El PP, convencido de que UPN no llevará su pulso hasta el final y votará en contra de los Presupuestos

Al final no llegará la sangre al río, o al menos eso es lo que creen en la Dirección del Partido Popular: los dos diputados de UPN se unirán al resto de sus compañeros de Grupo Parlamentario para votar contra los Presupuestos de Solbes; o, dicho de otra manera, a favor de la enmienda a la totalidad que presentará el PP en el Congreso. El pasado jueves por la noche, en una cena a la que asistieron Rajoy y María Dolores de Cospedal, el presidente navarro, Miguel Sanz, les dijo que UPN se abstendría.

 

De nuevo, el fantasma de la ruptura volvió a sobrevolar Génova. Los más críticos con Rajoy echaban en falta más autoridad por parte del líder del PP y exigían una respuesta contundente a lo que en los bancos del PP se consideraba otra “bravuconada” del presidente navarro. Rajoy, sin embargo, prefería esperar. La reacción de los dos diputados de UPN en Madrid era clave para poder vaticinar como puede acabar este nuevo envite de Sanz, y en el PP tienen ya datos suficientes.

En principio, según las fuentes de El Confidencial, lo más probable es que al menos uno de los dos diputados de UPN, Santiago Cervera, vote con el resto del Grupo, es decir, contra los presupuestos. Mas dudas plantea la posición de Carlos Salvador, el otro diputado de UPN adscrito al Grupo, aunque en principio la Dirección del mismo cree contar también con su apoyo. Ambos diputados, sobre todo Cervera, mantienen una colaboración muy estrecha con la actual Dirección parlamentaria del PP.

Tanto Cervera como Salvador han encontrado muy buena aceptación por parte de la portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, y su equipo. Por eso, pocos en el Grupo creen posible que los dos parlamentarios abran una brecha de desconfianza absteniéndose en la votación si se lo pide Miguel Sanz. El problema, reconocen fuentes del Grupo Parlamentario, es que también deben ‘obediencia’ a la dirección de su partido, que encabeza el presidente navarro.

Más problema para Sanz que para Rajoy

 

En este sentido, fuentes del PP señalan que el pulso que Miguel Sanz está manteniendo con Génova, derivado de su necesidad de contar con los votos del PSN para aprobar los Presupuestos de su Comunidad Foral, le puede pasar una mayor factura al presidente navarro que al líder del PP. Y es que el envite de Sanz al PP ha caído como una bomba en las filas de UPN: los partidarios de Sanz lo aprueban, pero hay un sector importante que se opone abiertamente.

UPN ya vivió en su día una escisión que le llevó a perder la mayoría absoluta de la que gozaba en Navarra. Entonces fue Juan Cruz Alli el que abandonó la formación regionalista para fundar CDN, partido con el que UPN tuvo que pactar para poder seguir gobernando. La formación de Alli ha ido perdiendo peso, pero una nueva escisión conduciría inexorablemente a UPN a una derrota electoral. Y el PP tampoco descarta presentarse con sus siglas, lo que arrebataría muchos votantes al partido de Sanz.

De hecho, el presidente navarro es consciente de esa amenaza, de ahí que haya cambiado su órdago inicial de votar a favor de los Presupuestos, y ahora se contente con abstenerse. Pero eso tampoco agrada al PP, que en las actuales circunstancias tiene que dar pruebas de unidad en sus filas. Rajoy no quiso el pasado jueves responder a la amenaza de Sanz con otra, pero desde las ‘segundas filas’ del PP si que se han hecho llegar mensajes en este sentido a Sanz, más como advertencia que otra cosa.

Fuentes del PP reconocen que Sanz puede caer en la tentación de “echarse en brazos de los socialistas y romper con el PP”, sabiendo que, por mantener el poder, muchos de sus compañeros en UPN “tragarían”. Sin embargo, estas fuentes recuerdan que “UPN existe en Navarra gracias a que el PP no está presente allí, pero eso no ocurriría con el PSN, y Sanz debe saber lo que les ha pasado a otros partidos regionalistas que han pactado con el PSOE: han desaparecido o están a punto de hacerlo”.