Prueba de fuego hoy para Rajoy en la cena-aniversario del triunfo de Aguirre en las autonómicas

“Estamos convencidos de que una celebración debe ser un momento para recordar; nunca para olvidar”, es el lema del restaurante de San Sebastián de los Reyes donde el Partido Popular celebra esta noche el primer aniversario de las elecciones autonómicas y municipales de 2007. Una cena en la que compartirán atril y mantel la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, y el líder nacional, Mariano Rajoy, y a la que acudirán más de 400 personas entre militantes, alcaldes, diputados y consejeros de la Comunidad de Madrid. De la reacción de este casi medio millar de asistentes dependerá que para Rajoy sea un momento para recordar u otro más de la larga lista de agravios para olvidar.

Rajoy será el último en hablar, tras el alcalde de San Sebastián de los Reyes, Manuel Ángel Fernández Mateo, y Aguirre, verdadera protagonista del triunfo de 2007. El presidente del PP deberá exponer en un territorio, en principio favorable a las tesis de Aguirre, las razones que le llevan a presentar su candidatura al Congreso de junio, así como explicar el giro al centro que quiere imprimir al partido, y que incluye el entendimiento con los nacionalistas. Por ello, buena parte de la atención se centrará en el recibimiento que su figura y sus palabras tendrán entre los militantes madrileños, según se decanten por los aplausos o los silbidos; por las palabras de ánimo o por los comentarios críticos.

La actitud de Aguirre, que controla el aparato del partido en Madrid y que rememora en la cena la contundente mayoría absoluta alcanzada en las pasadas autonómicas, también será clave para que la fiesta popular no acabe en drama. La presidenta de la Comunidad de Madrid fue la primera en cuestionar la gestión de Rajoy y en crear expectativas sobre una posible candidatura alternativa. Aunque ayer Aguirre insistió en que nunca ha tenido la idea de optar a la presidencia del PP, matizó que si cambia de opinión, Rajoy sería “el primero en saberlo”.

Al ser preguntada por el artículo del secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, publicado ayer en El Mundo, en el que afirma que Rajoy "no está en condiciones" de ofrecer al partido "un liderazgo renovado, sólido e integrador", Aguirre recuperó su famoso “no me resigno” para criticar la división entre “buenos y malos” que, considera, hacen los adversarios políticos del PP. No obstante, la presidenta del PP madrileño afirmó que su partido "resolverá los numerosos avatares por los que está pasando" y "lo hará con unidad entre todos", y atendiendo a los más de 10 millones de votantes que optaron por el PP.

La duda de Gallardón

La crítica de Elorriaga, un cuadro que hasta ahora había gozado de la máxima confianza de Rajoy, ha sido el último de los fuertes reveses que está soportando el líder popular, que el pasado viernes vio incluso como un puñado de militantes, convocados a través de teléfono móvil, se manifestaron en la calle Génova para exigir su dimisión. En esos momentos, Rajoy se encontraba reunido con los alcaldes populares de ciudades de más de 50.000 habitantes, quienes en su mayoría le expresaron su respaldo. Los ediles de la Comunidad de Madrid guardaron silencio y evitaron las críticas, excepto Esteban Parro, alcalde de Móstoles, que pidió a Rajoy que liberara los avales para facilitar la aparición de una candidatura alternativa que ofrezca una imagen más democrática del Congreso.

Esta noche, Rajoy tendrá la oportunidad de pulsar de nuevo la opinión de estos alcaldes, aunque no todos han confirmado su asistencia. Alberto Ruiz-Gallardón, una de las pocas figuras del partido que ya tiene seguro un puesto en el equipo de Rajoy, no ha incluido, por el momento, la cena en su agenda. La ausencia de uno de los principales responsables de la victoria de 2007 en la cena de aniversario se convertiría en una prueba más de la discordia que reina entre los populares. Y es que, aunque se trata de una celebración, los organizadores han apostado por un acto sobrio, sin confeti, propio de los tiempos que corren.