadas en toda la Región, hay que pensar que el respiro momentáneo que ha obtenido el PP con la Operación Ninette no va a ser otra cosa sino eso: momentáneo.

En las próximas semanas antes de las elecciones de marzo, al menos otras cuatro investigaciones judiciales sobre ayuntamientos gobernados por el PP tienen que seguir su curso procesal previsto. Al margen de que se especule con que, además, se pueda iniciar alguna otra en un ayuntamiento socialista, el panorama en Murcia se presenta mucho más sombrío desde el punto de vista judicial para el PP que para el PSOE. El panorama electoral, es, a pesar de ello y sin duda, bien distinto.