El PP exhibe a Aznar y reivindica su legado para regresar al poder

José María Aznar ha vuelto a demostrar que está dispuesto a compaginar su cargo como consejero de Endesa con la política. El ex presidente del Gobierno volvió a proyectar este viernes su sombra sobre el Partido Popular, hasta el punto de eclipsar a cualquier otro dirigente. Precisamente cuando más cerca están de volver a la Moncloa, y se disponen a ganar las elecciones municipales y autonómicas, los populares han decidido mirar al pasado para seguir el ejemplo del liderazgo de Aznar.

 

El ex presidente protagonizó la primera jornada de la Convención Nacional del PP que se celebra este fin de semana en Sevilla. Un cónclave donde el principal partido de la oposición pretende fijar su proyecto político para los próximos años, consolidándose como la alternativa de Gobierno para la mayoría de los españoles. “Cambio” fue la palabra más repetida, pero en clara competencia con las diversas alusiones a Aznar como “el mejor presidente de la democracia”, así como a múltiples agradecimientos por haber llevado al partido al centro, primero, y al poder, después.

 

De este modo se expresaron todos los cuadros populares que ayer tomaron la palabra para inaugurar la Convención: María Dolores de Cospedal, el diputado Baudillo Tomé, Juan Ignacio Zoido, candidato a la alcaldía de Sevilla; Antonio Sanz, secretario general del PP andaluz; y José Luis Sanz, presidente del PP sevillano. Cospedal, tras una intervención centrada en la economía, cedió la palabra a Aznar a quien definió como el presidente que logró la “mayor riqueza, esperanza y orgullo” ha dado a España.

 

Entonces, el presidente de honor del PP acometió un discurso en el que definió las señas de identidad de su partido, arremetió contra el Gobierno y expuso el modelo autonómico que necesita la nación española. “Una cosa es la diversidad y otra muy distinta el absurdo de considerar que el único Estado aceptable es un Estado residual”, aseguró, para añadir luego que “España no está para aguantar la broma de los pinganillos”, en referencia a la traducción simultánea del Senado.

 

Pero Aznar, que conjuga su puesto en una empresa privatizada con la actividad en el PP, así como su sueldo público vitalicio con millonarios contratos, también apeló a las “instituciones democráticas como freno al abuso, a la arbitrariedad y a la corrupción”. Asimismo, defendió los valores de “la retribución del mérito, de la igualdad frente a los privilegios, de la honradez y el trabajo frente al oportunismo y a las trampas”. Finalmente, el ex presidente se puso al servicio de Rajoy para seguir participando en la vida del PP: “Querido Mariano, sabéis que podéis contar conmigo en lo que pueda ser de alguna ayuda, como un militante más, en esta gran tarea”.

 

Cospedal, contra el despilfarro de las comunidades autónomas

 

Al margen de Aznar y la nostalgia por los éxitos de los años 90, el PP comenzó a definir cuál será su programa de Gobierno. Cospedal lanzó un mensaje de esperanza sobre la capacidad de los españoles para salir de la crisis, y enumeró los principios económicos de austeridad y eficacia para poner coto al déficit autonómico y estatal.

 

“La proliferación de organismos redundantes, la superposición de competencias en todos los ámbitos, la hipertrofia normativa y el descontrol del gasto no solo van en contra de la racionalidad económica, de nuestra competitividad como país, sino también de los principios de eficacia y eficiencia consagrados en la Constitución”, afirmó.

 

La número dos del PP planteó recuperar el límite de gasto para el Gobierno y las comunidades autónomas, podar las 4.000 entidades públicas que existen en todo el país, acabar con las “fronteras invisibles” entre autonomías y que no se ponga en duda “cada cuatro años” el modelo de Estado. Además, adelantó dos propuestas para reformar la sanidad y la educación, con el objetivo de que las comunidades dejen de enfrentarse para cooperar.

 

En cuanto al modelo educativo, Cospedal exigió que todos los niños adquieran conocimientos comunes sobre historia, geografía o literatura; mientras que, en el ámbito sanitario, reclamó una “cartera mínima de servicios para toda España”. Reformas que en esta Convención nadie duda de que el PP podrá poner en práctica en 2012. El optimismo impera entre los 3.000 asistentes de toda España, que ya ven próxima la victoria electoral, tras años de travesía en el desierto. “Es el tiempo de descuento”, señaló Cospedal.