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Los terremotos de Lorca reabren el debate sobre la seguridad nuclear en España
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COFRENTES, A MÁS DE 200 KM, ES LA CENTRAL MÁS PRÓXIMA AL EPICENTRO

Los terremotos de Lorca reabren el debate sobre la seguridad nuclear en España

Los terremotos que sacudieron ayer Lorca han reabierto el debate sobre la seguridad de las centrales nucleares en España. Con la crisis de Fukushima sin resolver

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Los terremotos de Lorca reabren el debate sobre la seguridad nuclear en España

Los terremotos que sacudieron ayer Lorca han reabierto el debate sobre la seguridad de las centrales nucleares en España. Con la crisis de Fukushima sin resolver y todavía fresca en la memoria, muchas miradas se dirigieron ayer a Cofrentes, la central más próxima al epicentro, aunque separada por más de 200 kilómetros. El accidente de Japón provocó una reacción mundial para mejorar la seguridad de este tipo de instalaciones, pero en España todavía no han comenzado los stress test comprometidos por el Gobierno y exigidos por el Parlamento.

En contra de lo que pueda parecer, el seísmo que se dejó al menos 8 muertos en Lorca no es un fenómeno excepcional. “Es una zona con sismicidad activa y donde se producen numerosos terremotos que no son perceptibles por la población por su baja intensidad, pero donde también se producen algunos como éste”, explicó a este diario María José Jurado, investigadora del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera del CSIC. “El sureste de la península, Murcia, Almería o Granada, poseen las fallas más activas”, apuntó.

En este sentido, Pablo Silva, profesor de geomorfología y geofísica de la Universidad de Salamanca, recordó que en Lorca se han registrado seísmos de hasta intensidad 8 en los siglos XVI, XVII, XVIII, mientras que la magnitud de los terremotos de 1977 y 1978 fue de 4,2 y 4,3 respectivamente. Cabe señalar que la magnitud hace referencia al tamaño del mismo, mientras que la intensidad tiene que ver con cómo es percibido por la población. Así, el terremoto más potente detectado tuvo lugar en Huelva en 1969 y se cifró en 7,5 grados Richter.

De acuerdo con los expertos, Cofrentes queda fuera del área de influencia de la falla de Lorca-Alhama, pero podría sufrir su propio seísmo. “Cofrentes se sitúa a unos 50 kilómetros de una de las zonas más activas de la Comunidad Valenciana, y podría darse un seísmo de intensidad 5 o 6”, señaló Pablo Silva. En todo caso, Jurado precisó que “en España puede haber terremotos más fuertes del vivido en Lorca, pero no se espera de la magnitud de Japón o Chile, porque estamos hablando de otro contexto de deformación de la tierra”.

La central de Cofrentes recibió una prórroga del Gobierno para funcionar 10 años más poco antes de que se desatara la crisis de Fukushima, por lo que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, advirtió que sería una de las primeras en pasar los nuevos exámenes de seguridad que prepara el Consejo de Seguridad Nacional en sintonía con la Unión Europea. Precisamente, uno de los puntos que debe revisar Cofrentes es su resistencia a terremotos e inundaciones superiores al de la base con la que fue diseñada.

A la espera de los ‘stress test’

Para Carlos Bravo, responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace, la citada central se encuentra en una zona sísmica, al igual que Zarra, también en la provincia de Valencia, donde los técnicos del Gobierno plantearon construir el almacén de residuos nucleares ATC. Además, Bravo recordó que las nucleares no se enfrentan únicamente al riesgo sísmico, sino a fenómenos como la inundación que sufrió Cofrentes en 1982, cuando estaba en construcción. “Hay un montón de situaciones que pueden cortar el suministro eléctrico, como sucedió en Fukishima”, sostuvo este activista, quien recordó las similitudes entre el primer reactor de la central japonesa y los de Garoña y la central valenciana.

El Congreso instó al Gobierno el pasado 12 de abril a realizar “los estudios necesarios para garantizar la seguridad de las centrales nucleares en España”. La propuesta del PSOE fue matizada por el grupo de ERC-IU-ICV, que al estudio de vulnerabilidad por terremotos e inundaciones por lluvias o roturas de presas, sumó la evaluación de los riesgos por “posibles ataques terroristas e informáticos, sabotajes e impactos de aeronaves”. El plazo para llevar a cabo estos stress test finaliza el 31 de diciembre, pero hasta la fecha no se han puesto en marcha.

Los terremotos que sacudieron ayer Lorca han reabierto el debate sobre la seguridad de las centrales nucleares en España. Con la crisis de Fukushima sin resolver y todavía fresca en la memoria, muchas miradas se dirigieron ayer a Cofrentes, la central más próxima al epicentro, aunque separada por más de 200 kilómetros. El accidente de Japón provocó una reacción mundial para mejorar la seguridad de este tipo de instalaciones, pero en España todavía no han comenzado los stress test comprometidos por el Gobierno y exigidos por el Parlamento.

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