Los Presupuestos de Cataluña sublevan de nuevo a ERC por no contemplar la rebaja del Impuesto de Sucesiones

Los socialistas catalanes del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y, en menor medida, los ecosocialistas de Iniciativa per Catalunya (ICV) tensaron este viernes las relaciones en el seno del tripartito catalán con sus socios de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). El motivo no es otro que evitar incluir en el proyecto de ley de Presupuestos de la Generalitat para 2010 y en la Ley de Acompañamiento autonómica el proyecto de rebaja gradual del Impuesto de Sucesiones como están reclamando los republicanos. El lunes, según ha podido conocer El Confidencial, comenzará una tanda de reuniones entre los dirigentes de ERC y PSC para tratar de encajar la reforma de este impuesto y pactar una solución que satisfaga a todos.

El consejero de Economía, Antoni Castells, presentó este viernes el mismo el proyecto presupuestario para el año próximo que no incluirá la rebaja de este tributo, que para sus socios de ERC “no debe desaparecer para las rentas más altas, pero sí para la gran mayoría de la sociedad catalana”. Según fuentes de Esquerra consultadas por este diario, “la no inclusión de la rebaja del Impuesto de Sucesiones en el proyecto presupuestario provocará que la semana próxima, y en el debate parlamentario del proyecto de ley antes de que se apruebe a finales de año, todas las opciones quedan abiertas para conseguir que finalmente esa reforma se lleve a cabo en 2010”. Entre esas opciones, evidentemente, figura la votación diferenciada frente a los otros dos socios del Tripartito.

Los dirigentes de la formación independentista seguirán presionando a los socialistas y a ICV para que la reforma del impuesto se elimine gradualmente el año próximo, pero reconocieron que no comparten la decisión del PSC de incluir esta reforma a partir del año 2011 en una ley de nueva creación, porque se dilataría en el trámite parlamentario en un año 2010 centrado en las elecciones y en la disolución del Parlamento autonómico.

De cualquier forma, el proyecto de ley presupuestaria preparado por Antoni Castells pierde la oportunidad de acompañar en el redactado la reforma de un impuesto que cada vez cuenta con más detractores políticos (a favor de su supresión están CiU, el PP, mientras que ERC aboga por reducirlo drásticamente) y sociales (plataformas de ciudadanos) en Cataluña. Fuentes socialistas aseguran que en un entorno “marcado por la caída de ingresos vía impuestos por la caída del consumo y de la actividad inmobiliaria, suprimir el Impuesto de Sucesiones provocaría que la Generalitat dejase de ingresar casi 1.000 millones de euros anuales, por lo que la reforma de este tributo se debe realizar gradual para no limitar el mantenimiento del gasto social y de la inversión”. Las mismas fuentes sostienen que el gobierno regional espera a culminar la reforma de este impuesto después de las elecciones autonómicas de 2010 y en función de cómo quedaría el nuevo mapa electoral catalán. El problema es que Esquerra Republicana seguirá presionando para que la rebaja del impuesto se produzca el año próximo.

Sube el déficit público y bajan los ingresos por IVA

El proyecto de Presupuestos para el año 2010 está todavía marcado por la profunda recesión económica y un aumento del déficit público en las cuentas catalanas. La Generalitat prevé que el déficit público se sitúe en los 4.800 millones de euros, lo que supone situarlo en el 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB). Las cuentas incluyen la financiación autonómica pactada con el Gobierno central, con una aportación de 2.600 millones de euros por este concepto para Cataluña y cabe hacer una mención especial a la caída de los ingresos por vía de impuestos. La previsión de la Generalitat es de que el año próximo se produzca una caída del 35% en los ingresos por IVA debido al parón de la actividad y del consumo de las familias. Entre las novedades del proyecto de Ley de medidas fiscales y financieras figuran el poder pagar el Impuesto de Sucesiones en dos años, así como incentivos fiscales para favorecer la emprendeduría, como deducciones en la cuota autonómica del IRPF para inversiones en empresas nuevas o que están creciendo y cotizan en el mercado alternativo bursátil.

Las cuentas serán las segundas de la crisis, y con una mayor caída de los ingresos, que los 2.600 millones adicionales del nuevo sistema de financiación autonómica sólo conseguirán compensar tímidamente. Mientras el año pasado la caída de ingresos se notó sobre todo en la recaudación de los impuestos cedidos --muy vinculados al sector inmobiliario--, este año también se ha desplomado la recaudación de los tributos participados con el Estado. Los dos ejes clave de los presupuestos serán las políticas sociales y las encaminadas a reactivar la economía. Sobre este último punto, el gobierno catalán aumentará los recursos destinados a nuevas tecnologías y proyectos de I+D, y pese a que la partida de infraestructuras seguirá siendo una de las más importantes en volumen de recursos, no será una de las prioritarias.