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Fernández aprovechó la debilidad de Rajoy para presentar una candidatura alternativa a la de Sirera
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Fernández aprovechó la debilidad de Rajoy para presentar una candidatura alternativa a la de Sirera

El pasado sábado por la tarde, las personas más próximas a Alberto Fernández –su hermano Jorge, Dolors Montserrat, Àngels Esteller y los concejales del ayuntamiento de

Foto: Fernández aprovechó la debilidad de Rajoy para presentar una candidatura alternativa a la de Sirera
Fernández aprovechó la debilidad de Rajoy para presentar una candidatura alternativa a la de Sirera

El pasado sábado por la tarde, las personas más próximas a Alberto Fernández –su hermano Jorge, Dolors Montserrat, Àngels Esteller y los concejales del ayuntamiento de Barcelona, entre otros- se reunieron para tratar dos temas fundamentales en su agenda: cómo afrontar la jornada de elección de compromisarios del PP en Cataluña que debía celebrarse el lunes siguiente y estudiar la posibilidad de presentarse a la presidencia del partido, una opción ante la que había numerosas dudas.

En esos momentos, en paralelo, el aún presidente del PP en Cataluña, Daniel Sirera, se mostraba absolutamente confiado ante sus colaboradores en que no habría candidatura alternativa a la suya en el congreso que los populares han convocado en esta comunidad para el 5 y 6 de julio. En cuanto a Alberto Fernández, pensaba que Madrid le haría saber que no contaba con su plácet. Sobre el otro aspirante, Montserrat Nebrera, hay cierta unanimidad en que no conseguirá los avales necesarios.

El lunes, los militantes populares escogieron a sus compromisarios para el citado congreso y aunque, a priori, costaba trabajo asignarlos a uno u otro líder, lo cierto es que tanto Fernández como Sirera salieron bastante satisfechos. El primero, había confirmado su control del partido. El segundo, había conseguido bastante más adhesiones de las previstas, ganando aparentemente en un par de distritos de la capital catalana y con buenos resultados en bastantes comarcas.

Al día siguiente, martes, Sirera se sentía seguro. Tanto que anunció en TV3 que contaba con el apoyo de Mariano Rajoy y hasta del propio hermano de su rival, Jorge Fernández. Acto seguido empezó a llamar a los compromisarios electos para pedirles que avalaran su candidatura a la presidencia del PP catalán, pensando que sería la única.

Craso error. Alberto Fernández montó en cólera por las palabras de Sirera, y tanto él como su hermano se pusieron a llamar a la dirección de partido. Allí, nadie les dijo tajantemente que su candidatura sería vetada desde Génova. A los hermanos, además, les irritó especialmente que todos sus intentos de pacto con Sirera hubieran sido recibidos con la absoluta indiferencia. Así las cosas, decidieron pasar al ataque.

Camino de no retorno

Al mediodía del martes, Sirera seguía pensando que habría una sola candidatura a la presidencia del partido, la suya. Así lo aseguró en la COPE, donde participaba en una tertulia. Unos minutos más tarde, los medios de comunicación recibían una convocatoria de rueda de prensa donde se iba a anunciar la candidatura de Alberto Fernández Díaz.

La noticia sorprendió al conjunto del PP en Catalunya y de estupor a los fieles seguidores de Sirera. Sólo les alcanza una explicación: la debilidad de Rajoy, su indefinición, ha dado alas a los Fernández que ahora se sienten fuertes para disputar la presidencia al hombre que Rajoy puso en lugar de Piqué hace menos de un año.

El PP catalán vuelve al rodeo y su flamante nuevo presidente puede estar a punto de ser descabalgado. Sólo un pacto apoyado fuertemente por Madrid podrá evitarlo. En cualquier caso, Alberto, como mínimo, habrá conseguido aumentar su control sobre el aparato, con más áreas de poder. Aun ganando, Sirera sería un presidente débil, sometido al control permanente de su contrincante político. Lo curioso en que entre Fernández y Sirera no hay ni ninguna diferencia política.

El pasado sábado por la tarde, las personas más próximas a Alberto Fernández –su hermano Jorge, Dolors Montserrat, Àngels Esteller y los concejales del ayuntamiento de Barcelona, entre otros- se reunieron para tratar dos temas fundamentales en su agenda: cómo afrontar la jornada de elección de compromisarios del PP en Cataluña que debía celebrarse el lunes siguiente y estudiar la posibilidad de presentarse a la presidencia del partido, una opción ante la que había numerosas dudas.