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Otegi pondrá a la Fiscalía contra las cuerdas en la vista del día 11
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PIEZA CLAVE EN UNA POSIBLE ‘TREGUA JUDICIAL’

Otegi pondrá a la Fiscalía contra las cuerdas en la vista del día 11

El “devenir procesal” nada tiene que ver con el “devenir de los acontecimientos políticos”. Son palabras emitidas por la Fiscalía hace tan solo unos días cuando,

Foto: Otegi pondrá a la Fiscalía contra las cuerdas en la vista del día 11
Otegi pondrá a la Fiscalía contra las cuerdas en la vista del día 11

El “devenir procesal” nada tiene que ver con el “devenir de los acontecimientos políticos”. Son palabras emitidas por la Fiscalía hace tan solo unos días cuando, mediante un escrito, pidió a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que no conceda la libertad al ex líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, tal y como ha solicitado el dirigente abertzale.

El fiscal Vicente González Mota viene a decir que la tregua, el supuesto distanciamiento de la denominada izquierda abertzale con ETA y un posible proceso de negociación no afectan a la Justicia. Evidentemente, Otegi no lo entiende así. Después de las múltiples informaciones que desvinculan a Batasuna con la organización terrorista, el recluso considera  su libertad es un paso más hacia el entendimiento.

Ya lo fue en su día, o así lo creen algunos sectores, la libertad del ex líder del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga. Otegi cree que ahora es su turno. El propio juez Fernando Grande-Marlaska apuntó en un auto la pasada semana que la única organización que hoy por hoy sigue al pie de la letra las directrices de ETA es Segi, el aparato que más golpes policiales está encajando en los últimos tiempos.

Mientras el Gobierno lanza mensajes a la izquierda abertzale en los que enumera las condiciones para volver a las instituciones públicas, la Audiencia Nacional continúa avanzando en los procesos contra el aparato político de la banda. Está pendiente de juicio la causa de Batasuna, en la cual hay 40 procesados por integración en organización terrorista por financiar a ETA a través de las herriko tabernas. Otegi es uno de los encausados.

Sin embargo, ésta no es la única causa que tiene abierta el líder abertzale. Aún debe fijarse la fecha del juicio por el proceso que le mantiene actualmente en prisión. El pasado año, Otegi fue detenido, junto a, entre otros, Díez Usabiaga, por intentar crear un nuevo partido, Bateragune, que debía sustituir a Batasuna y que, según el juez instructor, Baltasar Garzón, pretendía introducir a ETA de nuevo en las instituciones haciendo creer que iba a dejar de atentar para volver en un futuro a su política del terror.

El juicio del día 11 es clave

Otegi cree que los acontecimientos están demostrando que Garzón no está en lo cierto. La Fiscalía, por ahora, entiende que las acusaciones que existen contra él son suficientemente graves como para que permanezca en la cárcel. El próximo día 11 es clave. Otegi se sienta en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional para enfrentarse a cinco años de cárcel, por un mitin que dio en Anoeta (San Sebastián) en 2004 y en el que se presentó el programa político de Batasuna para los siguientes años.

Este juicio va a ser fundamental para conocer hasta donde van a llegar los tribunales en este nuevo proceso. Durante la anterior tregua, la Justicia también decretó un armisticio. Las piezas más importantes del mismo fueron Otegi y José Ignacio de Juana Chaos.

Tres años después, el ex portavoz de Batasuna vuelve a la Audiencia. Dos juicios en dos treguas diferentes, pero el delito por el que está acusado es el mismo: enaltecimiento del terrorismo; por un mitin en esta ocasión y por recordar públicamente a la etarra fallecida Olaia Castresana en la primera. En aquel juicio, celebrado en marzo de 2007, la Fiscalía demostró sin tapujos que Otegi apoyaba la tregua.

Fue un día sin precedentes. Las carreteras estaban nevadas, la Audiencia Nacional ordenó que Otegi fuera trasladado desde el País Vasco, donde residía, en helicóptero para poder presentarse en el juicio. Llegó al órgano judicial como el auténtico protagonista. Se celebró la vista y al terminar, el fiscal Fernando Burgos retiró la acusación al entender que no había suficientes pruebas para condenarle; el representante de la izquierda abertzale fue absuelto y, días más tarde, se hizo pública la sentencia. El tribunal aclaraba que quedaba absuelto porque no tenía más opción -un acusado no puede ser condenado a una pena superior de lo que la Fiscalía o acusaciones solicitan-, pero, no obstante, existían numerosas pruebas que permitían condenarlo por un delito de enaltecimiento del terrorismo.

El ‘papelón’ de De Juana

Con De Juana, la Fiscalía también hizo un ‘papelón’. Los 96 años de cárcel que inicialmente pedía para él por amenazar en varios artículos de prensa a la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, y a varios directores de centros penitenciarios, terminaron reduciéndose a 13. De Juana se puso en huelga de hambre, se le concedió la libertad y, entre tanto, el fiscal encargado del caso, Jesús Alonso, renunció a continuar con la causa. Fue Fernando Burgos, una de las manos derechas del fiscal jefe Javier Zaragoza, quien tomó el relevo.

En esas mismas fechas, a principios de 2007 -tras el atentado de la T-4 en el que murieron dos personas-, Garzón sostenía que la izquierda abertzale no es ETA y recalcaba que los jueces también deben acoplarse a la realidad social del momento. “Criminalizar las acciones de la izquierda abertzale, por el solo hecho de afirmar que son Batasuna y ETA, es una reducción simplista, no ajustada a la realidad, y, en todo caso, sin justificación probatoria en esta causa y contradice abiertamente el art. 24.2 de la Constitución Española (que se refiere a la presunción de inocencia)", sostenía en un escrito.

En esos tiempos existía un proceso de paz conocido y abierto. Ahora, las cosas no están tan claras. Pero el próximo día 11 se podrá ver cuál es la postura de la Fiscalía, que ya apoyó al Gobierno en la anterior tregua, y si, en esta ocasión, la Justicia se está plegando a la realidad del momento. Por ahora, al juicio acudirá como testigo de la defensa el actual presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, que deberá decir si Otegi es o no es un hombre de paz.

El “devenir procesal” nada tiene que ver con el “devenir de los acontecimientos políticos”. Son palabras emitidas por la Fiscalía hace tan solo unos días cuando, mediante un escrito, pidió a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que no conceda la libertad al ex líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, tal y como ha solicitado el dirigente abertzale.

Terrorismo Arnaldo Otegi