Las derrotas regionales de Merkel y Sarkozy auguran un duro castigo a Zapatero

Si José Luis Rodríguez Zapatero hace uso del refranero español, habrá puesto sus barbas a remojar. Las formaciones de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy sufrieron un duro revés electoral este fin de semana en sus respectivos comicios regionales y cantonales, justo cuando en España comienza oficialmente la carrera por el 22-M. Los líderes europeos no han soportado bien la crisis económica, ya que desde su estallido han caído los mandatarios de Reino Unido, Irlanda, Grecia o Portugal. Una ola de cambio que amenaza al PSOE en todos sus feudos electorales.

El PP pretende que las próximas elecciones autonómicas y municipales se conviertan en un plebiscito sobre la gestión de Zapatero y hagan irreversible el cambio de Gobierno. Pero en la calle Génova se observa con cautela la derrota de los conservadores franceses y alemanes. Por un lado, se considera un anticipo de lo que sucederá en España en mayo, pero también preocupan las señales de vida que está dando la izquierda. En el caso de Baden-Württemberg, el sentimiento antinuclear desatado tras el accidente de Fukushima ha sido el detonante de un vuelco histórico. Los Verdes gobernarán la región más potente de Alemania tras 58 años de gobierno del partido de Merkel, la CDU.

El PSOE también ha destacado estos días sus diferencias en materia nuclear con el PP, reprochando a Mariano Rajoy que pretenda seguir “sembrando España de centrales nucleares”. Pero existe una diferencia fundamental con Baden-Württemberg: este land presume de tener el menor porcentaje de paro juvenil de toda Europa, así como un rápido crecimiento económico. Además, el problema para Zapatero es que los análisis apuntan a los bandazos de Merkel como una de las causas principales del castigo de los electores. Los ciudadanos han interpretado como movimientos electoralistas a la desesperada el cierre de plantas nucleares o el aislamiento ante la guerra de Libia.

Por otra parte, la victoria de Los Verdes ha dado alas a las formaciones que intentan romper el bipartidismo. Para Equo, el proyecto del ecologista Juan López Uralde que trata de importar a España esta alternativa política, “las fuerzas tradicionales no han tomado nota de las nuevas demandas y escenarios que se plantean tras la crisis e insisten en un modelo de desarrollo inviable”.

El PSOE se consuela con el mal de sus vecinos

En Francia, el Partido Socialista (PS) ha sido el gran triunfador de las elecciones cantonales, hasta el punto de que algunos conservadores comienzan a poner en duda la idoneidad de Sarkozy como candidato. Como le gustaría hacer a Rajoy el próximo 22-M, la primera secretaria socialista, Martine Aubry, manifestó el domingo que “los franceses han abierto la vía del cambio”. Pero esta revitalización del PS también tiene una doble interpretación en Ferraz: la celebración del triunfo socialdemócrata, un acontecimiento poco habitual en Europa, contrasta con el temor a una dura derrota en mayo.

Desde el PSOE se alude al desgaste de Merkel y Sarkozy para justificar el de Zapatero. De esta forma, se culpa únicamente a la crisis y no a la gestión del Ejecutivo de las malas perspectivas electorales. “Mires donde mires en el mundo, los líderes lo están pasando mal: lo está pasando mal Sarkozy, sufre Obama, lo pasa mal Berlusconi. Aquí también se ha desgastado el presidente del Gobierno”, sostuvo Carme Chacón el pasado viernes, en un mitin junto a Tomás Gómez.