Rajoy convoca a los españoles para dirigir un proyecto de “recuperación nacional”

Mariano Rajoy pidió hoy la confianza de los españoles para comenzar “un nuevo tiempo político” y “encabezar un proyecto de recuperación nacional”. Sumido en el estado de euforia que comparten los militantes populares, clausuró la Convención Nacional de su partido asegurando que “España tiene sed de urnas, tiene prisa por apuntalar su esperanza, por dotarla de contenido fiable”.

 

El líder del PP trató de encarnar en su discurso los deseos de cambio que percibe en la sociedad, así como traducir en un proyecto político los buenos augurios de las encuestas. Con el viento a favor de las perspectivas electorales en comunidades como Andalucía o Castilla-La Mancha, con el buen sabor de boca de los comicios catalanes, gallegos o vascos, y con un partido altamente movilizado, dispuesto a terminar en la Moncloa su larga travesía en el desierto, Rajoy hizo un esfuerzo por transmitir ilusión a un país deprimido.

“España quiere dejar atrás la división, la fractura social, el debilitamiento de la Nación y el deterioro de valores básicos en nuestra sociedad. Hoy los españoles miran al Partido Popular. Y lo hacen con firmeza, con apremio y con exigencia. Saben que somos la alternativa”, sostuvo. La confianza es el gran capital que ha perdido la clase política en los últimos años, y la valoración ciudadana de Rajoy no es una excepción. Por ello, el líder del PP insistió en la solvencia de su partido. “A todos, a los que no encuentran trabajo, a los jóvenes, a los pensionistas, a los emprendedores, a todos los españoles, a todos les digo: puedes confiar. Podéis confiar en nosotros”, afirmó.

Los pequeños y medianos empresarios también ocuparon un lugar preeminente en su discurso como generadores de empleo. “Queremos ayudarte porque tú formas parte de nuestro plan y tienes que contribuir a que salgamos de este agujero. Ten confianza porque vamos a crecer”, expresó para prometer que garantizará el mercado único entre las comunidades autónomas, y que acabará con “unas relaciones laborales de hace décadas”.

Por otro lado, el líder del PP se lanzó a confesar su convicción de que el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, será su rival en los comicios, pese a que en un principio citó al presidente extremeño, Fernández Vara. Pero, tal y como afirmó Rajoy, Rubalcaba podría replantearse esta decisión debido a la "campaña de desprestigio" que pesa sobre Zapatero.

Austeridad y reformas

Los populares no están dispuestos a que el PSOE les arrebate la imagen de partido reformista. Ahora que José Luis Rodríguez Zapatero hace bandera de las reformas económicas, el jefe de la oposición quiso recalcar que el PP es “el gran partido reformista de España”, en contraste con las que se hacen pensando solo en la “foto”. En este ámbito, la austeridad es el eje fundamental de su programa, el principal valor que el PP ha proyectado en su Convención. Tras años reclamando el control del déficit, los populares se saben por delante de los socialistas en credibilidad, pese a los denodados esfuerzos de Zapatero por explicar su cambio de rumbo.

Así, Rajoy recordó que aplicarán la austeridad a las comunidades autónomas, consideradas como parte de una única nación: “Queremos unas autonomías austeras, fuertes y eficaces, comprometidas con el interés nacional”. En definitiva, el PP quiere que los españoles piensen que, hace 15 años, optaron por su alternativa para sacar a España de la crisis, y que ahora deben hacer lo mismo.

“¿Fue un sueño que aquella España desesperanzada que heredamos en 1996 fuera capaz de alcanzar podo después el mayor grado de prosperidad que había conocido nunca?”, se preguntó el líder popular. “Lo bueno de las cosas buenas es que pueden repetirse”, sentenció. “Nos reclama una gran tarea de recuperación nacional que exige el esfuerzo de toda la Nación”, insistió. Rajoy ha conseguido ilusionar a la mayoría de los 3.000 militantes que asistieron a la Convención del partido, pero, para ganar, debe lograr el mismo efecto con el resto del electorado.