Un etarra pone en jaque a los jueces progresistas del TC con un cartel de Bildu

El etarra Ander Errandonea irrumpió ayer en la campaña electoral enarbolando una casera pancarta de Bildu a su salida de la cárcel, tras casi 25 años en prisión. Con esta potente imagen, el veterano terrorista puso en jaque a los magistrados progresistas del Tribunal Constitucional, cuya independencia trató de defender ayer su presidente, Francisco Sala. La participación de Bildu se ha convertido en el tema central de la carrera del 22-M, y ha derivado en un duro enfrentamiento entre PP y PSOE. El popular Federico Trillo aseguró que el apoyo de Errandonea es una prueba más para ilegalizar a la coalición independentista, mientras que el socialista José Antonio Alonso advirtió que analizarán la fotografía para comprobar “si tiene alguna trascendencia”.    

El debate jurídico sobre la impugnación de las listas de Bildu ha sido barrido por la confrontación política, y los magistrados del Supremo se han convertido en un elemento más de lucha partidista. Francisco Sala intentó restañar la credibilidad del Alto Tribunal en una conferencia en Barcelona, pero la imagen casi simultánea del etarra jaleando a Bildu en el exterior de la cárcel de Herrera de la Mancha, sembró dudas sobre sus argumentos.

El progresista Sala sostuvo que si los magistrados no tuvieran ideología “serían monstruos”, pero pidió que no se confundiera con falta de independencia. “Eso supone un ataque, y esto es lo más delicado que puede tener un juez: su independencia, que en definitiva es su honradez, afirmó. Asimismo, tildó de “muy sólida” la sentencia sobre Bildu, por lo que indicó que el recurso de amparo electoral al Constitucional debería ser “pacífico”, un “remanso”, y no objeto de “descalificaciones inconcebibles”.

Pero, lejos del remanso que reclama Sala, la batalla a cuenta de Bildu se recrudeció ayer desde todos los frentes. “Las manifestaciones del etarra al salir de prisión son una prueba más de las que debe tener en cuenta el Gobierno para poner en marcha los distintos recursos que quedan para impedir que ETA-Batasuna llegue a las elecciones y a las instituciones”, señaló Trillo a Europa Press. A juicio del portavoz de Justicia del PP, “si los votos que han dado la razón a Bildu, hubieran visto la salida del etarra”, seguramente habrían cambiado de opinión, por lo que sugirió que aumenten “sus explicaciones para convencer a la opinión pública”.

El Gobierno y la Fiscalía tienen de plazo hasta el jueves para intentar impugnar de nuevo las candidaturas de Bildu. Así lo establece la nueva ley electoral, que contempla elevar al Supremo las circunstancias que se presenten durante la campaña y que hagan sospechar que una lista es heredera de una formación ilegalizada. En este sentido, José Antonio Alonso advirtió desde el Congreso que “los servicios jurídicos del Estado analizarán para ver si tiene alguna trascendencia” la imagen del etarra con un cartel de Bildu.

Divisiones internas en PSOE y PP

Desde el País Vasco, el lehendakari Patxi López reclamó a Bildu que aclare si suscribe la actitud del terrorista, mientras que su socio Antonio Basagoiti insistió en la idea de que se acumulan los datos para “actuar de nuevo” contra la coalición. “Están demostrando que no son tan buenos como les querían algunos pintar”, explicó para concluir que “es la decimocuarta marca de Batasuna, que se habrá buscado compañeros de viaje para ocultarse, pero es lo que es”.

Pero además de enfrentar a los dos grandes partidos, Bildu ha funcionado como una cuña que ha dividido internamente tanto a PSOE como a PP. Como informó este diario, destacadas figuras socialistas, como José Bono, se han puesto en contacto con dirigentes populares para dejar claro su rechazo al fallo del Constitucional. También en el PP ha habido un distanciamiento entre Mariano Rajoy, que se mantiene mudo sobre el asunto, y diversos portavoces y candidatos de su partido que insisten en utilizar la política antiterrorista para desgastar al Gobierno.

La última popular en sumarse a la ofensiva fue Soraya Sáenz de Santamaría, quien deseó que “Rubalcaba haya visto la foto que ha visto toda España y demuestre si tiene voluntad de aplicar la ley para que Bildu no esté en las instituciones”. No obstante, no está claro cuál será el efecto en el resultado electoral de esta polémica, ya que en Ferraz hay quien piensa que los ataques del PP en esta materia pueden ayudar a movilizar  a parte del electorado socialista, y que muchos ciudadanos, especialmente en el País Vasco, aceptan la sentencia del Constitucional. Esta teoría, sin embargo, puede verse neutralizada por la foto del etarra pro Bildu, afectando directamente a la credibilidad de Rubalcaba.