Rajoy y Mayor Oreja buscan fecha para reunirse y recomponer relaciones tras el caso San Gil

El líder del PP, Mariano Rajoy, y el portavoz del Grupo Popular en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, buscan fecha para reunirse y recomponer relaciones tras el caso San Gil. En un principio iban a almorzar este mediodía en Madrid, pero tras la información publicada en El Confidencial, han decidido posponer el encuentro para más adelante.

Es la segunda vez que Rajoy busca un encuentro con Mayor Oreja desde que María San Gil anunciara, primero, su salida del equipo redactor de la ponencia política del Congreso y, después, su adiós definitivo como líder del PP vasco.

En la primera ocasión, el pasado 17 de mayo, tanto el dirigente vasco como el ex director gerente del FMI, Rodrigo Rato, le dieron ‘calabazas’. Sin embargo, Jaime Mayor explicaría días más tarde que no era el mejor momento, pero que no se ‘resistía’ a un encuentro con Rajoy.

De hecho, la particular crisis que atraviesa el PP vasco, además de la que afecta en general al partido de cara al Congreso de junio, va a ocupar el telón de fondo del encuentro. Ambos políticos se conocen desde hace tiempo. Rajoy intentará convencer a Mayor Oreja de que nunca ha dado un paso en la dirección contraria a los principios del PP, pero también querrá hacerle ver que es necesario que su partido se mueva para obtener un mejor resultado en las dos regiones más nacionalistas: Cataluña y País Vasco.

Por su parte, Mayor reprochará a Rajoy los ataques que dice haber sufrido desde que San Gil anunciara su abandono de la ponencia política, al tiempo que, lógicamente, hará valer las razones de la todavía presidenta del PP vasco para dejar su cargo, y del militante burgalés José Antonio Ortega Lara, víctima de un secuestro por parte de ETA, y uno de los referentes ‘morales’ del Partido Popular, para haberse dado de baja. Razones que tienen que ver con el supuesto ‘giro’ del PP tras el 9-M.

Acercamiento a las tesis de Vidal Quadras

Rajoy, sin embargo, tiene mucho interés en volver a atraer al sector más antinacionalista, ya que es consciente de que cualquier acercamiento a los nacionalistas en el terreno de la política territorial, hoy por hoy, es imposible, de ahí que el pasado lunes en el Comité Ejecutivo hiciera un gesto de acercamiento a las tesis de Aleix Vidal Quadras, lo que de hecho supondría una desautorización para quienes han venido manteniendo que el PP se aleja de las ‘esencias’.

De hecho, lo que proponen los partidarios de una línea más aperturista no es hacer gestos hacia el nacionalismo político, sino hacia el nacionalismo social, alejando el discurso territorial de la primera línea y sustituyéndolo por mensajes más atractivos para el electorado moderado, como las cuestiones económicas o la inmigración. Pero en ningún caso se proponen pactos con los nacionalistas más allá de acuerdos puntuales en el Parlamento en algunas materias legislativas.

Por otra parte, a Mayor Oreja le puede convenir recomponer el diálogo con el líder de su partido dado que sus tesis –y las de María San Gil- parecen haber quedado en minoría frente al talante más abierto que proponen los dirigentes alaveses, encabezados por el presidente de esta formación en Álava, Alfonso Alonso. Tanto a Rajoy como a Mayor Oreja les interesa acercar posturas y negociar acuerdos que le permitan al primero contar con más apoyos en el congreso de los días 20, 21 y 22, y al segundo seguir manteniendo cuota de poder en el PP vasco.