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Cristina Almeida: “España necesita una presidenta que no sea ni se parezca a Aguirre”
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LA ABOGADA SE JUBILA Y SE CONVIERTE EN ORADORA

Cristina Almeida: “España necesita una presidenta que no sea ni se parezca a Aguirre”

Se jubila anunciando que va a seguir echando leña para avivar más el fuego. Cristina Almeida (Badajoz, 1944) cuelga la toga de abogada para coger el

Foto: Cristina Almeida: “España necesita una presidenta que no sea ni se parezca a Aguirre”
Cristina Almeida: “España necesita una presidenta que no sea ni se parezca a Aguirre”

Se jubila anunciando que va a seguir echando leña para avivar más el fuego. Cristina Almeida (Badajoz, 1944) cuelga la toga de abogada para coger el de oradora y seguir con su particular batalla: cambiar la sociedad. Comunista antes que abogada, se hizo feminista el día en que se dio cuenta de que una mujer "no podía poner un pleito si su marido no le acompañaba al juzgado". Ese fue el momento en el que pegó un puñetazo en la mesa y dijo que no se puede morir hasta que vea a una mujer sentada en la silla de la presidencia del Gobierno. “Pero que no sea ni se parezca a Esperanza Aguirre, que ella se dedica a vender un diálogo masculino aunque vista con falda. Se necesita una mujer que piense como una mujer y luche por nuestros derechos, los de las mujeres”.

 

Toda su vida se ha enfrentado a los hombres, sin miedos ni complejos. Ha sido abogada laboralista de trabajadores y presos políticos, pasando por la política activa en las filas de IU primero y Nueva Izquierda después hasta que pasó ocho años en el Congreso y cuatro en el Senado. Salió de las Cortes hace ya 15 años. Desde entonces y hasta hoy ha trabajado en ABA, el bufete que fundó exclusivamente por miembras que se hartaron de tener un jefe varón y cerraron filas en torno a su figura para defender especializarse en temas de familia, divorcios y malos tratos.     

No pide perdón por ser mujer, sólo pide que toda la sociedad se implique en un proyecto en el que ella cree al cien por cien: la igualdad “real” entre sexos. “Es lo único que nos falta hacer, avergorzarnos de ser lo que somos”. El día que más le marcó como activista política fue cuando firmó la puesta en marcha de la Constitución de 1978. “Por fin conseguíamos un marco legal por el que todos los ciudadanos seríamos iguales ante una ley que nos amparaba”. Y ahora se lamenta de que ese marco que estaban gestando donde todos serían iguales se desmorone. “La Democracia se hizo por el diálogo. Ahora sólo es oposición”.

La crítica la dirige a toda la plana de dirigentes políticos, especialmente a los miembros PP. Explica la actitud política de los 'populares' en torno a la crisis económica: tachar sin paliativos a la labor del Gobierno y ni una sola propuesta concreta que pudiera generar discrepancias. “Con un país de 4,5 millones de parados, ¿dónde está la alternativa de Mariano Rajoy para mejorar las cosas?”. No quiere ni imaginarse una España gobernada por los 'populares'. Porque si Zapatero ha recortado drásticamente los gastos sociales, Almeida asegura que “los otros” ni siquiera los podrían reducir "porque no los hubieran propuesto". 

"Garzón, si a ti te procesan, yo me inculpo contigo"

Sin pelos en la lengua, en los últimos meses se ha significado especialmente en defender al juez Baltasar Garzón, procesado por el Tribunal Supremo en tres causas distintas: por su investigación al franquismo, los cursos que dirigió en Nueva York y las escuchas que autorizó a los abogados de la trama 'Gürtel'. En un acto público organizado por la Universidad Complutense, afirmó: “Baltasar, si a ti te procesan, yo me inculpo contigo”. 

Harta de luchar día a día contra los jueces, cede el puesto a las más jóvenes y ella cambia de enemigo. Quiere cambiar la mentalidad de la sociedad, que para su gusto sufre un retroceso ideológico. “La falta de conciencia social de los jueces me desespera. No voy a llevar más juicios, pero que sepan que a partir de ahora voy a ser juiciosa”. Quien avisa no es traidor. Cristina Almeida se jubila, pero no callará hasta que muera.

Se jubila anunciando que va a seguir echando leña para avivar más el fuego. Cristina Almeida (Badajoz, 1944) cuelga la toga de abogada para coger el de oradora y seguir con su particular batalla: cambiar la sociedad. Comunista antes que abogada, se hizo feminista el día en que se dio cuenta de que una mujer "no podía poner un pleito si su marido no le acompañaba al juzgado". Ese fue el momento en el que pegó un puñetazo en la mesa y dijo que no se puede morir hasta que vea a una mujer sentada en la silla de la presidencia del Gobierno. “Pero que no sea ni se parezca a Esperanza Aguirre, que ella se dedica a vender un diálogo masculino aunque vista con falda. Se necesita una mujer que piense como una mujer y luche por nuestros derechos, los de las mujeres”.