Marruecos cumple su objetivo: sale de El Aaiún la última activista española

Rabat no quiere a ningún español en el epicentro del conflicto. Isabel Terraza y el mexicano Antonio Velázquez, los últimos activistas escondidos en El Aaiún, abandonan hoy su aventura. La presión recibida tanto por el Gobierno marroquí como por el español ha sido tan intensa que han decidido aceptar la ‘invitación’ de salir del país. “Desde Exteriores nos han instado a salir ya por nuestra seguridad”, relatan los propios activistas.

 

El ministerio de Asuntos Exteriores ha negociado con Marruecos su vuelta. No les ha revelado exactamente cómo llegarán al aeropuerto desde el lugar en el que están refugiados. A Velázquez, que perdió todas sus pertenencias (incluida documentación) en la huida del campamento Gdeim Izik, la Embajada de México le ha proporcionado un documento para poder viajar, por lo que no debería tener ningún problema para salir de El Aaiún.

Pero ni Terraza ni Velázquez están convencidos de su salida ‘cordial’ del país. Saben que los buscan tanto las autoridades marroquíes como los colonos, “así que esperamos que no haya ningún problema mañana”.

Isabel y Antonio colgaron el domingo un contundente vídeo en Youtube para denunciar la “violenta represión” que las fuerzas de seguridad marroquíes está teniendo sobre los saharauis desde que se desalojó el campamento el 8 de noviembre. En apenas dos minutos pusieron voz y su rostro a la situación que han vivido en el Sáhara Occidental. “Somos testigos de los ruidos y de la tortura que los colonos ejercen sobre los saharauis noche tras noche”.

En ese mismo vídeo, los jóvenes activistas aseguraban que a ellos mismos también los querían matar por dar su testimonio al mundo entero. “Pero como nosotros, miles de saharauis están en la misma situación o peor, porque policías y militares entran a la fuerza en sus casas, los torturan y muchos mueren víctimas de esas torturas”.

"Atiendan a las víctimas de la represión"

Terraza y Velázquez solicitaron la intervención “urgente” del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, “para que garantice los Derechos Humanos de la población saharaui” y de Cruz Roja Internacional, “para atender a las víctimas de la represión”.

Cuando sus dos compañeros abandonaron Marruecos el domingo, Exteriores todavía no les había garantizado su salida. Han esperado a que llegase el momento oportuno para poder salir. Hasta ayer, tanto la española como el mexicano se encontraban bien “físicamente”. Pero, por seguridad, seguían escondidos en algún lugar de El Aaiún.