Rajoy exige elecciones mientras Zapatero le acusa de falsear las cifras de la crisis

Mariano Rajoy ha aprovechado el debate sobre el estado de la nación para exigir de nuevo al presidente del Gobierno que adelante las elecciones generales para acabar con la "lenta agonía" y el "calvario estéril" que sufren los españoles. "Lo que necesita España y los españoles es que se abran las urnas, y que los ciudadanos puedan escoger no tanto quién les gobierna, sino a quién trasladan esa confianza que este Gobierno ha malgastado", ha afirmado Rajoy en su réplica a José Luis Rodríguez Zapatero durante la primera sesión del debate.

El líder del PP ha instado a Zapatero a convocar ya elecciones porque, ha dicho, el tiempo apremia, es necesario recuperar cuanto antes la confianza y este Ejecutivo no lo hará en cuatro meses. "Lo que necesita España es que se abran las urnas y que los ciudadanos puedan escoger no tanto quién les gobierna, sino a quién trasladan esa confianza que este Gobierno ha malgastado", ha manifestado Rajoy,  que ha advertido de que cuantos más días se dejen pasar habrá "más paro, más deuda, más dificultades y más desánimo". Entre los aplausos de los diputados del PP, Rajoy ha insistido en que el tiempo sí importa, y ha instado a Zapatero a no "aferrarse a su escaño", aunque la ley se lo permita.

Tono duro de réplica

La intervención del líder del PP ha irritado a Zapatero, quien en su réplica ha acusado a Rajoy de "verter falsedades" sobre los datos y la acción del Ejecutivo. En un tono duro, el presidente ha reprochado a su adversario que no haya propuesto ninguna "idea", ni haya sido capaz de "analizar las causas internacionales de la crisis". Zapatero también a acusado a Rajoy de "tener un problema con las reformas" al reclamarlas y, cuando el Ejecutivo las presenta, no apoyarlas. "Usted es el pefecto perro del hortelano", le espetó. La respuesta del líder socialista ha sido muy contestada por la bancada popular, especialmente cuando el presiente ha mostrado algunos gráficos con la evolución de la economía para defender su gestión. De hecho, Zapatero ha defendido que España es ahora más rica que en 2004, y que se ha mejorado la protección social.

Previamente, Rajoy ha descrito un panorama desolador de la economía española, recordando que desde 2008 se han destruido más de dos millones de empleos, el desempleo ha aumentado en dos millones setecientos treinta y seis mil parados, y han desparecido ciento cincuenta mil empresas inscritas en la Seguridad Social. Por ello, El líder del PP ha insistido en que Zapatero debe convocar elecciones y abrir "un nuevo tiempo" para España.

"La recuperación que anuncia no se percibe ni por indicios, y las elecciones lejos de interrumpir nada, abren la puerta a un tiempo nuevo
que, por serlo, permita recuperar la confianza e iniciar una política eficaz", sostuvo Rajoy.

"Nunca la oposición hizo tantas propuestas"

El líder del PP se ha defendido de los ataques del presidente del Gobierno sobre su supuesta falta de alternativas, y ha asegurado que "nunca en la historia del Parlamento hizo la oposición tantas propuestas". "Y nunca el Gobierno votó tantas veces en contra", ha añadido Rajoy en su réplica a Zapatero, al que, en un gesto testral, ha dejado sobre la tribuna del Congreso varios textos con propuestas económicas de los populares, como la reforma de la estabilidad presupuestaria, una ley para los emprendedores y otro proyecto legal sobre transparencia.

Tras recordar también el "sinfín" de propuestas fiscales de su partido, las 71 enmiendas que presentó a la reforma laboral o los "errores" sobre los que alertó en política energética, Rajoy ha mostrado su hartazgo con el mensaje de Zapatero. "Ya está bien de echarle la culpa a los demás; si hubiera hecho caso a nuestras propuestas, las cosas habrían ido mucho mejor", le ha asegurado al jefe del Ejecutivo.

El presidente de los populares ha comenzado su segunda intervención señalando con ironía que ve "lógico" que Zapatero "esté de los nervios", porque va a ser el presidente que recibió "la mejor herencia económica de la democracia" y el que va a dejar "la peor". Ha dicho al líder socialista que su partido ha apoyado los proyectos económicos que consideraba buenos, si bien ha dejado claro que no está dispuesto a "seguir en silencio" los "errores" del presidente ni a respaldar una política que "lleva a España a la ruina".

Sin concesiones a Bildu

Rajoy ha instado también al Gobierno a "permanecer vigilante" y a no dejar pasar como "hechos consumados" la actitud de Bildu en los ayuntamientos. "Les debe hacer saber que los demócratas no les vamos a pasar ni una chulería, ni una amenaza, ni una vulneración de la ley".

En su discurso inicial de respuesta a la intervención matinal del presidente del Gobierno, Rajoy ha arrancado aplausos de los diputados del PP cuando se ha referido a la situación creada tras el acceso de Bildu a instituciones del País Vasco y Navarra. Sobre todo, cuando ha invitado al Gobierno a actuar "sin complejos" contra Bildu mediante la aplicación de las leyes en vigor.

Ha recordado que el PP ya había expresado su discrepancia con la decisión del Tribunal Constitucional de permitir que la coalición de la izquierda abertzale se presentara a las elecciones, ante la "convicción" de que se trataba de "una nueva trampa de ETA" para "colarse" en las instituciones. Según Rajoy, esta convicción se ha confirmado por los hechos, porque, a su juicio, "han vuelto la intimidación, la chulería y el desprecio a la ley" en los ayuntamientos y diputaciones vascas.

El presidente del PP ha recordado que la Ley de Partidos Políticos sigue vigente y que la Ley Electoral General ya ha sido reformada para evitar un uso fraudulento de las instituciones, por lo que entiende que "hay que acudir sin demoras ni complejos" a ambas normativas "en cuanto haya causa para ello". Rajoy ha añadido que la vulneración de estas leyes "puede haber sucedido en estos últimos días", y por ello ha instado al Ejecutivo "con serenidad y firmeza" a que permanezca "vigilante" y "no contemporice ni pase por los hechos consumados", puesto que para eso el PP y el PSOE reformaron la ley electoral.