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Ocho meses más de agonía: Zapatero insistirá mañana en agotar la legislatura
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ARRANCA EL DEBATE DEL ESTADO DE LA NACIÓN, EL SEXTO Y ÚLTIMO DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO

Ocho meses más de agonía: Zapatero insistirá mañana en agotar la legislatura

José Luis Rodríguez Zapatero afronta su sexto y último debate del estado de la nación, que arranca mañana en el Congreso, más débil, aislado y desacreditado que nunca. El

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Ocho meses más de agonía: Zapatero insistirá mañana en agotar la legislatura

José Luis Rodríguez Zapatero afronta su sexto y último debate del estado de la nación, que arranca mañana en el Congreso, más débil, aislado y desacreditado que nunca. El PP y todos los grupos de la oposición, sin excepción, arremeterán con extrema dureza contra su gestión de la crisis económica, pero el presidente del Gobierno volverá a aferrarse al mantra que ha repetido antes y después de la debacle electoral del 22-M: hay que agotar la legislatura -y prolongar su propia agonía otros ocho meses- para culminar las reformas pendientes.

Enfrente tendrá a un Mariano Rajoy que tratará de evitar los errores cometidos en el debate del estado de la nación del pasado año -ganado por Zapatero, según el CIS-, cuando centró casi todo su discurso en reclamar un adelanto electoral y se quedó en fuera de juego cuando aquél le retó a que presentase una moción de censura. El líder del PP, que entonces dejó tocado pero no hundido al presidente del Gobierno, exigirá de nuevo un anticipo de las elecciones -más retórico que real-, pero centrará su discurso en el calamitoso manejo de la crisis por parte de Zapatero y en el atroz legado que heredará cuando llegue a La Moncloa.

Alfredo Pérez Rubalcaba asistirá al debate como un convidado de piedra, ya que todo el protagonismo será para Zapatero. El candidato del PSOE y auténtico hombre fuerte del Gobierno, acostumbrado en las últimas semanas a ser el centro de los focos y el objetivo preferente de los ataques del PP, no podrá servir en esta ocasión de paraguas frente al aluvión de críticas y reproches que caerá sobre Zapatero desde la izquierda y la derecha del hemiciclo. El todavía líder socialista, inmolado en la pira de las drásticas reformas emprendidas hace poco más de un año, no tendrá esta vez margen de maniobra para anunciar nuevos recortes -porque nublaría aún más el horizonte electoral de Rubalcaba- ni para sacar medidas populistas de la chistera, incompatibles con el objetivo de reducir el déficit.

Un sombrío panorama

Rajoy tratará de arrinconar a Zapatero con una avalancha de datos y estadísticas que le ayuden a dibujar un panorama lo más sombrío posible de la situación económica, pero muy probablemente no desaprovechará la oportunidad de reprochar a su rival la irrupción de la coalición Bildu en decenas de municipios vascos y en instituciones emblemáticas como la Diputación General de Guipúzcoa o el Ayuntamiento de San Sebastián, ahora en manos de los herederos de Batasuna. El líder del PP dejará a un lado la lucha antiterrorista -un terreno en el que prácticamente no mantiene discrepancias con el Gobierno-, pero arremeterá contra la supuesta complacencia de Zapatero hacia la presencia de Bildu en las urnas.

Los nacionalistas vascos y catalanes también anuncian un discurso muy duro contra el líder socialista en el terreno económico, pero, a diferencia de Rajoy, no pedirán un adelanto electoral. No sólo porque ese escenario depende casi exclusivamente de ellos -CiU y PNV pueden dejar caer al Gobierno en cualquier momento, por ejemplo en el próximo debate sobre el techo de gasto presupuestario que se celebrará en julio-, sino también porque hay división de opiniones en ambas formaciones sobre la conveniencia de una cita anticipada con las urnas.

CiU y PNV calculan que Rubalcaba tendría margen hasta marzo de 2012 no ya para darle la vuelta a las encuestas -una tarea casi imposible tanto si las elecciones son en otoño como en primavera-, pero sí al menos para evitar una victoria del PP por mayoría absoluta, el horizonte que más temen porque les restaría toda capacidad de influencia en la política nacional. Sin embargo, sus portavoces, Josep Antoni Duran Lleida y Josu Erkoreka, respectivamente, tampoco descartan que ocho meses más de legislatura ahonden el desgaste del Gobierno y faciliten una amplia victoria de Rajoy.           

José Luis Rodríguez Zapatero afronta su sexto y último debate del estado de la nación, que arranca mañana en el Congreso, más débil, aislado y desacreditado que nunca. El PP y todos los grupos de la oposición, sin excepción, arremeterán con extrema dureza contra su gestión de la crisis económica, pero el presidente del Gobierno volverá a aferrarse al mantra que ha repetido antes y después de la debacle electoral del 22-M: hay que agotar la legislatura -y prolongar su propia agonía otros ocho meses- para culminar las reformas pendientes.

Debate Estado de la Nación Mariano Rajoy