Urkullu amenaza con romper con Zapatero mientras se acerca a Rajoy en secreto

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, se deja querer por el PP y pone condiciones al Gobierno si quiere seguir contando con su apoyo parlamentario.  En un encuentro informativo celebrado hoy en Madrid, Urkullu ha amenaza a Zapatero con no apoyar los presupuestos generales del Estado si la impugnación de Bildu sale adelante pues, para respaldar los PGE de 2012 "habrá que cumplir compromisos adquiridos" y "no se abrirá una carpeta sin haber cerrado la anterior".

Y mientras, las hostiles relaciones entre el PP y el PNV son cosa del pasado. La cercanía de las elecciones generales y el probable relevo en La Moncloa han provocado un cambio de estrategia en ambas formaciones; no por amor, sino por conveniencia. Mariano Rajoy sabe que si vence en las urnas pero no alcanza la mayoría absoluta, necesitará el apoyo de los nacionalistas para gobernar. E Iñigo Urkullu está dispuesto a vender caro ese respaldo con el fin de recuperar el protagonismo perdido tras la investidura del socialista Patxi López como lehendakari.

El propio Urkullu reconoció el pasado mes de marzo, en una entrevista concedida a El Confidencial, que su intención es "normalizar la relación con el PP". Según el dirigente nacionalista, "la normalización de relaciones con el PP es un camino que hay que andar, pero la historia está ahí y el PNV votó a favor de la investidura de José María Aznar como presidente del Gobierno en las elecciones de 1996".

Aquel matrimonio de conveniencia -sellado con un histórico abrazo en la sede de Génova entre Aznar y el entonces líder nacionalista vasco, Xabier Arzalluz, en abril de 1996-, se rompió dos años más tarde, a raíz del llamado Pacto de Estella suscrito por todas las fuerzas nacionalistas de Euskadi. Se abrió entonces un periodo de absoluta incomunicación entre el PP y el PNV que se prolongó durante 12 años, hasta que el pasado mes de julio Rajoy y Urkullu dieron el primer paso hacia la reconciliación con un encuentro celebrado en el Congreso de los Diputados.

Aquella reunión sólo fue una primera toma de contacto, y Rajoy se encargó de subrayar que "lo más importante es que hemos hablado". "Hay voluntad de colaborar con el objetivo de defender el interés general de los ciudadanos desde posiciones diferentes", señaló entonces el líder del PP, que aprovechó la ocasión para hacer un guiño a los nacionalistas: "El PP está a favor del concierto económico vasco. Lo apoyamos y lo seguiremos apoyando". Urkullu, por su parte, celebró que terminara la "incomunicación" entre ambas formaciones, porque, a su juicio, "no tenía sentido".