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Zapatero se envalentona y endurece la reforma tras romper con los sindicatos
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LOS EMPRESARIOS CREEN QUE NO SE CREARÁ EMPLEO A CORTO PLAZO

Zapatero se envalentona y endurece la reforma tras romper con los sindicatos

La ruptura de Moncloa con los sindicatos tiene una primera consecuencia. El Gobierno se sintió ayer libre de cargas para endurecer más la reforma laboral. Traspasando

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Zapatero se envalentona y endurece la reforma tras romper con los sindicatos

La ruptura de Moncloa con los sindicatos tiene una primera consecuencia. El Gobierno se sintió ayer libre de cargas para endurecer más la reforma laboral. Traspasando algunas de las ‘líneas rojas’ que hasta ahora habían puesto los sindicatos. En particular en tres frentes: la generalización del despido barato que incorpora 33 días de indemnización (frente a los 45 del contrato fijo ordinario ), la posibilidad de que las empresas de trabajo temporal puedan contratar para las administraciones públicas (hasta ahora lo tenían prohibido) y, en tercer lugar, un texto más matizado para que las empresas puedan despedir con mayores facilidades por causas objetivas (principalmente económicas). Es decir, sin tener que acudir al despido disciplinario de 45 días para no tener que presentar las cuentas ante los trabajadores.

El real decreto ley no rompe con la filosofia anterior, pero en palabras de un prestigioso experto laboral curtido en muchas negociaciones, lo que está claro es que el Gobierno parece dispuesto a ir más allá. Y en este sentido apunta la importancia de la exposición de motivos que inspira la reforma laboral, y que con toda probabilidad se publicará hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE), lo que supone que entrará en vigor mañana viernes. En el preámbulo del texto se dice, en concreto, que la experiencia obtenida ha puesto de manifiesto, particularmente en los dos últimos años, "algunas deficiencias en el funcionamiento de las vías de extinción previstas en los artículos 51 y 52 del Estatuto de los Trabajadores al desplazar muchas extinciones de contratos indefinidos realmente basadas en motivaciones económicas o productivas hacia la vía del despido disciplinario improcedente".

Esta exposición de motivos es importante debido a que en la práctica son los jueces los que van a interpretar la reforma, y de ahí que el Gobierno quiera dejar claro cuál es la intención del legislador. Si el Ejecutivo no cierra bien las vías de agua como ha sucedido en anteriores reformas, es muy probable que la reforma se quede al final en papel mojado, como ha sucesido con otras modificaciones. Sobre todo teniendo en cuenta dos factores. El derecho del trabajo es de carácter tuitivo, lo que signfica que entre sus funciones está la de proteger a la parte débil de una relación contractual,en este caso el trabjador. Y, por otro, los comités de empresa y las organizaciones sindicales -que están contra la reforma- tienen mucha capacidad de presión ante las magistraturas de trabajo. 

 

La intensidad de la reforma, sin embargo, no significa que se vaya a crear empleo de forma rápida y abundante. Al menos este es el consenso al que llegaron ayer más de una veintena de empresarios que casualmente estaban reunidos en un despacho de abogados. Hubo coincidencia en que la creación de puestos de trabajo depende fundamentalmente del crecimiento económico. Pero dicho esto, también hay acuerdo en ese foro en que las cosas hubieran sido distintas si esta reforma se hubiera aprobado hace tres o cuatro años.

Las novedades que incorpora el nuevo texto son las siguientes. Respecto del contrato de fomento del empleo fijo (el que incorpora una indemnización (33 días), el Gobierno ha decidió finalmente abrir la mano a prácticamente todos los colectivos. Hasta el punto de que los empresarios podrán celebrar contratos de este tipo también con trabajadores con edades comprendidas entre 31 y 44 años que anteriormente hubieran tenido un contrato indefinido.

La ruptura de Moncloa con los sindicatos tiene una primera consecuencia. El Gobierno se sintió ayer libre de cargas para endurecer más la reforma laboral. Traspasando algunas de las ‘líneas rojas’ que hasta ahora habían puesto los sindicatos. En particular en tres frentes: la generalización del despido barato que incorpora 33 días de indemnización (frente a los 45 del contrato fijo ordinario ), la posibilidad de que las empresas de trabajo temporal puedan contratar para las administraciones públicas (hasta ahora lo tenían prohibido) y, en tercer lugar, un texto más matizado para que las empresas puedan despedir con mayores facilidades por causas objetivas (principalmente económicas). Es decir, sin tener que acudir al despido disciplinario de 45 días para no tener que presentar las cuentas ante los trabajadores.

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