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Rato y Mayor Oreja no acuden a la invitación de Rajoy para verse en Génova
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EL LÍDER DEL PP QUIERE ROMPER LA IMAGEN DE AISLAMIENTO

Rato y Mayor Oreja no acuden a la invitación de Rajoy para verse en Génova

Ni Rodrigo Rato ni Jaime Mayor Oreja quisieron acudir ayer a verse con Mariano Rajoy. Según fuentes solventes consultadas por este diario, el líder del PP

Foto: Rato y Mayor Oreja no acuden a la invitación de Rajoy para verse en Génova
Rato y Mayor Oreja no acuden a la invitación de Rajoy para verse en Génova

Ni Rodrigo Rato ni Jaime Mayor Oreja quisieron acudir ayer a verse con Mariano Rajoy. Según fuentes solventes consultadas por este diario, el líder del PP había convocado a los dos pesos pesados del partido en su despacho de la calle Génova, extremo que no fue confirmado por fuentes de la Dirección del PP próximas a Rajoy. El líder del PP, que sí se entrevistó con Gustavo de Arístegui a petición de este último, quería verse con Rato y Mayo Oreja para intentar reconducir la crisis del PP.

Rajoy ha hecho caso a quienes le aconsejaban que abriera las puertas de su despacho para romper con esa imagen de aislamiento que se estaba trasladando del partido, y ha comenzado una ronda de contactos con distintos dirigentes políticos del PP. A unos los ha llamado o los va a llamar él. A otros los recibe a petición del interesado, como a Arístegui. A Rato y a Mayor los llamó, siempre según las fuentes citadas, para que acudieran a su despacho de la planta séptima en la calle Génova.

El gesto de Rato y de Mayor Oreja dice mucho de hasta dónde alcanzan las heridas abiertas en estas semanas en el seno del Partido Popular. Con todo, “ahora ya no podrán criticar a Rajoy por no querer reunirse con ellos”, dicen fuentes del entorno del líder del PP, a lo que responden fuentes próximas al ex director gerente del FMI que “esto tenía que haberlo hecho mucho antes”, lo que seguramente hubiera evitado algunas de las cosas que han pasado estos días.

Romper la imagen de aislamiento

Una de las críticas que más se ha hecho a Mariano Rajoy en estas últimas semanas es, precisamente, la de no querer ver a nadie que no fuera de su círculo más próximo, ese ‘núcleo duro’ formado por José María Lasalle, Jorge Moragas, Soraya Sáenz de Santamaría, etcétera. La sensación de que Rajoy se encontraba asilado “en su particular Álamo”, como señalaba a este diario un diputado crítico con la Dirección, estaba minando su imagen, sobre todo entre los suyos.

En los próximos días, Rajoy quiere reunirse con la presidenta del PP vasco, María San Gil. Encuentros ‘privados’ pero en los que el líder del PP quiere intentar, al menos, reconducir algunas de las crisis que se han abierto estos días, como la renuncia condicionada de la presidenta del PP vasco a seguir en su puesto... Condicionada a una recuperación de la confianza que San Gil dice haber perdido en el líder del PP, y para lo que le ha dado cuarenta días de plazo.

De hecho, la crisis abierta por María San Gil tiene mucho que ver en este cambio de actitud de Mariano Rajoy. El líder del PP es consciente de que, al contrario de lo que podía parecer, ha salido fortalecido de la misma ya que, como decía ayer mismo María Dolores de Cospedal, la líder del PP vasco “se ha pasado de frenada” y su reto a Rajoy le ha costado que incluso sus compañeros del PP en aquella región le pidan una rectificación y la vuelta a la unidad en el partido.

Abogan por la unidad

Un mensaje, el de la unidad, por el que también abogó Gustavo de Arístegui tras su encuentro con Mariano Rajoy, un encuentro a petición del diputado del PP que, según sus palabras, fue “extraordinariamente cordial”, y que se producía después de que el portavoz de Exteriores reclamara a Rajoy que hiciera públicos los nombres de los que formarán su equipo y apoyara incondicionalmente a María San Gil en su ‘portazo’ a la Ponencia Política del Congreso.

Estos días atrás por el despacho de Rajoy han pasado, también, otros dirigentes del PP como José Manuel Soria, Javier Arenas, María Dolores de Cospedal... Pero será a partir de la semana que entra cuando el líder del PP intensifique sus contactos, tanto con dirigentes críticos como con los que le apoyan. Contactos ‘privados’ de los que Rajoy no cuenta nada, pero que están dirigidos a conseguir que se relaje la tensión de estas últimas semanas.

Según fuentes de su entorno, la crisis abierta el pasado domingo por la noche por Maria San Gil ha sido la que más ha afectado a Mariano Rajoy, “cuyo aprecio por Maria es de sobra conocido”, dicen fuentes de su entorno. Pero reconocen también que esto le ha servido para darse cuenta de que no puede seguir permaneciendo “al margen de todo lo que pasa a su alrededor”, y de que en algunos asuntos “tiene que tomar cartas para evitar males mayores al partido”, concluyen.

Ni Rodrigo Rato ni Jaime Mayor Oreja quisieron acudir ayer a verse con Mariano Rajoy. Según fuentes solventes consultadas por este diario, el líder del PP había convocado a los dos pesos pesados del partido en su despacho de la calle Génova, extremo que no fue confirmado por fuentes de la Dirección del PP próximas a Rajoy. El líder del PP, que sí se entrevistó con Gustavo de Arístegui a petición de este último, quería verse con Rato y Mayo Oreja para intentar reconducir la crisis del PP.

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