Goikoetxea a Garzón: “Teníamos órdenes de secuestrar y ejecutar a un concejal del PSOE”

Vídeo inédito en un juicio en la Audiencia Nacional. Nunca antes en una vista oral se había visualizado cómo un juez interroga a un etarra en medio de un monte. Dos horas de proyección con un sorprendente escenario. Baltasar Garzón, la fiscal Dolores Delgado y varios agentes de la Guardia Civil trasladan a Arkaitz Goikoetxea Besabe, presunto jefe del ‘Comando Vizcaya’, al monte de Pazuengos, Logroño.

El etarra confiesa el lugar exacto del zulo donde la banda escondía todo tipo de materiales para preparar atentados, como explosivos, cordón detonante, matrículas falsas, bidones, balas o mapas. Pero es en el momento que aparece un estuche farmacéutico con 18 ampollas de tranquilizantes cuando Goikoetxea confiesa.

Garzón cuenta el número de ampollas, 18. Lee los nombres de los medicamentos, glucosa, valium. Todo queda registrado por escrito la secretaria judicial.

- B. Garzón: ¿Para qué era?

- A. Goikoetxea: Para tranquilizar.

- BG: ¿Para un secuestro o algo de eso?

- AG: Sí. En Eibar a un concejal socialista.

- BG: ¿Cómo se llama?

- AG: No me acuerdo. Sé donde trabaja. Es el director de un instituto.

- BG: ¿Le habíais hecho algún seguimiento?

- AG: Sí.

- BG: ¿Qué meses?

- AG: De octubre a diciembre (de 2007).

- BG: ¿Qué pasó?

- AG: Que no había posibilidades.

- BG: ¿Qué idea teníais?

- AG: Secuestrar

- BG: ¿Secuestrar y?

- AG: Y ejecutar.

- BG: ¿Siguiendo las instrucciones de quién?

- AG: De Txeroki (Garikoitz Aspiazu)

- BG: ¿Quién os dio los tranquilizantes?

- AG: Txeroki. Nos los dio en Francia.

Esta prueba ha sido solicitada por el fiscal Vicente González Mota con el objetivo de que los interrogatorios en el juicio versen sobre este vídeo, en el que queda reflejado que Goikoetxea da detalles de atentados, planes o nombres, sin ningún tipo de tortura como ha alegado previamente ante la Sala que le juzga junto con otros seis miembros del talde.

Primero, señala al magistrado dónde se encuentra el zulo. Después va explicando uno por uno qué es cada objeto encontrado. Incluso afirma, ante unas placas de matrículas falsas, que se utilizaron en el coche lanzadera en el atentado contra la Casa del Pueblo del PSE en Durango, primer acto terrorista tras la ruptura de la tregua.

Goikoetxea participó en aquel atentado. Eso sí, no pudo especificar al magistrado cuántos kilos de explosivos emplearon porque “ya estaba preparado”. Tampoco preparó los artefactos en el atentado contra la casa cuartel de Legutiano en 2008 (que acabó con la vida del guardia civil Juan Manuel Piñuel) porque “ya estaban hechos”. Pero diferente fue en el de Calahorra (La Rioja, 2008) y contra el Real Club Marítimo de Getxo, en los que empleó 110 y 120 kilos de explosivos respectivamente.

A pesar del trato educado que recibió durante las dos horas que duró el registro del zulo, Goikoetxea, siguiendo el ideario etarra, ha mantenido que sufrió torturas por parte de la Guardia Civil. Se enfrenta a 64 años de prisión por pertenecer a ETA, planificar un secuestro y asesinato y por depósito de explosivos y tenencia ilícita de armas.