Gallardón afirma ante la Virgen de la Paloma que se presentará a la reelección

Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid, poco dado a festejos y tradiciones populares, cumplió ayer con el rito de besar a la virgen de la Paloma. Fue a las 14.28 horas. En ese preciso momento ya estaba en boca de todos los asistentes que el regidor, del que hasta el último momento no se sabía si acudiría al día grande de las fiestas del distrito Centro, había aprovechado la ofrenda floral a la “patrona oficiosa de Madrid”, como el mismo la calificó, para anunciar formalmente que se presentará a la reelección.

 

Aseguró que, si en mayo próximo sale elegido alcalde por tercera vez, lo que le igualaría en mandatos con su antecesor en el cargo, José María Álvarez del Manzano, también del PP, cumplirá sus compromisos y permanecerá en el cargo durante toda la legislatura. "Siempre, siempre que he perdido elecciones, cuando estaba en la oposición, y después cuando las he ganado, he cumplido mis compromisos", afirmó. Con esas declaraciones Gallardón despejó, de momento, las cábalas sobre su posible paso a la política nacional.

Las encuestas electorales conocidas hasta ahora indican que el alcalde mantendría la mayoría absoluta y no tendrá problemas en renovar su cargo, pero el respaldo de los madrileños no será tan incondicional como en anteriores citas electorales y los votos a Gallardón podrían bajar más de tres puntos. En ese contexto, y dado el escaso entusiasmo que en reiteradas ocasiones ha mostrado por ese puesto político, su entorno más cercano daba por hecho que el alcalde se presentaría a las elecciones generales de 2012 como diputado, optando posteriormente a un hipotético cargo en el Congreso de los Diputados, como podría ser la presidencia de esa Cámara, o una vicepresidencia en un hipotético gobierno presidido por Mariano Rajoy.

 

El desempeño de la alcaldía es compatible con el puesto de diputado, pero, obviamente, si Gallardón no se desdice dentro de un año o dos y mantiene su compromiso de cumplir su mandato, no optaría a un puesto en las Cortes o a responsabilidades en el gobierno central.

Ante el bastidor de madera que acogía los ramos de flores, Gallardón transformó la ofrenda a la virgen en un acto político y afirmó que afronta “esta campaña y todo el proceso electoral con una ilusión renovada”. Ya metido casi en campaña, el alcalde, que acudió acompañado de Concepción Dancausa, alcaldesa en funciones en el mes de agosto, y de Juan Bravo, concejal de Hacienda, anticipó incluso los objetivos de ese posible tercer mandato y, por ende, eje central de su programa electoral:  "No hay nada que me haga más ilusión en estos momentos que poder llevar el proceso de transformación de Madrid, al punto que hagamos irreversible para siempre la situación de nuestra ciudad como una de las capitales globales de toda Europa, y me atrevo a decir que de todo el mundo".

 

Así, con la humildad y sencillez, el responsable de que la capital de provincia más endeudada de España se postuló ante periodistas y devotos de la virgen como “alcalde de una de las capitales globales de todo el mundo”. Para que no haya dudas sobre los motivos de que Gallardón haya reconsiderado una vez más su carrera política, la nota difundida por el Ayuntamiento sobre el acto destaca que el regidor tuvo palabras de elogio para Jaime Lissavetsky, precandidato socialista.

 

Compañeros de viaje

 

Alberto Ruiz Gallardón y Jaime Lissavetzky hace décadas que se conocen y han desarrollado casi en los mismos escenarios sus carreras políticas. Cuando el primero era un meritorio en las filas del PP que ocupaba los escaños destinados en la Asamblea de Madrid a la oposición, el segundo, que lleva 36 de sus 58 años militando en el partido socialista, era ya Consejero de Educación. En tiempos más recientes, Gallardón y Lissavetsky han compartido muchas reuniones y viajes para hacer realidad que los juegos Olímpicos, cuya candidatura presentó José María Álvarez del Manzano, se celebren en Madrid. Pero ese proyecto, tras las derrotas ante Londres y Río de Janeiro parece que está, de momento, aparcado.

Para marcar de alguna manera diferencias con el actual alcalde, Jaime Lissavetzky afirmó el pasado miércoles, durante su presentación en la sede del PSM como precandidato a la alcaldía, que Madrid necesita una dedicación al 100%. Por ello no considera que el alcalde pueda compatibilizar ese cargo con el trabajo de Diputado. “Mi proyecto de Madrid no es el de Gallardón. Le aseguro que si yo soy el alcalde no voy a ser diputado. Madrid es una ciudad que necesita todo el tiempo. No hago críticas, solamente digo que si soy alcalde no seré diputado.

 

Abucheos de los bomberos

 

Los bomberos de la Ciudad de Madrid se ocuparon ayer de ilustrar con hechos la dedicación que requiere Madrid: Alberto Ruiz-Gallardón fue abucheado por una treintena de ellos. El alcalde  abandonó  la zona tras negarse a hablar con los bomberos aunque fuera "10 segundos". Los manifestantes iban vestidos con una camiseta azul marina en la que se leía "Bomberos Madrid bajo mínimos".  En un folleto que han distribuido explicaban que el 80% de los vehículos con los que se atienden los incendios y emergencias en Madrid "tienen más de 20 años" y que el último de los 12 parques de bomberos de la capital se inauguró en 1995 y "muchos de ellos están en condiciones lamentables".

Critican además que la plantilla del cuerpo municipal de extinción consta de 1.000 bomberos, 500 menos que hace 10 años y 865 menos que los que el alcalde prometió para 2010. "Incumplir esa promesa pone en riesgo nuestra seguridad y la de todos los ciudadanos", afirman. El largo conflicto laboral de los bomberos ha provocado que por primera vez el cuadro de la Virgen haya sido descendido por bomberos vestidos con el traje de la Hermandad de la Virgen de la Paloma Fuerza de Bomberos y no con su uniforme de trabajo.