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Los partidos catalanes hacen piña frente a Zapatero por la financiación autonómica
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A TRES DÍAS DE QUE EXPIRE EL PLAZO QUE MARCA EL ESTATUT

Los partidos catalanes hacen piña frente a Zapatero por la financiación autonómica

El 9 de agosto se ha convertido en una fecha sin valor para el Gobierno central, pese a que el Estatuto catalán, con rango de ley

Foto: Los partidos catalanes hacen piña frente a Zapatero por la financiación autonómica
Los partidos catalanes hacen piña frente a Zapatero por la financiación autonómica

El 9 de agosto se ha convertido en una fecha sin valor para el Gobierno central, pese a que el Estatuto catalán, con rango de ley orgánica, recoge que ésa debe ser la fecha límite para acordar el nuevo sistema de financiación autonómica. Tras presentar una oferta a la baja, Pedro Solbes ha postergado el grueso de la negociación para septiembre, pero los partidos catalanes han decidido aprovechar el simbolismo de la fecha. El próximo sábado, CiU se unirá a los partidos que conforman el tripartito en la Generalitat (PSC, ERC e ICV) para escenificar su alianza frente al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en materia de financiación. Será en la sede del departamento de Economía, en presencia de su titular, Antoni Castells (PSC), y según se informa en un comunicado, funcionará como “una ronda” para analizar cuál ha de ser la actuación de la Generalitat “después de que no se haya concretado el modelo de financiación en el plazo previsto”.

Esta vez, los partidos catalanes aseguran haber aprendido la lección de las negociaciones del Estatut, en que Zapatero logró romper el frente catalán pactando el texto en La Moncloa con Artur Mas. La clave en este nuevo proceso es el cambio de actitud de CiU, que respalda sin fisuras al Govern, y que ha promovido la reunión del 9 de agosto para escenificar el nuevo escenario de unidad. La posición de CiU supone, por un lado, una dificultad añadida para Solbes a la hora de afrontar la negociación bilateral con la Generalitat; y, por otro lado, afecta a los acuerdos parlamentarios que el Gobierno necesita alcanzar en el Congreso para sacar adelante los Presupuestos Generales de 2009.

La firmeza del PSC, dentro del Gobierno catalán, en la defensa del modelo de financiación que prevé el Estatut, ha servido también de adherente para sus socios ERC e ICV. Los nacionalistas de Esquerra confían en que los socialistas catalanes defiendan la financiación como una cuestión 'de Estado' y no de partido. No obstante, su vicesecretario de Coordinación Institucional, Eduard López, señaló a este diario que estarán vigilantes para que no se produzca ningún acuerdo en Madrid que “cierre en falso la negociación”, como ocurrió con el Estatut.

López subrayó la necesidad de que los partidos catalanes permanezcan unidos e incluso invitó a sumarse al acuerdo al Partido Popular de Cataluña. “Si el Gobierno encuentra un resquicio para romper la unidad, como con el Estatut, tenemos las de perder”, señaló López, quien indicó que el retraso de las negociaciones y el incumplimiento de los plazos del Estatut podría ser una estrategia del Gobierno para tratar de quebrar el frente común en Cataluña.

Protestas para el 11 de septiembre

ICV también confía el éxito de la negociación con el Gobierno a la unidad de los partidos catalanes, por lo que fue este grupo quien propuso el encuentro del 9 de agosto en el Consejo de Seguimiento para el despliegue del Estatut. “Si CiU mantiene su papel de respaldar al Govern, todo irá bien”, apuntaron fuentes de ICV, que valoran el apoyo del partido de Mas, pero que tampoco olvidan su maniobra política en la negociación del Estatut, sobre todo en un contexto en que el PSOE busca un socio estable en el parlamento. Por otra parte, ICV no renuncia a la movilización social para presionar a Zapatero en septiembre. De no llegarse antes a un acuerdo, esta formación propondrá convertir las celebraciones del 11 de septiembre, día nacional de Cataluña, en una jornada de protestas contra la actitud del Ejecutivo de Zapatero.

Sin embargo, a la hora de pactar el nuevo modelo de financiación con Cataluña, el Gobierno central está obligado a tener en cuenta las exigencias de otras comunidades autónomas, que temen perder parte de sus fondos que reciben a través de los fondos de solidaridad. En forma de aviso, Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE, afirmó ayer que el Gobierno “tiene la responsabilidad” de buscar un modelo de financiación autonómica que “esa bueno par todas las comunidades autónomas y no para una”. Sobre la incidencia que pueda tener este asunto en el apoyo que las fuerzas catalanas presten en el Congreso a los próximos Presupuestos, Pajín aseguró que el Ejecutivo “está dialogando” y que aún no se conocen las cuentas, por lo que es prematuro que nadie exprese su rechazo.

El 9 de agosto se ha convertido en una fecha sin valor para el Gobierno central, pese a que el Estatuto catalán, con rango de ley orgánica, recoge que ésa debe ser la fecha límite para acordar el nuevo sistema de financiación autonómica. Tras presentar una oferta a la baja, Pedro Solbes ha postergado el grueso de la negociación para septiembre, pero los partidos catalanes han decidido aprovechar el simbolismo de la fecha. El próximo sábado, CiU se unirá a los partidos que conforman el tripartito en la Generalitat (PSC, ERC e ICV) para escenificar su alianza frente al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en materia de financiación. Será en la sede del departamento de Economía, en presencia de su titular, Antoni Castells (PSC), y según se informa en un comunicado, funcionará como “una ronda” para analizar cuál ha de ser la actuación de la Generalitat “después de que no se haya concretado el modelo de financiación en el plazo previsto”.

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