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Los pesos pesados del zapaterismo toman posiciones para la batalla sucesoria
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LOS RESTOS DE LA NUEVA VÍA BUSCAN ACOMODO ANTE LA PREVISIBLE CANDIDATURA DE CHACÓN

Los pesos pesados del zapaterismo toman posiciones para la batalla sucesoria

Los antiguos compañeros de viaje de José Luis Rodríguez Zapatero en el 35 Congreso Federal del PSOE, aquellos que formaron la denominada Nueva Vía, busca acomodo

Foto: Los pesos pesados del zapaterismo toman posiciones para la batalla sucesoria
Los pesos pesados del zapaterismo toman posiciones para la batalla sucesoria

Los antiguos compañeros de viaje de José Luis Rodríguez Zapatero en el 35 Congreso Federal del PSOE, aquellos que formaron la denominada Nueva Vía, busca acomodo in extremis tras la previsible candidatura de Carmé Chacón para resituarse en el nuevo escenario del postzapaterismo. La mayor parte de los nombres que conformaron el grupo que aupó a Zapatero al liderazgo del partido en el año 2000 ya se han situado, entre bambalinas, entre los apoyos más entusiastas de la ministra de Defensa.

Algunos han sido ministros de los diferentes gobiernos de Zapatero y otros han ocupado puestos de responsabilidad interna dentro del partido, como Leire Pajín, quien era hasta la última remodelación del Gobierno socialista la secretaria de Organización del PSOE, y que apoyaría a Chacón en un duelo con Rubalcaba. La hoy ministra de Sanidad e Igualdad pilotó desde Ferraz las primarias del PSM y, según los partidarios de Trinidad Jiménez, lo hizo sin respetar la neutralidad de su cargo para favorecer en lo posible a Tomás Gómez, el candidato que entonces se erigía como uno de los primeros rivales internos del presidente del Gobierno y que también se ha situado en el grupo de los afines a la titular de Defensa.

El caso de Pajín no es el único. Las primarias de los socialistas madrileños fueron un prolegómeno de la verdadera batalla interna de poder que está por vivirse ahora en un partido que ha experimentado la mayor debacle en las urnas de su historia.  Por eso, no es de extrañar que la campaña de Chacón cuente también con el aval de otro hombre muy vinculado al presidente del Gobierno como su ex jefe de gabinete durante los años de oposición,  José Andrés Torrés Mora, quien también marco distancias con el presidente para apoyar a Gómez. El sociólogo y diputado nunca ha congeniado con Rubalcaba y su puesto en la Ejecutiva del partido podría peligrar si el vicepresidente se hace con el control del partido.

Partidarios de retrasar las primarias

En parecida tesitura se encuentran otros rivales internos de Rubalcaba como el eurodiputado y ex ministro de Justica, Juan Fernando López Aguilar o el diputado asturiano Álvaro Cuesta, también miembro de la Ejecutiva Federal, como Maru Menéndez, portavoz de los socialistas madrileños. Torres Mora, Aguilar y Cuesta se mostraron partidarios el lunes, en la reunión de la Ejecutiva que analizó los resultados electorales, de abrir un proceso de reflexión o incluso crear un comité de estrategia que permita madurar una nueva alternativa política y de que se pospusieran hasta el próximo otoño las primarias. Algo que rechazaron, contundentemente, Rodolfo Ares, del PSE, y Gaspar Zarrías, del PSOE andaluz, dos de los apoyos internos de Rubalcaba en la Ejecutiva del partido.

Cuesta, incluso, llegó a señalar ayer que las primarias no dañarán al partido si se elige "candidata o candidato" y añadió que "no admitiría la oligarquización" del partido. Chacón también contaría con el apoyo, previsible, de ministros como Francisco Caamaño, alejado de Rubalcaba, y de nombres significativos como la ex vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega o la presidenta del PSM, Delia Blanco, o el presidente de la  Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, que ya expresó en la campaña su apoyo público a la ministra de Defensa y no dudó en dejar solo y paseando por la feria de Sevilla al vicepresidente del Gobierno.

Rubalcaba cuenta, sin embargo, con los apoyos de la mayor parte de los secretarios territoriales y de los hasta ahora barones del partido, que, tras la contundente derrota en las urnas, han empezado a cerrar filas en torno a él para pidiendo que se conforme una candidatura de unidad que evite un desgarro aún mayor de las filas socialistas. Fernández Vara, el ex portavoz en el Congreso, Diego López Garrido, Felipe González, el diputado Rafael Simancas o incluso el ex alcalde de Madrid, Juan Barranco, ya han apoyado esta opción frente a unas primarias que solo tendrán lugar si, finalmente, se presenta más de un solo candidato. El vicesecretario general del PSOE José Blanco, alineado con Rubalcaba, espera, en cambio, que el asunto no se resuelva con un “acuerdo entre bambalinas”, tal y como expuso en la Cadena Ser.

De momento, buena parte de los dirigentes que en su día estuvieron en la Nueva Vía ocupan hoy cargos en la Ejecutiva del partido. Su permanencia allí no corre riesgo mientras Zapatero o abandone la secretaría general forzado por la convocatoria de un Congreso Federal que alumbre una nueva cúpula directiva. De cara al futuro, esperan que sus puestos estén ligados al porvenir de la titular de Defensa.

Los antiguos compañeros de viaje de José Luis Rodríguez Zapatero en el 35 Congreso Federal del PSOE, aquellos que formaron la denominada Nueva Vía, busca acomodo in extremis tras la previsible candidatura de Carmé Chacón para resituarse en el nuevo escenario del postzapaterismo. La mayor parte de los nombres que conformaron el grupo que aupó a Zapatero al liderazgo del partido en el año 2000 ya se han situado, entre bambalinas, entre los apoyos más entusiastas de la ministra de Defensa.

Carme Chacón