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Un confidente apodado 'el Romano' es la coartada de la Policía en el 'chivatazo' a ETA
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EL SUMARIO DEL 'CASO FAISÁN'

Un confidente apodado 'el Romano' es la coartada de la Policía en el 'chivatazo' a ETA

Conoce la verdad, pero resulta obvio que no va a testificar en un juzgado. Un misterioso confidente de ETA que habría dado importantes servicios en la

Foto: Un confidente apodado 'el Romano' es la coartada de la Policía en el 'chivatazo' a ETA
Un confidente apodado 'el Romano' es la coartada de la Policía en el 'chivatazo' a ETA

Conoce la verdad, pero resulta obvio que no va a testificar en un juzgado. Un misterioso confidente de ETA que habría dado importantes servicios en la lucha contra la banda terrorista es la coartada del jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamies, para negar su implicación en el ‘chivatazo’. Según su testimonio ante el juez Baltasar Garzón, instructor de la causa para esclarecer la filtración policial que el 4 de mayo de 2006 desbarató una operación contra la red de extorsión de la banda que tenía su sede en el bar El Faisán de Irún, el inhabitual e intenso cruce de llamadas que mantuvo la noche previa y la mañana de los hechos con varios subordinados tenía por objeto preparar una cita con dicho confidente en el sur de Francia. Dos funcionarios a sus órdenes que declararon como testigos corroboraron esta versión, imposible de contrastar.

Conoce la verdad, pero resulta obvio que no va a testificar en un juzgado. Un misterioso confidente de ETA que habría dado importantes servicios en la lucha contra la banda terrorista es la coartada del jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamies, para negar su implicación en el ‘chivatazo’. Según su testimonio ante el juez Baltasar Garzón, instructor de la causa para esclarecer la filtración policial que el 4 de mayo de 2006 desbarató una operación contra la red de extorsión de la banda que tenía su sede en el bar El Faisán de Irún, el inhabitual e intenso cruce de llamadas que mantuvo la noche previa y la mañana de los hechos con varios subordinados tenía por objeto preparar una cita con dicho confidente en el sur de Francia. Dos funcionarios a sus órdenes que declararon como testigos corroboraron esta versión, imposible de contrastar.

Baltasar Garzón