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Al Qaeda del Magreb podría pedir la liberación de alguno de los 65 islamistas presos en España
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EL SECUESTRO DE TRES COOPERANTES ESPAÑOLES EN MAURITANIA

Al Qaeda del Magreb podría pedir la liberación de alguno de los 65 islamistas presos en España

Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la “franquicia” de Bin Laden en el norte de África, reivindicó ayer el secuestro de tres cooperantes españoles en

Foto: Al Qaeda del Magreb podría pedir la liberación de alguno de los 65 islamistas presos en España
Al Qaeda del Magreb podría pedir la liberación de alguno de los 65 islamistas presos en España

Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la “franquicia” de Bin Laden en el norte de África, reivindicó ayer el secuestro de tres cooperantes españoles en Mauritania, cuya liberación condiciona a unas exigencias por determinar, pero que las fuentes policiales consultadas creen que incluirán la puesta en libertad de algunos de los 65 terroristas yihadistas presos en nuestro país.  AQMI representa la amenaza terrorista de raíz islamista más grave para España desde los atentados del 11 de marzo de 2004.

 

Los tres cooperantes españoles, Albert Vilalta, Roque Pascual y Alicia Gámez, fueron secuestrados el pasado 29 de noviembre a unos 150 kilómetros de Nuakchot, cuando viajaban en un convoy por la carretera que une esa capital con la ciudad mauritana de Nuadibú. El comunicado de AQMI difundido ayer, aunque tiene fecha de 7 de diciembre, confirma que tiene también en su poder al cooperante francés Pierre Camatte, secuestrado en Mali. Al Qaeda en el Magreb Islámico tiene  sus bases en la frontera entre Argel y Mali, en el desierto del Sahel, a donde se cree que han sido conducidos los cuatro secuestrados.

Al Qaeda en el Magreb Islámico se gestó hace ahora tres años de la mano del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) argelino, el grupo más importante que actuaba en el Magreb y al que pertenecían la mayoría de los detenidos en España tras los atentados del 11-S en Estados Unidos. En enero de 2007 el GSPC asumió los principios de Al Qaeda y se constituyó como su “franquicia” en el norte de África, a la que se sumó el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), el segundo grupo en relevancia, y otras organizaciones menos estructuradas que operaban en Mauritania, Libia, Túnez y Egipto. Una estrategia que Al Qaeda ha desarrollado también en el sudeste asiático en torno al grupo terrorista Yamaa Islamiya, en una especie de descentralización para ganar en eficacia.

Los servicios de información aseguran que el objetivo prioritario de Al Qaeda en el Magreb Islámico es desestabilizar los gobiernos del norte de África y, en segundo lugar, valerse de la proximidad de España como puerta de entrada en Europa, lo que convierte a nuestro país en el objetivo más próximo. Los casi seis años transcurridos desde los atentados del 11-M, y la desarticulación de numerosas células terroristas, sobre todo en Madrid y Barcelona, han diluido la sensación de peligro entre los ciudadanos, pero no en los servicios antiterroristas, que han visto incrementado en más de un millar el número de efectivos dedicados exclusivamente a prevenir esta amenaza global. “No hay que generar una alarma innecesaria, pero sí tener presente que el riesgo de atentado permanece”, dicen fuentes policiales.

Desciende el número de presos islamistas

En 2001, año de los atentados de las Torres Gemelas, el número de presos yihadistas en España, todos ellos del Grupo Islámico Armado (GIA) argelino, absorbido después por el Grupo Salafista, se limitaba a 4, y a 18 el número de detenidos. Tras los atentados de Madrid la cifra de presos se elevó hasta los 117 en 2005, además de 108 detenidos; 139 presos en 2006 y 56 detenidos, y la cifra récord de 152 presos en 2007 y 47 detenidos, la mayoría procedente de Marruecos y Argelia. En la actualidad hay tan sólo 65 presos islamistas, de los cuales 43 son penados y 22 preventivos, según datos facilitados por Instituciones Penitenciarias.

El comité técnico creado para coordinar todo lo relativo al secuestro de los tres cooperantes en Mauritania, integrado por los secretarios de Estado y otros altos cargos de los ministerios de Asuntos Exteriores, Defensa e Interior, se reunió de nuevo ayer para analizar el último comunicado de Al Qaeda y emitió una nota en la que se limita a informar de que prosiguen las gestiones para lograr la liberación de los secuestrados, cuyas familias están siendo informadas puntualmente de la marcha de los acontecimientos.

Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la “franquicia” de Bin Laden en el norte de África, reivindicó ayer el secuestro de tres cooperantes españoles en Mauritania, cuya liberación condiciona a unas exigencias por determinar, pero que las fuentes policiales consultadas creen que incluirán la puesta en libertad de algunos de los 65 terroristas yihadistas presos en nuestro país.  AQMI representa la amenaza terrorista de raíz islamista más grave para España desde los atentados del 11 de marzo de 2004.

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