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La Fiscalía investiga si Laporta simuló un contrato entre Johan Cruyff y Mediapro
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LOS NEGOCIOS PRIVADOS DEL PRESIDENTE DEL BARÇA

La Fiscalía investiga si Laporta simuló un contrato entre Johan Cruyff y Mediapro

El despacho privado del presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha multiplicado su actividad los últimos años gracias a algunos asuntos de relativa importancia que han

Foto: La Fiscalía investiga si Laporta simuló un contrato entre Johan Cruyff y Mediapro
La Fiscalía investiga si Laporta simuló un contrato entre Johan Cruyff y Mediapro

El despacho privado del presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha multiplicado su actividad los últimos años gracias a algunos asuntos de relativa importancia que han pasado por él. Algunos más polémicos que otros, debido a las vinculaciones de su principal titular, y, sobre todo, jugosos. Una de las actuaciones más polémicas fue la intermediación que realizó entre el actual entrenador de la selección catalana, Johan Cruyff, y el grupo Mediapro, propiedad de Jaume Roures, por el que éste se hacía con la representación de la imagen del holandés en los medios radiofónicos y televisivos por cinco años a cambio de 3 millones de euros.

El abogado Oriol Giralt, el socio díscolo del Barça, el mismo que alentó la moción de censura que casi acaba con el mandato de Laporta en verano del 2008 y que el pasado 16 de noviembre presentó una demanda ante la fiscalía contra el presidente culé, considera que en este asunto existen muchos puntos oscuros que arrojan sombras sobre la verdadera naturaleza del contrato y exige una investigación de la Administración de justicia para determinar si ha habido supuestos delitos de falsedad documental, apropiación indebida y administración desleal hacia el club.

Según la documentación que llegó a manos del fiscal, un escrito de Maite Fernández, directora general del despacho Laporta & Arbós Advocats Associats dirigido a Jaume Roures señala textualmente: “En atención a que, como bien sabes, el objeto del contrato escrito que estamos negociando es ficticio, habríamos de firmar un documento del cual se desprenda que el contrato firmado entre Mediapro y Nuevos Horizontes responde a un objeto diferente del consignado en el mismo y, por tanto, no genera ninguna de las obligaciones hacia Johan que se establecen en el mismo. Consideramos que entenderás que ésta es una formalización inexcusable, ya que si bien partimos de una base de mutua confianza entre tú y Johan, hemos de defender los intereses de nuestro cliente y considerar la posibilidad de que si durante la vigencia del contrato entre Mediapro y Nuevos Horizontes te desvinculases de Mediapro, podríamos encontrarnos ante la situación de que alguien de Mediapro exigiese a Johan el cumplimiento de las obligaciones expresadas en el contrato”.

Nuevos Horizontes 2000 es una sociedad propiedad de Cruyff cuyo objeto es la compraventa de bienes inmobiliarios, así como el comercio al por mayor de productos químicos, además de la intermediación en los derechos de imagen de personas físicas o jurídicas. El contrato entre la sociedad del holandés y la de Roures se firmó en septiembre del 2007, en el despacho particular de Joan Laporta, tras varios meses de negociaciones. Este hecho tuvo lugar poco más de un año después de que Mediapro firmase contrato para explotar los derechos de imagen del FC Barcelona, a quien paga 120 millones de euros al año.

Contrato verbal

Pero precisamente de este hecho nacen las sospechas de la verdadera naturaleza del pago de los 3 millones de euros a Cruyff. “Después de comentar con Johan la conversación mantenida, nos confirma que el contrato está vigente desde el año pasado, pues éste fue el pacto verbal al que habíais llegado, en base al cual entiende que este año se habrían de hacer tres pagos, correspondientes a los pagos atrasados que se habrían de haber hecho en caso de haber formalizado el contrato por escrito el año pasado. Además, Johan estaría de acuerdo en pactar una duración del contrato por un máximo de cuatro (4) años, pero no cinco, ya que partimos de que el contrato está en vigor desde el año pasado”, dice la directora general a Roures el 28 de julio del 2007.

Según esta cronología, el acuerdo con el actual entrenador de la selección de Cataluña se realizó inmediatamente después del pacto oficial alcanzado entre el club culé y la sociedad de Jaume Roures. ¿Y qué tiene de particular este detalle? La clave la puede dar un borrador de carta que Roures debía dirigir a Cruyff antes de firmarse el contrato, y que también ha sido entregado a la Fiscalía. En ella, se especificaba que “durante el pasado año 2006, interviniste en nombre del grupo empresarial Mediapro, que represento y dirijo, ante diversas instituciones privadas, con el fin de promocionar nuestra empresa y contribuir directamente a la conclusión de negocios de interés para la misma, a través de los cuales el grupo Mediapro ha obtenido y prevé obtener considerables beneficios”.

El texto añade que como retribución a la “apreciada colaboración” del ex entrenador, Mediapro le remunerará “en los términos que te anuncié al solicitar tu cooperación”. Estos términos, según se deduce de los siguientes párrafos, era la firma de un contrato entre el grupo de Roures y Nuevos Horizontes 2000. “Sin embargo, como se desprende de lo hasta aquí expuesto, las obligaciones asumidas tanto por Nuevos Horizontes como por ti mismo en virtud del referido contrato no serán exigibles (...) por responder el contrato a un objeto distinto al reflejado en el mismo”. En consecuencia, el directivo se compro metía “en nombre propio y de la compañía (...) a no exigir en ningún caso el cumplimiento de las obligaciones dimanantes del referido contrato de colaboración profesional, así como a mantenerte indemne de cualquier reclamación derivada del incumplimiento de las obligaciones dimanantes del referido contrato”. En otras palabras, lo que se pagó a Johan Cruyff no fueron sino comisiones (o remuneraciones) por la intermediación que había hecho ante varias instituciones a favor de Roures. Lo que deberá determinar la investigación es si jurídicamente la fórmula empleada para el resarcimiento de estas remuneraciones es o no correcta.

Curiosamente, Cruyff es amigo personal de Roures desde que éste estaba en TV3, hace ya veinte años. Y también es amigo personal de Laporta, no en vano le ha ayudado a montar algunas empresas. Incluso la sociedad patrimonial que Jordi Cruyff creó el 26 de julio del 2002, Lapwing, tiene la sede en el despacho privado profesional del presidente blaugrana. En ella, Laporta se constituyó incluso en “fiador solidario en los préstamos hipotecarios que adquiera en ejercicio del apoderamiento”, según una escritura notarial del 29 de julio del 2002.

El aval inexistente

Pero también hay otro detalle a tener en cuenta: el contrato que ata al Barça con Mediapro no tiene aval. Roures hubiera tenido que depositar 3,6 millones de euros como aval, pero Laporta no exigió esta medida. De esta manera, en caso de incumplimiento de los pagos de Mediapro, el FC Barcelona hubiera tenido dónde agarrarse. En la actual situación, si Mediapro deja de abonar las cuotas, la entidad azulgrana sólo puede negociar por las buenas los pagos o acudir al juzgado, pero no resolver inmediatamente el contrato, tal y como afirmó Laporta ante la asamblea de socios el pasado 19 de agosto.

En el contrato firmado el 5 de mayo del 2006 entre el Barça y Roures, que obra en poder de El Confidencial, se ceden los derechos de explotación de las retransmisiones de los partidos de Liga, de las competiciones internacionales (Copa de la UEFA, UEFA-Champions League, Copa Intercontinental, Supercopa de Europa o cualquier otra competición ligada a la FIFA o la UEFA), la Copa del Rey (excepto la final, cuyos derechos pertenecen a la Real Federación Española de Fútbol) e incluso los amistoso y el torneo Joan Gamper. La contraprestación, 115 millones de euros la primera temporada, actualizando esta cifra anualmente hasta el 2011 con el IPC, con opción a dos temporadas más.

En las cláusulas se especifica que la demora en el pago de más de 30 días, el FC Barcelona aplicará unos intereses del euribor a un año más tres puntos. Si esta demora llega a 180 días (seis meses), puede capitalizar los intereses vencidos aplicando el mismo porcentaje. Y adicionalmente, si los vencimientos impagados llegan al 32,5% del precio de la temporada (es decir, a los 37,37 millones de euros), el Barça puede resolver el contrato.

El pacto al que Roures llegó con el Real Madrid, no obstante, difiere sustancialmente, pues prevé el depósito de un aval: para garantizar los pactos, Mediapro entrega al club blanco todos los días 10 de enero un aval semestral por 60 millones de euros, que es renovado el 1 de julio de cada temporada por la misma cantidad. El contrato, que fue firmado el 20 de noviembre del 2006, preveía para el Madrid 120 millones de euros anuales (cinco millones más que el Barça) desde el 2008 hasta el 2013, actualizables cada año según el IPC. Con ello, pues, el Real Madrid se garantiza el pago de las cuotas. Además, el contrato señala que “en caso de incumplimiento por Mediapro, o sus cesionarios, de las obligaciones de pago y/o de la entrega de los avales a los que se refiere la presente estipulación, el Real Madrid podrá resolver anticipadamente el presente contrato, previa comunicación a Mediapro de dicho incumplimiento, siempre que el mismo no sea subsanado en el plazo de un (1) mes contado desde dicha notificación”, dice el texto del contrato firmado por Roures con el club merengue, al que ha tenido acceso este diario.

En otras palabras, lo que ha habido en el caso del Barça es, en todo caso, una deficiente negociación de los términos en cuanto al avalamiento del pacto, aunque ya es tarde para subsanar esta equivocación.

El despacho privado del presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha multiplicado su actividad los últimos años gracias a algunos asuntos de relativa importancia que han pasado por él. Algunos más polémicos que otros, debido a las vinculaciones de su principal titular, y, sobre todo, jugosos. Una de las actuaciones más polémicas fue la intermediación que realizó entre el actual entrenador de la selección catalana, Johan Cruyff, y el grupo Mediapro, propiedad de Jaume Roures, por el que éste se hacía con la representación de la imagen del holandés en los medios radiofónicos y televisivos por cinco años a cambio de 3 millones de euros.

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