El ex secretario del PP valenciano se rodea de ‘zaplanistas’ para hacer frente al president

“¡No sabes cómo me lo estoy pasando!”, dice el presidente de la Diputación de Alicante y del PP en aquella provincia, el zaplanista José Joaquín Ripoll, y uno de los hombres de la máxima confianza de Eduardo Zaplana, a su interlocutor. Y lo repite hasta la saciedad. Si no fuera porque es de sobra conocida su activa oposición a Francisco Camps, cualquier observador ajeno pensaría que Ripoll milita cuando menos en el PSOE.

 

Y no es para menos. Una de las peores crisis que haya podido sufrir el PP, a cuenta esta vez del caso Gürtel, está siendo aprovechada por dirigentes críticos con Camps y con Rajoy para minar la credibilidad de ambos, comparando su presunta pusilanimidad con la acción contundente de Esperanza Aguirre, pasando por alto que son casos distintos y que la propia Aguirre actuó de acuerdo con Génova 13.

Fuentes del PP señalan que en los últimos días, a cuenta del conflicto abierto en torno al cese de Ricardo Costa, se han “redoblado los esfuerzos” de estos dirigentes próximos a Zaplana, entre los que se encuentran el propio hermano de Ricardo Costa, Juan, y el portavoz de Presupuestos del PP, Martínez Pujalte, quienes, siempre según estas fuentes, le habrían asesorado en la redacción del comunicado leído el martes por la mañana.

Estas mismas fuentes insisten en que ese mismo entorno de Zaplana, y no sólo dirigentes del PP en la primera línea política, han servido de “fuente de inspiración en la línea editorial de algunos medios de comunicación… Hay manos que se notan detrás de ciertas opiniones, y también de algunas informaciones”, añaden. Da la sensación de que el zaplanismo haya visto en esta crisis la oportunidad de la venganza, y no quiera dejarla escapar.

 

De hecho, siempre según estas fuentes, el objetivo es el propio Camps, de quien estos dirigentes dudan que pueda ser el candidato del PP en las próximas elecciones autonómicas, porque está “demasiado quemado, abrasado”, aseguran. Además, de ser el barón predilecto y de referencia de Génova, en las últimas horas entre Madrid y Valencia se ha abierto una brecha muy importante, y el propio Camps se siente “extraordinariamente dolido” al tener que prescindir de Costa.

Al menos eso aseguran fuentes de su entorno, que añaden que entre Rajoy y Camps “ya no hay facturas pendientes”. Rajoy cumplió con Camps por el apoyo que éste le dio en el Congreso de Valencia brindándole su respaldo firme en el asunto de los trajes, y Camps le responde ahora entregando a Génova la ‘cabeza’ de Costa para trasladar la imagen de contundencia que tanto pedía la Dirección Nacional del PP. A partir de aquí, ambos pisan el terreno de la desconfianza.