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Francia pone coto a los “bonus” de los banqueros
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El proyecto de ley incluye suprimir los extras en empresas en pérdidas

Francia pone coto a los “bonus” de los banqueros

Francia se ha tomado en serio la propuesta acordada en el último G-20 celebrado en Pittsburgh  para recortar los sobresueldos y los bonus extra de los

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Francia pone coto a los “bonus” de los banqueros

Francia se ha tomado en serio la propuesta acordada en el último G-20 celebrado en Pittsburgh  para recortar los sobresueldos y los bonus extra de los banqueros. Los altos ejecutivos de la banca de inversión y de las finanzas creativas son considerados por el presidente francés Nicolas Sarkozy y por el primer ministro conservador François Fillon como uno de los principales culpables que originaron, primero, la crisis financiera por crear productos vinculados a créditos inmobiliarios de alto riesgo y, después, la grave crisis económica que asola al mundo. Una de las intenciones del propio Sarkozy al comienzo de este año fue limitar por ley los bonus que los bancos acuerdan en sus Consejos Administración y que luego aprueban sus accionistas. En una imagen de fortaleza respecto de los banqueros franceses Sarkozy les prometió en el Palacio del Elíseo que Francia daría ejemplo al resto de socios europeos y legislaría estos sobresueldos que tanto han perjudicado la imagen de los bancos en Europa y Estados Unidos, sobre todo después de las quiebras, los despidos y los casos internos de desfalcos como el que protagonizó hace un año el broker de 31 años Jérôme Kerviel que estafó 4.900 millones de euros a la Société Générale en París. En Reino Unido los cinco mayores bancos han aceptado reducir el bonus y los extras de sus altos directivos. Pero donde todavía no se ha tomado una decisión es en Estados Unidos. Según un informe publicado por The Wall Street Journal, los altos cargos de las entidades bancarias con sede en Manhattan cerrarán el año con unas bonificaciones récord. En total, entre gratificaciones y salarios, los bancos darán a sus directivos 140.000 millones de dólares (unos 94.000 millones de euros). Entre las empresas analizadas figuran los gigantes bancarios Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs y Morgan Stanley. También está incluido JP Morgan Chase, que ayer presentó sus resultados del tercer trimestre, en el que sus beneficios alcanzaron los 3.600 millones de dólares (2.400 millones de euros). Se han multiplicado por seis, gracias, sobre todo, a su banco de inversión.

Mientras en la mayoría de los socios europeos y en Estados Unidos debaten cómo regular estos sueldos multimillonarios, el Gobierno conservador francés ha seguido al pie de la línea la intención de Nicolas Sarkozy y ya tiene listo el proyecto de ley para limitar e intervenir en los bonus en el sector bancario francés. “No es que seamos intervencionistas ni hayamos dejado de ser liberales, pero se trata de actuar y de trasponer al derecho francés las decisiones tomadas por el G-20 y también dar ejemplo al resto de países europeos para que pongan limitaciones a determinados sueldos muy elevados que en estos tiempos de crisis causan estupor”, asegura a El Confidencial un alto cargo del Ministerio francés de Economía y Finanzas que ha participado en la redacción del proyecto de ley. Esta misma fuente señala que las arcas públicas de Francia han destinado más de 10.000 millones de euros a revitalizar el sector bancario y “es lógico y previsible que algún tipo de control público deba fijarse para que no se produzcan excesos en los sobresueldos de los banqueros”.

Una de las primeras medidas que establece este documento, y que en España podría regular o limitar las altas remuneraciones y los blindajes de los directivos de la banca, como por ejemplo el caso del ex consejero delegado de BBVA Jaime Goirigolzarri, de 55 años, y que dejará el cargo por jubilación anticipada, con una pensión anual que rondará los tres millones de euros brutos anuales. Para el pago de esta cantidad, que será vitalicia, el banco tiene provisionados 52,49 millones de euros, que garantizan la pensión anual, que no se completará con ningún tipo de indemnización por cese, ya que abandona el banco oficialmente "de mutuo acuerdo".

En Francia tal y como está redactado el actual proyecto de ley, cualquier remuneración pactada de antemano por el Consejo de Administración de un banco no sólo deberá ser revisado por el máximo órgano directivo y aprobado por amplia mayoría en la Junta de Accionistas, sino que deberá recibir la supervisión y aprobación por parte de la Comisión Bancaria. Esta Comisión tendrá la potestad de reducir la indemnización pactada en caso de despido o de las retribuciones estipuladas entre el alto directivo y la dirección si éstas no se corresponden en porcentaje con los beneficios obtenidos por la entidad, el dividendo repartido a los accionistas, los sueldos de todos los empleados y el entorno económico. Según el proyecto de ley sobre limitación del bonus en el sector de la banca, la Comisión Bancaria, que preside el gobernador del Banco de Francia y tiene como  consejeros altos cargos del Ministerio de Economía como el jefe del Tesoro, tendrá acceso a las cuentas de los bancos y a los informes de retribución y examinará “si el montante total de las remuneraciones variables expresadas en porcentaje del producto neto bancario es coherente con el mantenimiento de un nivel suficiente de fondos propios”, asegura el texto.

Otro de los aspectos que señala el texto es que la Comisión Bancaria tendrá la potestad para suprimir todos los acuerdos alcanzados en un banco en cuanto a retribuciones extra en el caso de que la gestión de los directivos acaben llevando al banco a declarar pérdidas. Las remuneraciones de los directivos “deberán ajustarse al nivel profesional y a la gestión demostrada y atribuidas a personal cualificado para el puesto que está desempeñando en el banco”. A título individual, según estipula el proyecto de ley los bancos franceses deberán velar por que una “parte significativa de la remuneración del personal cuyas actividades sean susceptibles de tener una incidencia sobre la exposición a los riesgos (incluido los dirigentes) sea variable y supervisada por órganos de gobierno que valoren sus actuaciones individuales y las competencias necesarias para desempeñar el cargo directivo”. Los bonus aprobados y verificados por la Comisión Bancaria no podrán ser garantizados durante un período superior a un año y “una parte importante de dicha remuneración extraordinaria deberá ser ingresada por el directivo de forma que se reparta en pagos durante varios años”. Si sale adelante el proyecto de ley que ha preparado el Gobierno francés, los bancos deberán constituir un comité de retribución que enviará “un informe preciso y exacto de sus políticas y las condiciones por las que se aprueban determinados bonus”.

Francia se ha tomado en serio la propuesta acordada en el último G-20 celebrado en Pittsburgh  para recortar los sobresueldos y los bonus extra de los banqueros. Los altos ejecutivos de la banca de inversión y de las finanzas creativas son considerados por el presidente francés Nicolas Sarkozy y por el primer ministro conservador François Fillon como uno de los principales culpables que originaron, primero, la crisis financiera por crear productos vinculados a créditos inmobiliarios de alto riesgo y, después, la grave crisis económica que asola al mundo. Una de las intenciones del propio Sarkozy al comienzo de este año fue limitar por ley los bonus que los bancos acuerdan en sus Consejos Administración y que luego aprueban sus accionistas. En una imagen de fortaleza respecto de los banqueros franceses Sarkozy les prometió en el Palacio del Elíseo que Francia daría ejemplo al resto de socios europeos y legislaría estos sobresueldos que tanto han perjudicado la imagen de los bancos en Europa y Estados Unidos, sobre todo después de las quiebras, los despidos y los casos internos de desfalcos como el que protagonizó hace un año el broker de 31 años Jérôme Kerviel que estafó 4.900 millones de euros a la Société Générale en París. En Reino Unido los cinco mayores bancos han aceptado reducir el bonus y los extras de sus altos directivos. Pero donde todavía no se ha tomado una decisión es en Estados Unidos. Según un informe publicado por The Wall Street Journal, los altos cargos de las entidades bancarias con sede en Manhattan cerrarán el año con unas bonificaciones récord. En total, entre gratificaciones y salarios, los bancos darán a sus directivos 140.000 millones de dólares (unos 94.000 millones de euros). Entre las empresas analizadas figuran los gigantes bancarios Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs y Morgan Stanley. También está incluido JP Morgan Chase, que ayer presentó sus resultados del tercer trimestre, en el que sus beneficios alcanzaron los 3.600 millones de dólares (2.400 millones de euros). Se han multiplicado por seis, gracias, sobre todo, a su banco de inversión.