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Gómez quiere forzar un cara a cara al que se niega Trinidad Jiménez
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OFENSIVA EN 'EL PAÍS' Y LA CADENA SER

Gómez quiere forzar un cara a cara al que se niega Trinidad Jiménez

La candidatura de Tomás Gómez está convencida de que un debate electoral con Trinidad Jiménez daría al líder del PSM el último empujón para imponerse, el

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Gómez quiere forzar un cara a cara al que se niega Trinidad Jiménez

La candidatura de Tomás Gómez está convencida de que un debate electoral con Trinidad Jiménez daría al líder del PSM el último empujón para imponerse, el próximo 3 de octubre, en las primarias madrileñas. Por ello, el equipo de Gómez está redoblando la presión para forzar un cara a cara en los medios de comunicación, aunque, por ahora, sin éxito. La ministra de Sanidad se niega en redondo a debatir con el argumento de que no hay dos programas electorales que confrontar, sino una mera elección de candidato.

El último en provocar a la candidatura de Jiménez ha sido Julián Santamaría, catedrático de Ciencia Política y presidente de Noxa Consulting, empresa que elabora los sondeos al PSM. Este veterano brujo electoral del PSOE (fue director del CIS con el gobierno de Felipe González y embajador en Washington) se ha situado, como otros miembros de la vieja guardia, en el bando de los tomasistas.

Santamaría defendió el miércoles, a través de una tribuna en El País, la necesidad de que los militantes conozcan a los candidatos mediante la celebración de debates: “Rechazarlos es reducir la dimensión democrática de la elección restando información sustantiva al cuerpo electoral”. “Los estatutos del partido no contemplan los debates, pero tampoco los prohíben y se comprende mal que un partido que los viene defendiendo a nivel nacional desde hace muchos años, aunque no los contemple norma alguna, utilice una excusa tan poco convincente y contradictoria”, esgrime el ex responsable del departamento electoral del PSOE.

Pero la ofensiva para obligar a Jiménez a aceptar un debate la comanda Eduardo Sotillos, secretario de Comunicación y Estrategia del PSM, quien ha propagado esta idea desde el comienzo de la carrera electoral. De hecho, esta semana aprovechó una intervención en la Cadena Ser para pedir a Carlos Francino que le ayude a organizar el cara a cara con la ministra de Sanidad, reiterando que los socialistas tienen derecho a conocer el proyecto que representa cada candidato.  

A pesar de todos estos intentos, Jiménez continúa sin morder el anzuelo arguyendo que con quien realmente quiere debatir es con Esperanza Aguirre. Según su equipo, las primarias no son una competición electoral al uso, y ambos candidatos deben representar el mismo programa, enmarcado en los valores del PSOE. “Al final, aunque intentemos mantener cierta elegancia en el debate, uno u otro quiere ganar, y yo si lo hago, lo quiero ganar, y no quiero que demos ese espectáculo de que puede haber confrontación y diferencias cuando estamos hablando siempre del mismo partido”, señaló el jueves la aministra de Sanidad.

Como Clinton y Obama

Una idea que no comparte la candidatura del líder del PSM. “Respetamos que Jiménez no quiera debatir, aunque consideramos necesario que los militantes conozcan las diferencias y matices entre ambos candidatos. Tomás lleva tres años desgranando su proyecto para Madrid, pero no conocemos bien el de la ministra”, aseguró Eusebio González, portavoz de la plataforma de apoyo a Gómez.

Dado que la posibilidad del cara a cara resulta cada vez más remota, el entorno del ex alcalde de Parla parece haber optado por utilizar esta negativa de Trini para desacreditarla. “¿Por qué se niega Trinidad Jiménez a debatir en público con Tomás Gómez? Si está tan convencida, como repite una y otra vez, de que ella es la mejor, ¿por qué no dejar que los afiliados decidan si están o no de acuerdo con ella?”, escribe Santamaría, quien también recuerda que “Clinton era mucho más conocida y estaba mucho mejor posicionada que Obama, pero no se negó a debatir con él porque de haberlo hecho habría dado una muestra clara de inseguridad, de su incapacidad para asumir y controlar el riesgo”.

Claro que, si Jiménez juega el rol de Clinton en estas primarias, ya sabe que no le conviene ayudar con debates a su adversario. “Allí votan los simpatizantes, aquí solamente votan los 18.000 militantes a los que nos estamos dirigiendo personalmente”, indicó el jueves para descartar cualquier parecido entre el proceso estadounidense y el madrileño.

La candidatura de Tomás Gómez está convencida de que un debate electoral con Trinidad Jiménez daría al líder del PSM el último empujón para imponerse, el próximo 3 de octubre, en las primarias madrileñas. Por ello, el equipo de Gómez está redoblando la presión para forzar un cara a cara en los medios de comunicación, aunque, por ahora, sin éxito. La ministra de Sanidad se niega en redondo a debatir con el argumento de que no hay dos programas electorales que confrontar, sino una mera elección de candidato.

Tomás Gómez Debate Estado de la Nación