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Aznar desoye la llamada del frente crítico para que descabece a Rajoy
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Aznar desoye la llamada del frente crítico para que descabece a Rajoy

Al frente opositor a Mariano Rajoy se le van gastando poco a poco los cartuchos, mientras observan cómo el presidente del PP continúa decidido a presentar

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Aznar desoye la llamada del frente crítico para que descabece a Rajoy

Al frente opositor a Mariano Rajoy se le van gastando poco a poco los cartuchos, mientras observan cómo el presidente del PP continúa decidido a presentar su candidatura en el Congreso de junio para seguir liderando el partido. Ni el fuego a discreción desde los medios de comunicación, ni la catarata de dimisiones y bajas del partido, ni las movilizaciones en la calle han logrado tumbar a Rajoy, por lo que todas las miradas se centran ahora en José María Aznar. Los críticos tratan de involucrar al ex presidente en la campaña contra su sucesor, convencidos de que la autoridad que conserva en el partido sigue siendo incuestionable, y que sólo él puede dar el golpe de gracia que descabece a Rajoy.

Pero dirigirse directamente a Aznar y convencerle de que salte de nuevo a la arena política no está al alcance de cualquier cuadro del PP, por lo que la presión se ha trasladado en los últimos días a Eduardo Zaplana. El ex portavoz en el Congreso durante la última legislatura fue el primero en abandonar el nuevo proyecto de Rajoy, pero es también la figura del partido que mantiene una relación más fluida con Aznar. Por ello, las peticiones a Zaplana para que persuada al ex presidente de intervenir y poner fin a la crisis se han sucedido. Sin embargo, Zaplana se ha negado a interceder, arguyendo que ahora se debe a su nuevo cargo en Telefónica y no puede ‘mancharse’ en la guerra interna que divide al PP.

Aznar, por su parte, ha dado muestras de descontento con la gestión que está realizando Rajoy, así como de una mayor identificación con los críticos. El jueves, Aznar manifestó su “profundo disgusto” por la retirada de María San Gil y la baja de José Antonio Ortega Lara, mientras que el pasado lunes irrumpió por primera vez en la crisis para reclamar que se dejara de lado el “tacticismo” y se defendieran los “principios”. Asimismo, Aznar aconsejó a Rajoy que contara con los mejores a la hora de formar un equipo; pero, a pesar de estas declaraciones, los fieles a Rajoy están convencidos de que el ex presidente se mantendrá neutral en el Congreso de junio. “No puede arriesgar su prestigio, está de vuelta de todo como para meterse en el fango”, explicaron fuentes de Génova. El equipo de Rajoy es consciente de que Aznar está molesto, pero confía en que los 154 diputados conseguidos en las últimas elecciones sirvan de aval para prevenir cualquier maniobra del ex presidente.

Dados los problemas para convencer a Aznar, el frente opositor, entre los que suenan diputados del ala dura como Vicente Martínez Pujalte, ha intentado persuadir a Ana Botella de que lleve a cabo algún gesto contra Rajoy, e incluso de que abandone su puesto en el Ayuntamiento de Madrid a las órdenes de Ruiz-Gallardón. Botella ha evitado pronunciarse a favor de Rajoy en diversas ocasiones, pero sí lo ha hecho en respaldo de San Gil, y el jueves invitó a reflexionar sobre “lo que está pasando”. Cuestionada sobre si se fiaba de Rajoy, se negó a hacer “una valoración de ese tipo”.

Respaldo de los alcaldes

Estancanda la operación Aznar-Botella, los críticos barajan continuar con la catarata de dimisiones. El rumor de que Mayor Oreja podría ser el siguiente en abandonar recorre los pasillos de Génova, aunque el entorno de Rajoy asegura estar preparado para ello. “La táctica de las dimisiones está agotada, porque después de irse ya no pueden hacer nada más”, señalaron fuentes populares. De hecho, de seguirse produciendo bajas notables, Rajoy llegaría al Congreso de junio como único candidato y con sus adversarios de mayor peso fuera de la estructura de poder.

Rajoy subrayó ayer, ante 45 alcaldes y presidentes de diputación populares, que “digan lo que digan, hagan lo que hagan, voy a ser candidato”, y desde su entorno afirmaron que recibió el apoyo unánime de los ediles, hasta el punto que Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León, se saltó el guión y le hizo entrega de los avales de compromisarios recogidos en su nombre. Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón, no quiso ser menos y aseguró que ya tenía todos los avales de su provincia en respaldo de Rajoy. Todos menos uno, el de Juan Costa, a quien acusó de “no haber trabajado ni ganado amigos en Castellón”. Costa ha sido señalado como el posible candidato de los críticos para competir con Rajoy, un hecho que confirman en Génova, aunque el entorno de Rajoy cree que finalmente no aceptará. “Juan tenía sus expectativas, que no ha visto cumplidas, y se está dejando querer”, opinan, pero puntualizan que Costa tampoco estaría dispuesto a perder crédito en una batalla que no tiene muchas posibilidades de ganar.

Superada otra semana de infarto, el respaldo de los alcaldes inyectó una nueva dosis de moral a Rajoy, que ha hecho de su supervivencia al frente del partido un reto personal ante el fuego cruzado que sufre desde medios como la COPE y El Mundo.

Al frente opositor a Mariano Rajoy se le van gastando poco a poco los cartuchos, mientras observan cómo el presidente del PP continúa decidido a presentar su candidatura en el Congreso de junio para seguir liderando el partido. Ni el fuego a discreción desde los medios de comunicación, ni la catarata de dimisiones y bajas del partido, ni las movilizaciones en la calle han logrado tumbar a Rajoy, por lo que todas las miradas se centran ahora en José María Aznar. Los críticos tratan de involucrar al ex presidente en la campaña contra su sucesor, convencidos de que la autoridad que conserva en el partido sigue siendo incuestionable, y que sólo él puede dar el golpe de gracia que descabece a Rajoy.

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