Zapatero obligó a Marcelino Iglesias a mentir públicamente sobre su sucesión

José Luis Rodríguez Zapatero obligó al secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, a mentir sobre la fecha en la que despejaría su futuro político. El número tres del partido, siguiendo instrucciones del líder socialista, descartó de forma tajante el 21 de marzo ante los medios de comunicación que Zapatero fuese a anunciar su decisión en el Comité Federal celebrado el pasado sábado. Sucedió todo lo contrario, y ayer Iglesias pidió públicamente disculpas por haber mentido: "Era mi trabajo", se justificó.

Zapatero, agobiado por la presión mediática y la insistencia de los barones para que revelase sus planes cuanto antes, ordenó a Iglesias que mintiera deliberadamente a la opinión pública, y éste dio a entender que el presidente del Gobierno retrasaría el anuncio sobre su futuro político hasta después de las elecciones municipales y autonómicas del 22-M. De ahí que incluso a la inmensa mayoría de los cerca de 200 miembros del Comité Federal -el máximo órgano de decisión del partido-, reunidos el pasado sábado en la sede de Ferraz, la noticia les pilló por sorpresa.

Fue hace dos semanas, el 21 de marzo, cuando el todavía presidente del Gobierno y secretario general del PSOE ideó su engaño, según las fuentes consultadas por El Confidencial. Ese día se reunió la Ejecutiva socialista bajo la presidencia del propio Zapatero, pero éste no ofreció a sus compañeros de partido una sola pista sobre cuándo, cómo y dónde anunciaría su decisión. En lugar de eso, prefirió alimentar aún más las especulaciones sobre su futuro y se limitó a decir a la cúpula de Ferraz: "La decisión que tome se guiará por la responsabilidad y siempre pensando en lo mejor para España y el partido".

Al acabar la reunión, Zapatero hizo un aparte con Iglesias y le ordenó que en la rueda de prensa que éste ofrece habitualmente tras la Ejecutiva de los lunes engañase a los periodistas. Y así lo hizo, cumpliendo fielmente las instrucciones de su jefe de filas. Ante la más que previsible insistencia de los informadores por saber si Zapatero revelaría sus intenciones en el Comité Federal del 2 de abril, el número tres del PSOE lo descartó enfáticamente: "Se trata de un Comité Federal ordinario, y si hubiera algo extraordinario [Zapatero] se lo habría comunicado al partido, es decir, a mí como secretario de Organización, y no lo ha hecho".

Ayer, Iglesias pidió públicamente "disculpas" por el embuste. De nuevo tras la reunión semanal de la Ejecutiva socialista, el número tres del partido compareció ante los periodistas. Pero no reconoció que había mentido por indicación de Zapatero, sino que había tratado de "despistar lo menos posible". Y añadió: "Era mi trabajo".

No habrá Congreso del PSOE hasta 2012 

Al ofrecer ayer sus "disculpas" por el engaño, el secretario de Organización trataba de que esta vez resultaran creíbles sus respuestas en torno a la hoja de ruta que espera al PSOE hasta marzo de 2012. Iglesias descartó que se vaya a celebrar un Congreso extraordinario para sustituir a Zapatero al frente del partido, y aseguró que "el Congreso, cuando toque, y siempre es después de las elecciones generales". De este modo, confirmaba que el presidente del Gobierno se mantendrá como secretario general hasta el final de la legislatura, ejerciendo así de árbitro en el proceso de primarias que se abrirá tras el 22-M.

Según Iglesias, el presidente anunció que "no sería candidato y que el proceso de elección [de su sustituto] sería con primarias, pero no ha dicho nada más y no ha formulado, por tanto, que él vaya a dejar en ningún caso la Secretaría General". Además, el también presidente aragonés informó de que el próximo Comité Federal, previsto para el 28 de mayo, lanzará de inmediato el proceso de primarias, de manera que en un plazo máximo de 45 días estará elegido el próximo candidato a La Moncloa. "Las primarias son para el verano, como las bicicletas", bromeó. 

No obstante, el plan diseñado por Zapatero genera dudas en el PSOE sobre el margen de maniobra del que realmente dispondrá el nuevo candidato si no controla al mismo tiempo el aparato del partido. La única ocasión en que los socialistas  han afrontado la bicefalia en la dirección fue en 1998, cuando Josep Borrell se impuso en las primarias a Joaquín Almunia, quien, pese a perder, se mantuvo como secretario general. Un año después, Borrell se vio abocado a dimitir. 

Precisamente, Mariano Rajoy aprovechó ayer su primera intervención pública tras el anuncio del líder socialista para arremeter contra la "bicefalia" y la "interinidad" que se ha instalado en el PSOE y en el Gobierno. "No sé si el nuevo candidato o candidata va a mantener las mismas políticas que el señor Zapatero, porque si las mantiene, ¿para qué se produce este anuncio en estos momentos?", se preguntó el presidente del PP en la cadena Ser.