Es noticia
Gallardón copia ahora el estilo de Aguirre para plantar cara al PSOE en Madrid
  1. España
EL ALCALDE ASUME QUE PERDERÁ VOTOS EN 2011

Gallardón copia ahora el estilo de Aguirre para plantar cara al PSOE en Madrid

Alberto Ruiz-Gallardón afila sus colmillos para defender su lujoso despacho en el Palacio de Cibeles de la capital. El equipo del alcalde de Madrid reconoce que

Foto: Gallardón copia ahora el estilo de Aguirre para plantar cara al PSOE en Madrid
Gallardón copia ahora el estilo de Aguirre para plantar cara al PSOE en Madrid

Alberto Ruiz-Gallardón afila sus colmillos para defender su lujoso despacho en el Palacio de Cibeles de la capital. El equipo del alcalde de Madrid reconoce que cederá terreno al PSOE en los próximos comicios, aunque hay pocas dudas de que conservará la mayoría absoluta. El desgaste de dos legislaturas, la tasa de basuras o la inmensa deuda que arrastra el Ayuntamiento han hecho mella en la imagen de Gallardón, que se medirá en 2011 con el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. Una batalla contra el PSOE, pero también para hacer valer su tirón electoral en el seno del PP.

 

En 2007, Gallardón arrolló a Miguel Sebastián, el candidato elegido por José Luis Rodríguez Zapatero, pero no pudo vencer a Esperanza Aguirre en el particular recuento de votos populares en la capital. Ahora, el alcalde ha tomado el ejemplo de la presidenta autonómica para hacer frente a un posible endurecimiento de la campaña electoral por parte del PSOE. "Si Zapatero y Lissavetzky aprietan a Gallardón, van a descubrir otra cara del alcalde, mucho más beligerante. Ya les ha dado un primer aviso de su capacidad dialéctica", explica un destacado concejal madrileño.

En efecto, el edil que trata de guardar las esencias del centrismo en el PP, sorprendió el pasado jueves con unas duras declaraciones en las que tachaba de "mentiroso" y "envidioso" al presidente del Gobierno. "Zapatero está en estos momentos como los malos alumnos de clase, que les da rabia que los demás si hayan hecho los deberes", afirmó, para luego añadir que el presidente lidera el Ejecutivo "más antimunicipalista que ha existido nunca en la historia de la democracia española".

El viernes, Gallardón continuó su ataque al líder socialista desde Cataluña, donde participaba en al campaña de Alicia Sánchez-Camacho. "Si Zapatero tiene un principio de lealtad a los ciudadanos tiene que volver a llamar a los españoles a las urnas", sostuvo. Además, aseguró que el presidente del Gobierno es el "obstáculo objetivo fundamental" para salir de la crisis.

Ayer, el edil popular aprovechó la celebración de la Fiesta Nacional para conversar personalmente con el líder socialista y recriminarle que haya impedido al Ayuntemiento de Madrid refinanciar su deuda. Se trató de una conversación "áspera", según atestiguó Esperanza Aguirre. Este cambio de discurso del alcalde, que durante años ha labrado su imagen de hombre moderado y político transversal, ha cogido por sorpresa a muchos, incluso en su propio partido, pero responde a una medida estrategia disuasoria.

Gallardón teme que el PSOE lance una fuerte campaña en la que Zapatero respalde la candidatura de Lissavetzky. El popular también cree que la carrera electoral estará marcada por asuntos de corrupción como el olvidado caso Guateque, Gürtel, y las ramificaciones de Malaya. Cabe recordar que Sebastián ya utilizó la imagen de la abogada Montserrat Corulla, estos días sentada en el banquillo de Malaya, para erosionar al alcalde en 2007. Y el edil desconfía de la amistad que une al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, con el secretario de Estado para el Deporte.

Contra la "asfixia" de Zapatero

 

Por todo ello, Gallardón pretende endurecer su discurso, asemejar su perfil al de Aguirre, y ser capaz de dar una respuesta contundente a los socialistas. Pese a los más de 7.000 millones de deuda que acumula, está dispuesto a acusar a Zapatero de asfixiar económicamente a Madrid y de discriminar a la capital con respecto a las inversiones en otros territorios. Una queja que lleva blandiendo años la presidenta de la Comunidad, habituada a hacer de su oposición al Gobierno central una de sus señas de identidad.

Pero, ¿hasta dónde está dispuesto a llegar Gallardón en su nuevo rol de candidato beligerante? Según fuentes del PP municipal, el límite lo marcarán los socialistas y el tipo de campaña electoral que diseñen. Aunque también influirán las encuestas. El alcalde ha asumido que retrocederá y perderá algún concejal por el descontento ciudadano hacia una parte importante de su gestión. Los sondeos siguen otorgándole la victoria, pero Gallardón se juega también su prestigio como campeón electoral del centro político, y su pasaporte para dar el salto al escenario nacional.

Alberto Ruiz-Gallardón afila sus colmillos para defender su lujoso despacho en el Palacio de Cibeles de la capital. El equipo del alcalde de Madrid reconoce que cederá terreno al PSOE en los próximos comicios, aunque hay pocas dudas de que conservará la mayoría absoluta. El desgaste de dos legislaturas, la tasa de basuras o la inmensa deuda que arrastra el Ayuntamiento han hecho mella en la imagen de Gallardón, que se medirá en 2011 con el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. Una batalla contra el PSOE, pero también para hacer valer su tirón electoral en el seno del PP.

Alberto Ruiz-Gallardón