Aguirre y Rajoy niegan pacto alguno “más allá de un compromiso para evitar disputas públicas”

No ha habido ninguna clase de pacto. Tanto el entorno de Aguirre como el de Rajoy desmienten, de manera rotunda, que ambos dirigentes del PP hayan alcanzado pacto alguno, más allá “de un compromiso para evitar disputas públicas”, dicen en el entorno de Rajoy. Declaraciones que confirman fuentes próximas a Esperanza Aguirre.

En ningún caso “una enmienda de un diputado de Madrid va a ser el punto de partida de un pacto entre de Rajoy con Aguirre, eso es impensable”, dicen fuentes próximas al líder del PP, que añaden que “Rajoy no necesita pactos”. Tampoco los quiere la presidenta madrileña y, sin embargo, los dos coinciden en que debe de acabar el “espectáculo que estamos ofreciendo para satisfacción del PSOE.

Coinciden en señalar que debates como el de las primarias deben tener como marco el Congreso, y no la prensa. Pero en ambos casos desmienten categóricamente que se haya producido un pacto para aprobar esa enmienda a cambio del apoyo de Aguirre a Rajoy: “Es rotundamente falso. Además, ¿qué necesidad tenía Rajoy de pactar nada con Aguirre?”, dicen fuentes de Génova.

Y añaden: “Un pacto previo al Congreso sería antidemocrático, por eso no entendemos que algún medio de comunicación, que está tan empeñado en ‘democratizar’ al PP, ahora venga con pactos a espaldas de los compromisarios”, en clara referencia al diario El Mundo. “Más bien parece que esta información forma parte de la obsesión de El Mundo por deslegitimar el Congreso de junio”, concluyen.

¿Qué ha pasado entonces? ¿Por qué desde el lunes parece que la tensión haya disminuido considerablemente? Ni el entorno de Aguirre ni el de Rajoy confirman ninguna conversación entre ambos, pero es bastante probable que ésta se produjera –así lo confirman fuentes de este diario-, aunque en términos bien distintos a los que se ha querido transmitir. Es decir, Rajoy y Aguirre se limitaron a acordar una especie de ‘tregua’ que permita rebajar el nivel de crispación a que estaba llegando el debate precongresual.

Camps también intercedió

Eso se tradujo, inmediatamente, en que Aguirre descartaba, a su manera, presentar una lista alternativa a la de Rajoy y prometía su apoyo matizando, que lo suyo no son las “adhesiones inquebrantables”, dejando una puerta abierta a cualquier otra posibilidad, como la de cambiar de opinión a última hora. Rajoy, por su parte, comunicaba a través de sus portavoces que no se refería a Aguirre cuando el sábado dijo aquello de que “se vaya al partido liberal”, y que cuenta con ella en el PP.

Que había habido una especie de acuerdo de no agresión y, en ese sentido, un acercamiento de posturas para que todos estos asuntos se debatan en el Congreso y no antes, parecía evidente. La cuestión estaba en el cómo. En un principio se pensó que había sido el presidente valenciano, Francisco Camps, la correa de transmisión, pero finalmente parece que pudo haber una conjunción de las dos cosas: la conversación telefónica Rajoy-Aguirre y el encuentro Aguirre-Camps.