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El exilio parisino de Judah Binstock, el gran ausente del juicio de Malaya
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FUE EL ‘PADRINO’ DE LA MOCIÓN DE CENSURA DE MARBELLA

El exilio parisino de Judah Binstock, el gran ausente del juicio de Malaya

Judah Binstock está exiliado en París. La mano que meció la cuna en la moción de censura más mediática de España, la de Marbella, vive a

Foto: El exilio parisino de Judah Binstock, el gran ausente del juicio de Malaya
El exilio parisino de Judah Binstock, el gran ausente del juicio de Malaya

Judah Binstock está exiliado en París. La mano que meció la cuna en la moción de censura más mediática de España, la de Marbella, vive a la sombra de los puentes del Sena esperando a que amaine el temporal de la ‘Operación Malaya’, tal y como confirman las fotografías que hoy publicamos. Nada más destaparse la operación judicial, Binstock puso tierra por medio y se desvaneció de la Costa del Sol como un fantasma.

 

Hay muchos dedos que lo señalan como el gran muñidor de la moción de censura. Uno es el de la ex edil Carmen Revilla, una de las imputadas en el proceso de corrupción urbanística. Revilla comunicó al juez Miguel Ángel Torres que este acaudalado empresario británico fue quien sufragó el viaje de los tránsfugas previo a la moción de censura. De esta forma, según la ex edil, ‘el judío que llegó del frío’ habría sacado a Julián Muñoz del Ayuntamiento marbellí para aupar al poder al equipo de Juan Antonio Roca.

A pesar de tales afirmaciones, el tribunal que instruyó Malaya nunca le llamó a declarar. La balanza de la Justicia ni siquiera llegó a rozar al ‘financiero fugitivo’. Las defensas de algunos imputados señalan a este periódico que no entienden por qué este enigmático empresario nunca ha sido reclamado por los jueces, cuando sus mismos defendidos “lo han apuntado directamente”. El ‘amigo de Roca’ ni fue llamado a declarar en la instrucción, ni ahora en la causa que se dirime en la Ciudad de la Justicia de Málaga.

Uno de estos letrados incide en que “un ex socio de Judah Binstock entregó personalmente al juez Torres una documentación donde quedaba explícita la presunta vinculación de Binstock, Roca y Tomás Olivo. Sin embargo, nadie le ha hecho pisar los juzgados para que explique dichos negocios”. ¿Por qué unos sí y otros no?

 

Paseos parisinos

 

Mientras tanto, ajeno a esta polémica, Judah Binstock se pasea por los cafés de la Rue Saint Honoré de París como si no pasara nada. La policía sitúa en estos momentos al financiero en su lujosa residencia de la capital francesa. Según las fuentes a las que ha tenido acceso El Confidencial, el empresario lleva ahora una vida tranquila en la ciudad del Sena junto a su esposa Josianne Rinaldo y algunos de sus hijos. Desde allí sigue en activo supervisando todos los detalles de su emporio empresarial repartidos por distintos puntos del mundo.

Atrás han quedado las glamurosas fiestas que daba en su residencia La Magnolia en Marbella, “donde ataba y desataba el destino de unos pocos”. Ahora, paciente, aguarda a que amaine el huracán de corrupción municipal. El nombre de Judah se relaciona en las agendas de Roca en numerosas ocasiones. En algunas de ellas junto al ex consejero de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, Jaime Montaner.

 

Terrenos para Gadafi

La leyenda de Binstock, que lo relaciona con potentados de pasado turbio tales que Monzer Al Kassar o Lewis Altman, le vincula ahora a los negocios de la familia Gadafi. Algunas fuentes consultadas apuntan a que “determinados terrenos” que posee el dictador fueron gracias a la intermediación del entorno de Judah.

Poseedor de millones de metros cuadrados, Judah Binstock negoció presuntamente en los años ochenta con los hombres de la Gadafi la venta de diferentes fincas en suelo andaluz. Las inversiones de Muamar Gadafi van de la finca La Resinera, donde en los años 80 se negoció la posibilidad de que fuera la sede de Euro Disney, a terrenos en la zona de Manilva, Sotogrande, Sevilla y Granada.

Judah Binstock está exiliado en París. La mano que meció la cuna en la moción de censura más mediática de España, la de Marbella, vive a la sombra de los puentes del Sena esperando a que amaine el temporal de la ‘Operación Malaya’, tal y como confirman las fotografías que hoy publicamos. Nada más destaparse la operación judicial, Binstock puso tierra por medio y se desvaneció de la Costa del Sol como un fantasma.

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