“Jiménez sabía que Rabat desmanteló el campamento para reventar el diálogo en la ONU”

Probablemente sea el último grito de auxilio que lance antes de retomar las armas con su pueblo. “O la comunidad internacional actúa, o vamos a la guerra”. Bucharaya Bayún es el máximo representante de los saharauis en España desde hace tres años y se niega a llamar refugiados a los saharauis en su propio territorio, por eso los califica siempre como “desplazados”.

 

El “servilismo” con el que España trata a Marruecos es lo único que no cabe en la cabeza de este saharaui. “El ministro del Interior marroquí vino a Madrid para contar a Alfredo Pérez Rubalcaba la versión de Rabat que quiere que defienda España. No vino para nada más”. Bayún es consciente de que Jiménez acepta porque Marruecos le ha vendido que si las relaciones siguen siendo tan buenas como hasta ahora, contendrá el terrorismo; la inmigración ilegal y las drogas y no tocará a Ceuta ni a Melilla. “¿De verdad se lo cree? Las ciudades autónomas sólo interesan a Marruecos para chantajear al Gobierno”.  

Según Rabat, sus fuerzas han actuado de forma “pacífica” en el campamento Dignidad. En España, una gran parte de la sociedad pide a gritos a la titular de Exteriores, Trinidad Jiménez, que pronuncie la palabra “condena” hacia unos atentados que parece ser la única que no los ve. Pero el Gobierno español tiene en cuenta la versión de Marruecos, y esperará hasta que se analicen los hechos “cometidos por ambas partes” para verter su opinión.”¿Los 36 cadáveres que hay en el hospital militar que no se quieren entregar no es un dato objetivo? ¿Que la prensa española tiene vetado el paso en El Aaiún no es un dato objetivo? ¿Que se ha desmantelado un campamento con 20.000 saharauis no es un dato objetivo?”, plantea Bayún.   

Marruecos no levantó el campamento la madrugada del lunes 8 de noviembre por casualidad. “El objetivo era reventar las negociaciones en Nueva York entre el Frente Polisario y Rabat, y Trinidad Jiménez lo sabía”. Marruecos contaba con que los saharauis no acudirían, estando las cosas como estaban en El Aaiún, y así podrían alegar ante la ONU que “nosotros éramos los que habíamos roto el diálogo”. Pero los saharauis fueron, con todo el dolor de su corazón, y se sentaron en la misma mesa donde únicamente se vendió mucho ruido. Marruecos sigue sin querer saber nada de autodeterminación, y sólo habla de “ampliar autonomía” bajo su soberanía. Una propuesta que rechaza el Frente Polisario, que no renuncia a ver materializados los derechos de su pueblo. “Reivindiquemos directamente la autodeterminación y la independencia del pueblo saharaui”.

Por mucho que acamparan a las afueras de El Aaiún exigiendo viviendas y puestos de trabajo, la gran protesta se ha vinculado con el conflicto político-militar que los saharauis viven con Marruecos desde hace ya 35 años. “Ahora estamos mucho mejor preparados que en 1975, y la prensa cuenta lo que realmente pasa en la zona ocupada. De aquellos días reclamamos a más de 500 desaparecidos. ¿Cuántos nos van a faltar ahora?”.

"España es responsable de lo que suceda"

Bayún sabe perfectamente que Marruecos cuenta con más soldados y armas, “que le suministra España”, pero los saharauis tienen tanta fe que moverán montañas. “Tanto los saharauis que están en zona ocupada como los que sobreviven en los campamentos de Tinduf cuentan con una voluntad firme para combatir. Por nuestra tierra, por nuestra casa y por nuestra familia somos capaces de morir todos juntos”.

35 años después de que España abandonase el Sáhara tras la 'Marca Verde', el dedo acusador del pueblo saharaui sigue apuntando a la pasividad de un Gobierno que es, como mínimo, “política y moralmente responsable” de lo que allí suceda. “España tiene un fuerte compromiso con los saharauis que nunca ha cumplido y nunca se ha esforzado en cumplir”.